Las inyecciones para perder peso, como Ozempic, Wegovy, Mounjaro o Saxenda, basadas en agonistas del receptor GLP‑1, se han convertido en un tratamiento popular en Europa para el control de la obesidad. Sin embargo, su precio y cobertura varían según el país y presentan importantes retos médicos y económicos.
¿Cuánto cuestan?
Ozempic (semaglutida):
En España, cuesta aproximadamente 128 € al mes por dosis de mantenimiento de 2,4 mg.
En otros países, los precios pueden variar; por ejemplo, en Polonia se puede adquirir por unos 94 €, y se reembolsa para pacientes diabéticos.
Wegovy (semaglutida):
En España, la dosis de mantenimiento cuesta alrededor de 180 € al mes .
Mounjaro (tirzepatida):
En España, tendrá un precio de 271 € al mes por 5 mg y 358 € al mes por 10 mg.
Saxenda (liraglutida):
El tratamiento mensual cuesta unos 270–283 €.
Estas cifras se encuentran generalmente fuera del sistema público de salud, lo que significa que los pacientes solventan el coste por su cuenta, aunque hay excepciones según el país y la indicación médica .
Eficacia y consideraciones médicas
Estos medicamentos ayudan a reducir el apetito y prolongar la sensación de saciedad. En ensayos:
Mounjaro logró una pérdida de peso promedio del 22,5 % en pacientes obesos (hasta 23 kg menos) y 96 % redujo al menos un 5 % del peso corporal.
Estudios confirman que efectivamente ayudan con el control de peso cuando se combinan con dieta y ejercicio .
Pero no están exentos de efectos secundarios, que incluyen náuseas, diarrea, mareos y en casos raros, pancreatitis o problemas tiroideos . También se han detectado casos graves asociados a productos falsificados.
Estas inyecciones ofrecen una opción efectiva para combatir el sobrepeso y la obesidad, pero su alto coste mensual limita el acceso para muchos.
En algunos países europeos se reembolsan parcialmente, especialmente para la diabetes, pero suelen quedar fuera de cobertura para pérdida de peso.
El éxito del tratamiento requiere supervisión médica, acompañamiento nutricional y ejercicio.
Es esencial adquirir los medicamentos solo a través de canales controlados, para evitar falsificaciones peligrosas.