Una eventración o hernia incisional es el resultado de una mala cicatrización de una incisión (corte) realizado en la pared abdominal durante una intervención quirúrgica. El resultado es un defecto (agujero) en la misma por donde puede salir contenido abdominal (asas intestinales) causando obstrucciones, dolor y, en los casos más graves, necrosis intestinal.

CAUSAS DE LA EVENTRACIÓN

Existen diversas causas de la eventración y pueden depender del paciente, de la propia intervención quirúrgica, o del cirujano.

Causas relativas al paciente:

Con respecto al paciente, existen circunstancias que pueden dificultar la correcta cicatrización de la herida quirúrgica: obesidad, mala nutrición, déficits de alguna vitamina, enfermedades del colágeno (proteína encargada de “fabricar” la cicatriz), tratamientos con corticoides e inmunosupresores,…

Causas relativas a la cirugía:

Con respecto a la propia intervención quirúrgica, se pueden dar complicaciones que afecten al cierre adecuado y a la posterior cicatrización de la herida: infección de la herida por cirugías contaminadas, defecto de la pared y un cierre con tensión excesiva en los bordes,..

Causas relativas al cirujano:

El factor más importante relacionado con una buena cicatrización de una herida quirúrgica es el cierre adecuado de esa incisión por parte del cirujano. Lo que se denomina una BUENA TÉCNICA de cierre de la pared abdominal. Existe un consenso medico científico de cómo se debe llevar a cabo esa técnica ideal de cierre para minimizar al máximo el desarrollo posterior de una eventración.

LA EVENTRACIÓN, UN PROBLEMA GRAVE Y COMÚN

La eventración es un problema muy grave. En diversos artículos publicados se estima que hasta un tercio de las intervenciones quirúrgicas en las que se realiza una incisión en la pared abdominal presentan eventraciones posteriormente.

“Hasta un tercio de las intervenciones quirúrgicas en las que se realiza una incisión en la pared abdominal presentan eventraciones”

Ni siquiera la cirugía laparoscópica se libra de este problema ya que, aunque se realizan incisiones mucho más pequeñas, la frecuencia de eventración se sitúa en torno al 15%.

TRATAMIENTO DE LA EVENTRACIÓN

El tratamiento de la eventración es quirúrgico. Sabemos que cuantas más cirugías se lleven a cabo, PEORES son los resultados. De ahí la importancia de llevar a cabo una cirugía adecuada y duradera, realizada por un cirujano experto y en un centro de referencia.

La popularización del uso de mallas quirúrgicas (prótesis) para tratar de forma más duradera o definitiva este problema ha supuesto un avance muy importante. La mayoría de la comunidad científica considera necesario su uso porque sus ventajas (mucho mejores resultados) superan de largo sus inconvenientes (molestias por cuerpo extraño, infección).

El otro factor muy importante que ha mejorado los resultados, ha sido la dedicación de un grupo de cirujanos a desarrollar nuevas, variadas, y mejores técnicas quirúrgicas en el tratamiento de la eventración en la pared abdominal, sobre todo en los últimos 15-20 años. A esto se ha añadido la cirugía laparoscópica como otra técnica muy útil en ciertos grupos de pacientes.

LA IMPORTÀNCIA DE UN BUEN CIRUJANO PARA TRATAR LA EVENTRACIÓN

Por estas razones; su elevada incidencia, su dificultad técnica, y la necesidad de un conocimiento preciso y actualizado de anatomía y nuevas técnicas quirúrgicas, es FUNDAMENTAL ELEGIR UN CIRUJANO DEDICADO A LA PARED ABDOMINAL para el tratamiento de la eventración primaria o que haya sido operada en varias ocasiones (recidivada). Es crucial para conseguir los mejores resultados.

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