Médicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) atienden a estudiantes de la institución que sufren depresión y trastornos por abuso de bebidas alcohólicas con un método innovador, no invasivo, llamado estimulación magnética transcraneal, que complementa la terapia psicológica y medicamentos.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, es por ello la necesidad de probar con diferentes métodos para eliminarla.

Esta técnica que se aplica en la Facultad de Medicina, a través de su Departamento de Psiquiatría, estimula la corteza cerebral, a través de una serie de corrientes eléctricas localizadas en una bobina generadora de un campo magnético artificial.

Al respecto, especialistas enfatizan que las enfermedades mentales son una de las principales causas de discapacidad en el mundo.

Explicarin que la estimulación magnética transcraneal es un método aprobado desde 2010, el cual tiene 30 años de investigación. El 66 por ciento responde a antidepresivos convencionales, sin embargo, ahí es cuando la resistencia obliga a nuevas oportunidades terapéuticas.

¿Cómo funciona?

Se trata de una técnica que estimula la corteza cerebral, a través de una serie de corrientes eléctricas localizadas en una bobina generadora de un campo magnético artificial.

Cada una de las áreas de la corteza cerebral tiene ciertas funciones, y al estimularlas con un campo magnético poderoso, se logra que su función mejore, pero cuando se hace con una onda mínima se inhibe esa área de la corteza.

La estimulación magnética transcraneal, es capaz de atravesar la piel, el cráneo y todos los tejidos que protegen el sistema nervioso central. Y al entrar en contacto con la corteza cerebral, el estimulo magnético se convierte en energía eléctrica. «Esa es la razón por la cual el tejido cerebral responde y genera una acción».

De hecho, no se requiere ninguna clase de anestesia ni hospitalización. Además, este tratamiento no genera ningún otro síntoma y se considera una forma de exploración de muchas funciones del sistema nervioso central.

Este método se ha utilizado para atender otros padecimientos como déficit de atención, trastornos por consumo de sustancias alcohólicas y otras drogas como cocaína, alteraciones de personalidad, autismo y trastornos de la conducta alimentaria. El objetivo es regular este tipo de conductas impulsivas que podrían llevar a una patología.

Actualmente, el Departamento de Psiquiatría de la UNAM tiene dos protocolos de atención de estimulación magnética transcraneal. En el primero, se atiende a pacientes con depresión resistente a fármacos, y la segunda, es para quienes padecen trastornos por abuso en el consumo de alcohol.

infobae.com

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