Un estudio retrospectivo realizado en Reynosa, Tamaulipas (México), demostró que el seguimiento telefónico mensual durante un año puede reducir significativamente los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c) en pacientes con diabetes tipo 2.
Detalles del estudio
Participaron 287 pacientes (122 hombres y 165 mujeres) con diabetes de evolución ≥ 6 meses y acceso telefónico.
Se realizaron 134 llamadas promedio por paciente, con al menos nueve llamadas en el 71 % de los casos.
El porcentaje de pacientes con HbA1c ≤ 6,5 % aumentó de 49,1 % a 56,7 %, es decir, 22 pacientes alcanzaron el control glucémico óptimo.
Factores relevantes
El seguimiento continuado mejoró la adherencia terapéutica y favoreció la responsabilidad del paciente en su propio cuidado.
Se observó un efecto protector en las mujeres (OR=0,475), quienes mostraron mayor compromiso y adherencia.
Los profesionales destacaron que las llamadas son de bajo costo, accesibles y efectivos, especialmente en áreas rurales con menor acceso a servicios de salud.
Implicaciones para la práctica clínica
El seguimiento telefónico puede integrarse en la atención primaria, incluso fuera de contexto pandémico.
Requiere la capacitación del personal, protocolos estandarizados y sistemas para medir su efectividad.
Abre la puerta a otras modalidades como mensajería, videollamadas y plataformas digitales para el control de enfermedades crónicas.
Posibles próximos pasos
Evaluar el uso de herramientas digitales (SMS, apps, videollamadas) para el seguimiento.
Adaptar el modelo a pacientes con descontrol metabólico severo y HbA1c >9 %, para medir su efectividad en este grupo de alto riesgo.