La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el Virus del papiloma humano (VPH) es una infección sexual muy común a nivel mundial. Se estima que el 90% de las personas serán infectadas por esta enfermedad durante su vida, poniéndolas en riesgo por una variedad de problemas de salud que pueden presentar.

“Existen distintos microorganismos, estos pueden ser las bacterias, protozoos y los virus. El nombre, Virus del papiloma humano, se deriva de las manifestaciones de la enfermedad en el cuerpo, ya que provocan papilomas y afecta únicamente al ser humano. Existen más de 200 tipos de VPH, aunque algunos son inofensivos, otros pueden provocar verrugas en los genitales o cáncer”, explica el médico Herbert Orlando Vides.

Las infecciones genitales por VPH son muy comunes. De hecho, casi todas las personas sexualmente activas se contagian con el VPH en algún momento de su vida. La mayoría no tienen síntomas y se sienten perfectamente bien, por lo que generalmente no saben que están infectadas.

Cómo se contagia

El VPH se puede contraer al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona que tenga el virus, incluso, si no presenta signos ni síntomas. “Toda persona sexualmente activa, aunque tenga relaciones únicamente con su pareja, si no sabe que está infectada, puede contagiarse del Virus del papiloma humano. Los síntomas se pueden presentar años después de haber contraído el virus, por lo que es muy difícil saber cuándo se infectó por primera vez”, comenta Angélica Carrillo, infectóloga.

Si se está embarazada y tiene infección por VPH, con verrugas genitales, es posible que el bebé contraiga la infección. En raras ocasiones, la infección puede causar un crecimiento no canceroso en la laringe del bebé, pero ocurre en casos muy especiales.

Síntomas

De acuerdo con Vides, no todas las personas con VPH presentan síntomas. Pero cuando lo hacen se pueden manifestar con enfermedades venéreas que consisten en verrugas, una pequeña elevación que puede ser plana o elevada; en papilomas, una elevación de mayor tamaño; o condilomas, que son elevaciones más grandes de cinco a ocho centímetros. Estos se presentan en las áreas genitales de hombres y mujeres.

Las verrugas genitales aparecen como lesiones planas, pequeños bultos en forma de coliflor o pequeñas protuberancias en forma de tallo. En las mujeres, las verrugas genitales aparecen principalmente en la vulva, pero también pueden aparecer cerca del ano, en el cuello uterino o en la vagina.

En los hombres, aparecen en el miembro masculino y el escroto o alrededor del ano. Las verrugas genitales rara vez causan molestias o dolor, aunque pueden causar comezón o tener sensibilidad, detalla el portal Mayoclinic.

Su relación con el cáncer

Otra de las manifestaciones del VPH es cancerígena. Las infecciones de este virus son la principal causa de cánceres en el cuello uterino o de cérvix, el cual puede tardar de 10 a 20 años, o más, en desarrollarse después de una infección por VPH. Cuando se tiene infección y este tipo de cáncer en estadio temprano, por lo general no causa síntomas notorios.

Para el año 2014 y 2015, el cáncer de cérvix representó el 31.6% de casos de cáncer en el país y en el 2017 fue la causa de muerte de 793 mujeres, según Global Cancer Observatory (Globocan). Este es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta con la vagina.

En atapas avanzadas, el cáncer de cérvix puede causar dolor en la pelvis o sangrado vaginal al tener relaciones sexuales. Sin embargo, en etapas tempranas no causa síntomas. Por ello, es vital que las mujeres se sometan a pruebas de detección regulares para hallar cualquier cambio precanceroso en el cuello uterino que pueda derivar en cáncer.

Se recomienda que las mujeres de 21 a 29 años se hagan la prueba de Papanicolaou cada tres años, las de 30 a 65 años pueden continuar haciéndose esta prueba cada tres o cinco años si también se hacen el análisis de ADN del VPH al mismo tiempo. Las mayores de 65 años pueden dejar de hacerse la prueba si se han obtenido resultados normales en tres pruebas de Papanicolaou seguidas o si se hicieron dos análisis de ADN del VPH y Papanicolaou sin resultados anormales.

