Una de las primeras zonas en las que aparecen las arrugas es el contorno de los labios, pero acabar con el denominado código de barras es solo uno de los beneficios del lip lifting

Con el paso de los años, la pérdida de colágeno de la piel hace que los tejidos abandonen su turgencia habitual y comiencen a ceder ante la gravedad descolgándose, creando pliegues, terminando en una pérdida de definición del rostro. La menor elasticidad y volumen en la piel se notan enseguida en la zona del contorno de los labios, donde las arrugas peribucales se apoderan del espacio entre labio y nariz, acortándolo visiblemente.

A todo esto se le suma el surco nasogeniano -de nariz a comisuras-, que se va profundizando con el paso de los años, algo que repercute especialmente en la expresividad del rostro. Su profundización se debe al descenso de la mejilla. Según los expertos del Instituto de Benito, “debido a la atrofia de los compartimentos faciales de la grasa, se alargan, produciendo las denominadas ‘líneas marionette’ y la caída y hundimiento de la esquina o comisura bucal”, es decir, esas marcadas y gruesas arrugas que se dibujan a los lados de la boca.

Otra situación bastante habitual es ver cómo el labio superior va perdiendo forma y se alarga siendo cada vez más fino; sin embargo, tener los labios finos no tiene por qué ser una cuestión de edad ya que simplemente podemos tener los labios más estrechos por razones genéticas.

Sí, los labios y el contorno de la boca se convierten en un territorio bélico ante el cual el uso de cosméticos específicos puede no ser suficiente y algunos rellenos pueden generarnos desconfianza por el terror a terminar con un aspecto artificial. La solución parece estar en el lado de las intervenciones quirúrgicas y aquí el lip lifting parece ir tomando ventaja poco a poco. «Cuando la comisura labial desciende hacia abajo dando una expresión constante de enfado, se necesita recurrir a un minilifting localizado en esta zona».

A diferencia de las infiltraciones, los resultados del lip lifting son permanentes, no hacen falta retoques posteriores, aunque se pueden complementar sus resultados con rellenos de ácido hialurónico en caso de querer más volumen.

El nombre técnico es queiloplastia embellecedora y el procedimiento consiste en extirpar una parte de la piel que se encuentra encima del arco de Cupido para lograr que el espacio entre nariz y labio sea menor y dejando la cicatriz oculta. De este modo se consigue tensar la zona, elevando el labio superior y dejando una mayor parte del labio a la vista. Otro de los efectos que se logra es el de dejar la encía y los dientes más visibles, una característica muy juvenil. “Se puede combinar con relleno de ácido hialurónico en el labio inferior (que normalmente está hundido) a nivel de la comisura para mejorar y rejuvenecer la zona peribucal”.

vanitatis.elconfidencial.com

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