Con frecuencia, los médicos diagnostican los trastornos de obstrucción ureteral antes del nacimiento durante las ecografías prenatales de rutina, que pueden mostrar detalles del feto en desarrollo, incluidos los riñones, los uréteres y la vejiga. Los médicos a menudo realizan otra ecografía después del nacimiento para reevaluar los riñones.

Si el médico sospecha que tienes un uréter obstruido, se pueden realizar algunas de las siguientes pruebas y exploraciones para llegar a un diagnóstico:

  • Análisis de sangre y de orina. El médico examina muestras de sangre y orina en busca de signos de infección y la presencia de creatinina, lo cual indica que los riñones no están funcionando adecuadamente.
  • Ecografía. Una ecografía del área detrás de los órganos abdominales (ecografía retroperitoneal) le permite al médico observar los riñones y los uréteres.
  • Cistouretrograma miccional. Para examinar el flujo anormal de orina, el médico inserta un pequeño tubo (catéter) a través de la uretra, inyecta una sustancia de contraste en la vejiga y toma radiografías de los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra antes y durante la micción.
  • Gammagrafía renal. El médico o un técnico inyecta una sustancia de contraste que contiene una pequeña cantidad de material radioactivo en el brazo. Una cámara especial detecta la radiactividad y produce imágenes que el médico utiliza para evaluar el sistema urinario.
  • Cistoscopia. Se inserta un pequeño tubo con una cámara y luz en la uretra o a través de una pequeña incisión. El sistema óptico permite al médico ver dentro de la uretra y la vejiga.
  • Exploración por tomografía computarizada (TAC). Una tomografía computarizada combina una serie de imágenes de radiografías tomadas desde muchos ángulos diferentes y procesadas por computadora para crear imágenes transversales de tus riñones, uréter y vejiga.
  • Imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Una resonancia magnética abdominal usa un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos y tejidos que componen el sistema urinario

Tratamiento

El objetivo del tratamiento de la obstrucción uretral es eliminar los bloqueos, si es posible; o derivarlos, lo cual puede ayudar a reparar el daño en los riñones. Es posible que el tratamiento incluya antibióticos para eliminar infecciones asociadas.

Procedimientos de drenaje

Una obstrucción uretral que produce dolor intenso puede requerir un procedimiento inmediato para eliminar la orina del cuerpo y aliviar temporalmente los problemas que causa el bloqueo. Tu médico (urólogo) puede recomendar lo siguiente:

  • stent uretral: tubo hueco que se coloca dentro de la uretra para mantenerla abierta;
  • nefrolitotomía percutánea: introducción de un tubo por la espalda para drenar el riñón de forma directa;
  • catéter: tubo que se introduce por la uretra para conectar la vejiga a una bolsa de drenaje externa. Esto puede ser de especial importancia si los problemas en tu vejiga también contribuyen al drenaje deficiente de los riñones.

Tu médico puede decirte qué procedimiento o combinación de procedimientos es mejor para ti. Los procedimientos de drenaje pueden proporcionar alivio temporal o permanente, dependiendo de tu enfermedad.

Procedimientos quirúrgicos

Existen varios procedimientos quirúrgicos que se realizan para corregir las obstrucciones uretrales. El tipo de procedimiento depende de tu situación.

La cirugía de obstrucción uretral puede realizarse a través de alguno de los siguientes enfoques quirúrgicos:

  • cirugía endoscópica: procedimiento mínimamente invasivo que consiste en pasar un instrumento con luz por la uretra hasta la vejiga y otras partes de las vías urinarias. El cirujano realiza un corte en la parte dañada o bloqueada del uréter para ensanchar el área y luego coloca un tubo hueco (stent) en el uréter para mantenerlo abierto. Este procedimiento se puede realizar tanto para diagnosticar como para tratar un trastorno.
  • Cirugía abierta: procedimiento en el que el cirujano realiza una incisión en el abdomen.
  • Cirugía laparoscópica: procedimiento que se realiza a través de un pequeño tubo con una luz y una cámara que le permite al cirujano ver dentro de tu cuerpo. El cirujano realiza una o más incisiones pequeñas en la piel para introducir el tubo con luz y otros instrumentos necesarios para el procedimiento.
  • Cirugía laparoscópica con asistencia robótica: procedimiento en el que el cirujano utiliza un sistema robótico para llevar a cabo el procedimiento laparoscópico.

La diferencia principal entre estos enfoques quirúrgicos es el tiempo de recuperación después de la cirugía, y la cantidad y el tamaño de las incisiones realizadas en el procedimiento. Tu médico (urólogo) determina el tipo de procedimiento y el mejor enfoque quirúrgico para tratar tu trastorno.

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