Los vacunados mostraron menos lesiones genitales, menos replicación viral y menos diseminación viral que propaga la infección a otros más fácilmente.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Cincinnati, la Universidad Northwestern y la Universidad de Nebraska-Lincoln (Estados Unidos), y publicado en la revista ‘Nature Vaccines’, ha evidenciado el potencial de una vacuna para generar anticuerpos y limitar la diseminación del herpes.

En concreto, los investigadores han observado que la vacunación en cobayas con el virus vivo modificado aumentó significativamente la producción de anticuerpos que combaten el virus. Además, cuando se los desafió con una cepa virulenta del virus del herpes simple, los animales vacunados mostraron menos lesiones genitales, menos replicación viral y menos diseminación viral que propaga la infección a otros más fácilmente.

El virus modificado es en realidad una forma de virus del herpes simple tipo 1, más conocido por causar el herpes labial. El hecho de que haya demostrado protección cruzada contra el VHS tipo 2, el tipo de transmisión sexual generalmente responsable del herpes genital, sugiere que una edición específica de la vacuna contra el VHS-2 podría resultar aún más eficaz.

La Organización Mundial de la Salud estima que más de 500 millones de personas tienen el VHS-2, que persiste durante toda la vida y, a menudo, se enciende en respuesta al estrés. Además de causar ampollas, el VHS-2 aumenta el riesgo de infección por VIH y puede contribuir a la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia.

A pesar de la prevalencia de los virus, más de cuatro décadas de investigación aún no permitido producir una vacuna para HSV-1 o HSV-2, debido a que los alfaherpesvirus, que incluyen al VHS, han desarrollado una forma especialmente sofisticada de evadir las respuestas inmunitarias destinadas a destruirlos.

Después de infectar los tejidos de las mucosas de la boca o del tracto genitourinario, el VHS se abre camino hasta las puntas de los nervios sensoriales que transmiten señales responsables de las sensaciones de dolor, tacto y similares.

Con la ayuda de un interruptor molecular especializado, el virus irrumpe en la célula nerviosa y se monta en el equivalente molecular de un tranvía que lo transporta a lo largo de una fibra nerviosa hasta el núcleo de una neurona sensorial.

Mientras que la infección de las mucosas desaparece pronto con la respuesta inmune, las neuronas infectadas se convierten en un santuario del sistema inmunológico del cuerpo, y el VHS se retira solo cuando es agitado por aumentos de esteroides u otras hormonas que incrementan el estrés en el huésped.

Años de investigación

El equipo de investigadores estadounidense ha pasado años estudiando cómo evitar que el VHS llegue al sistema nervioso. Caracterizaron la arquitectura de una determinada proteína del alfaherpesvirus, pUL37, que sospechaban que era parte integral del virus que se movía a lo largo de las fibras nerviosas. Los análisis informáticos basados en esa arquitectura sugirieron que tres regiones de la proteína podrían resultar importantes para el proceso.

Posteriormente, extrajeron cuidadosamente y reemplazaron cinco codones, la información de codificación fundamental en el ADN, del genoma viral de cada región. A continuación inyectaron a ratones un virus modificado en la región 2, o R2, de la proteína, comprobando que en lugar de avanzar más profundamente en el sistema nervioso, el virus se quedó atrapado en la terminal nerviosa.

Además, estudios adicionales mostraron que el virus con mutación R2 funcionó bien como vacuna en ratones, y eludió ciertos problemas difíciles que habían surgido con otros enfoques de vacunas. Pasado un tiempo, los expertos probaron la eficacia de una forma R2 modificada de HSV-1 contra la infección por HSV-2 en cobayas.

Mientras que la última vacuna candidata no tuvo un efecto discernible en la cantidad de días que los conejillos de indias diseminaron el virus, la vacuna R2 del equipo redujo el periodo de diseminación de 29 días a aproximadamente 13. Y, a diferencia de los conejillos de indias que no recibieron vacuna o el otro candidato, los que recibieron la vacuna R2 no mostraron signos de HSV-2 en el grupo de células cerebrales que normalmente lo albergan.

Los anticuerpos neutralizantes se registraron aproximadamente tres veces más en los conejillos de indias inoculados con R2 que en los inoculados con la otra vacuna candidata. “El hecho de que la diseminación viral se redujera tanto con la vacuna R2 es realmente importante, porque es la diseminación viral, incluso si no causa lesiones, la que luego puede transmitir el virus”, han detallado los investigadores.

Con una versión HSV-1 de la vacuna R2 que muestra una protección cruzada tan prometedora contra su contraparte de transmisión sexual, la lista de tareas pendientes de los investigadores ahora incluye fabricar y probar una vacuna contra el virus HSV-2.

elmedicointeractivo.com

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