El Virus del papiloma humano puede causar otros tipos de cáncer, como en la vulva, vagina, pene o ano. También en la parte de atrás de la garganta, como en la base de la lengua y amígdalas. A este se le llama cáncer orofaríngeo.

La OMS detalla que la prevalencia de cualquier tipo de VPH en el pene es del 18.7%; en el escroto del 13.1%; y del 7.9% en la región del perineo. Hombres que han tenido por lo menos tres parejas sexuales en la vida tienen 4.5 veces más riesgo de infectarse por cualquier tipo de VPH que aquellos que han tenido menos parejas.

Además, la OMS estimó que para el 2017 la prevalencia de VPH en mujeres era de 11.7% en todo el mundo. América Latina y Caribe presentaron 16.1% de prevalencia, la segunda más alta del mundo después de África Sub-Sahariana con 24%.

Tipos de VPH

La mayoría de los tipos de VPH pueden causar verrugas “comunes”, así como la mayor parte de las infecciones genitales por VPH son inofensivas y desaparecen solas. Sin embargo, algunos tipos de VPH pueden provocar las verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer, según Planned Parenthood:

Los tipos 6 y 11 de VPH causan la mayoría de los casos de verrugas genitales. Estas son causadas por un tipo del VPH de bajo riesgo, ya que no provocan cáncer ni otros problemas graves de salud.
Al menos una docena de tipos de VPH pueden provocar cáncer. Sin embargo, dos en particular, los tipos 16 y 18, son los causantes de la mayoría de los casos. A estos se los denomina VPH de alto riesgo. El cáncer cervical es comúnmente asociado al VPH, pero también puede causar cáncer en la vulva, vagina, pene, ano, boca y garganta.

Factores de riesgo

  • Las infecciones por VPH son comunes. El portal Mayoclinic describe que los factores de riesgo para la infección por el VPH incluyen los siguientes:
  • Número de parejas sexuales: Cuantas más sean, más probabilidades tendrá de contraer una infección genital por el VPH. Tener relaciones sexuales con una pareja que ha tenido múltiples parejas sexuales también aumenta el riesgo.
  • La edad: Las verrugas genitales ocurren con más frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes.
  • Sistemas inmunitarios debilitados: Las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados corren mayor riesgo de contraer infecciones por el VPH. El sistema inmunitario puede estar debilitado por el VIH/sida o por medicamentos inhibidores del sistema inmunitario que se utilizan después de los trasplantes de órganos.

Tratamiento

Los especialistas comentan que no existe cura para el Virus del papiloma humano. Sin embargo, existen diversos tratamientos para las manifestaciones de esta enfermedad en el organismo. Por ejemplo, las verrugas y papilomas se pueden tratar con tratamientos tópicos o con crioterapia, que es una técnica de congelación o un procedimiento de escisión electroquirúrgica en bucle, que usa corriente eléctrica para extirpar el tejido anormal.

Cuando se trata de condilomas, se recomienda un tratamiento quirúrgico, debido al tamaño de la lesión.

Extirpar estas manifestaciones genitales no significa que una persona ya no tiene VPH. Las verrugas pueden volver a aparecer porque el virus puede permanecer en otras células del cuerpo.

Prevención

Debido a que el VPH no tiene cura, lo aconsejable es apostar a la prevención. Esta se puede lograr de diversas formas:

  • Tener una relación mutuamente monógama o tener relaciones sexuales con una persona que solo tenga relaciones sexuales con usted.
  • Realizarse exámenes médicos constantemente, según la edad, para monitorear que no existe ningún riesgo de la enfermedad. Por ejemplo, la prueba de Papanicolau a partir de los 21 años.
  • Usar un condón en forma correcta cada vez que se tienen relaciones sexuales. Sin embargo, este método no garantiza que no habrá infección por el virus, ya que hay zonas que el condón no cubre.
  • Vacunarse contra el VPH: Garantiza que no habrá infección si se la coloca cuando no ha tenido relaciones sexuales, por ello se recomienda durante la niñez. Se puede colocar a los 9 años y una segunda dosis después de 6 meses de la primera. Si se es mayor de 15 se requieren tres dosis: la segunda un mes después de la primera y la tercera cinco meses después de la segunda.

prensalibre.com

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