La nictofobia o fobia a la oscuridad que es producida por los riesgos que no podemos ver pero que imaginamos que están en el mismo lugar en el que encontramos. Puede llegar a bloquear la capacidad de reacción y la capacidad de pedir ayuda. Se considera normal en niñas y niños de dos a siete años de edad pero lo normal es que desaparezca de forma progresiva. Si pervive en el tiempo lo recomendado por los especialistas es consultar con un psicoterapeuta para tratar de superar la fobia.

Causas de la nictofobia

No poder visualizar los peligros

El miedo a la oscuridad es una reacción natural de la evolución del ser humano ya que se encuentra en desventaja ante los depredadores nocturnos ya que pierde capacidad visual sin la presencia lumínica. La nictofobia es un miedo irracional causado por una percepción distorsionada y anticipatoria de los peligros que nos acechan en la oscuridad tanto en entornos abiertos (bosque, calle, campo…) como en entornos cerrados (dormitorio, la propia casa, un parking, un trastero, una casa desconocida, un edificio desconocido…).

La nictofobia también puede tener origen en un trauma o una vivencia angustiante como un accidente, sometimiento a abusos, violencia, malos recuerdos o una visión distorsionada sobre la oscuridad aprendida a través de relatos de miedo y terror, por ejemplo.

En la oscuridad, además, se perciben sonidos que se sienten como amenazas como crujidos, pasos que se acercan, voces, coches, puertas que se abren o se cierran, sonidos de animales… La falta de familiaridad con el entorno y la intensidad de la oscuridad puede hacer más intensa la ansiedad y angustia que acompañan a la nictofobia.

Síntomas de la nictofobia

Ansiedad y otros

Los signos de que alguien puede presentar un caso de nictofobia son:

– Miedo irracional e intenso a la oscuridad.

– Problemas para conciliar el sueño e insomnio durante la noche.

– Ansiedad o crisis de ansiedad en situaciones de oscuridad.

– Sudoración, mareos o dificultad para respirar cuando se está a oscuras.

– Angustia al despertarse en un entorno oscuro.

– Rechazo a salir de casa durante la noche.

– Necesidad compulsiva de tener una luz de referencia durante la noche.

Diagnóstico de la nictofobia

Entrevista clínica y pruebas

Para diagnosticar la nictofobia el especialista realiza una entrevista personal y realiza pruebas como:

– La prueba de actuación en la oscuridad de Coffman para evaluar el comportamiento en situaciones cada vez más oscuras.

– La prueba de aproximación conductual a la oscuridad de Méndez y que incluye seis situaciones con un nivel de intensidad de luz diferente.

– Registro de conductas en la oscuridad de Mikulas y Coffamn que valora en una escala de cero a cuatro si se hacen cosas como: pasar por un pasillo oscuro, ir al lavabo de noche y a oscuras, apagar todas las luces de casa, o entrar en espacios como el parking, el trastero o el dormitorio a oscuras.

– Registro a la hora de dormir de Méndez y González que evalúa el miedo que siente el paciente en el momento de irse a dormir.

Tratamiento y medicación de la nictofobia

Psicoterapia

El tratamiento de elección contra la nictofobia es la psicoterapia que puede incluir desde la terapia cognitivo-conductual para ayudar al paciente a comprender esos sentimientos negativos hacia la oscuridad y la noche y tratando de construir pensamientos útiles y positivos para controlar la fobia.

También se pueden incluir a nivel psicoterapéutico:

– Terapias de relajación y atención plena.

– Técnicas de respiración.

– Técnicas de exposición y desensibilización exponiendo al paciente al miedo de forma pausada y aplicando técnicas de autocontrol.

– Realidad virtual para recrear ambientes que permitan enfrentar miedos de un modo controlado.

– Terapia asistida con animales para facilitar el control emocional.

A nivel farmacológico, y en casos graves, el psiquiatra puede plantear una pauta de ansiolíticos y antidepresivos aparte de la psicoterapia. Sin embargo, la modificación de la conducta a través de psicoterapia es el tratamiento de elección.

Prevención de la nictofobia

Evitar fomentar los miedos

Una fobia no tiene prevención pero sí se puede tratar de evitar que progrese evitando fomentar los miedos que se asocian a la oscuridad como las películas y las historias de miedo y terror.

lavanguardia.com

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