El cuerpo humano necesita sal para mantener funcionando adecuadamente el sistema nervioso, la sal retiene líquidos en el cuerpo, algunas consecuencias directas de falta de sal en el cuerpo son, deshidratación (porque el cuerpo no puede retener líquidos), calambres (debido a que el sistema nervioso no se puede comunicar bien con los músculos) falta de memoria, dificultad en la concentración y debilidad generalizada (debido a que los minerales son elementos que son imprescindibles para sostener la vida).

En el caso del azúcar, es vital para nosotros consumirla porque al asimilarla se convierte en glucosa, sustancia que al asimilarse se convierte en la energía necesitamos para poder hacer nuestras actividades diarias, el órgano que mas glucosa consume es el cerebro, por lo que el consumo de azúcar es imprescindible para el sostenimiento de la vida.

¿Entonces porque los doctores dicen que consumir sal y azúcar es malo para la salud?

El problema del consumo de estas sustancias en la actualidad es el exceso. Si bien es cierto que necesitamos estas dos sustancias para vivir, el exceso de las mismas hace que se conviertan en un veneno.

Por ejemplo el ser humano necesita 1.2 gramos de sal diarios para funcionar normalmente y el problema es que dependiendo de nuestra dieta podemos consumir entre 3 y 5 veces más sal que lo que requiere el cuerpo.

El problema es que la mayor parte de la sal que consumimos está escondida en los alimentos procesados, como embutidos, papas fritas, refrescos (si, además de azúcar tienen sal, en las etiquetas aparece como sodio). Si además sumamos a nuestra dieta bebidas energéticas, barras de proteínas (como las que usan los deportistas) y además usa mucha sal refinada cuando comemos. Lo que hacemos es ir secando nuestros riñones puesto que hay menos agua en el cuerpo que soluto y comenzamos a irlos destruyendo lentamente, porque todo el residuo solido que no se usa y que tampoco se puede eliminar, queda tanto en el organismo y el exceso de trabajo acaba con nuestro riñón.

El problema es el mismo cuando se trata del azúcar, nuestro cuerpo requiere de insulina (sustancia que produce el páncreas) para poder absorberla, es decir, sin insulina el azúcar no puede ser utilizada por el cuerpo, por lo que queda libre en el organismo dañando sistemas.

Todo el exceso de azúcar que consumimos y que se alcanza a procesar se convierte en energía de reserva en el cuerpo para usarla es decir grasa, pero llega un punto en que nuestro páncreas, excedido por toda la insulina extra que tiene que producir, deja de funcionar y es cuando enfermamos de diabetes.

Esto le afecta mucho al riñón porque queda con un exceso de trabajo pues tiene que eliminar todo el azúcar sin procesar que se queda en el cuerpo cuando el páncreas se enferma.

Del mismo modo que la sal, mucho del azúcar que consumimos viene oculta en dulces, refrescos, jugos (aunque sean de verduras o digan bajo en azucares), lácteos y muchos productos de consumo diario.

Es por ello que casi todos nosotros consumimos un exceso de sal y azúcar, sometemos a nuestros órganos a tanta exigencia que terminan por enfermarse y dejar de funcionar.

En el caso del riñón, este puede comenzar a morir no eliminar los residuos del cuerpo lo que se conoce como insuficiencia renal este padecimiento es gradual por lo que este padecimiento es silencioso y cuando llega a mostrar síntomas poco es lo que se puede hacer para recuperar la salud, por lo que si uno no practica la prevención puede poner en riesgo su vida.

Es importante que revise cuanta sal y cuanta azúcar hay en los alimentos que consume, puesto que aunque son elementos para la vida, su consumo en exeso los convierten en veneno para el cuerpo.

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