El miedo a equivocarse, también conocido como atiquifobia, es una barrera común que afecta tanto a nivel personal como profesional. Cuando el temor a cometer errores domina, las decisiones se suspenden y se abre paso una sensación paralizante de incertidumbre.
¿Por qué ocurre?
Este miedo surge de altísimas expectativas y autoexigencia. La idea de fallar provoca ansiedad y autoanálisis extenuante, lo que retrasa o impide la acción. El resultado: se comienza a dudar de todas las opciones, por más pequeñas que sean.
Consecuencias habituales
Postergación indefinida de decisiones importantes (laborales, personales, familiares).
Pérdida de oportunidades por temor a que algo salga mal.
Incremento del estrés y ansiedad, al vivir en un estado de incertidumbre constante.
Erosión de la confianza personal, acentuando la indecisión.
¿Cómo superarlo?
Acepta que equivocarse es humano. Construye aprendizaje a partir del error, no resignación.
Define objetivos claros y realistas. Haz decisiones pequeñas y manejables que sumen a lo grande.
Practica la autocompasión. Deja el perfeccionismo y prefiere intentar antes que detenerte.
Desglosa decisiones complejas. Divide el camino por etapas y avanza paso a paso.
Confía en tu capacidad para adaptarte. Aprende a reaccionar ante imprevistos, mejora con ellos.