Los investigadores desconocen exactamente qué causa el cáncer de próstata. Sin embargo, los investigadores han encontrado algunos factores de riesgo y han logrado avanzar en el entendimiento de cómo estos factores pudieran causar que las células de la glándula prostática se conviertan en células cancerosas.
En términos generales, el cáncer de próstata es causado por cambios en el ADN de una célula normal de la próstata. El ADN es el químico en nuestras células que conforma nuestros genes, y que controla cómo funcionan nuestras células. Por lo general, nos asemejamos a nuestros padres porque de ellos proviene nuestro ADN. Sin embargo, el ADN afecta algo más que solo nuestra apariencia.
Algunos genes controlan cuándo crecen nuestras células, cuándo se dividen para formar nuevas células y cuándo mueren:
A ciertos genes que ayudan a las células a crecer, dividirse y a mantenerse vivas se les denominan oncogenes.
Los genes que normalmente mantienen el control del crecimiento celular reparan los errores en el ADN, o que provocan que las células mueran en el momento oportuno se llaman genes supresores de tumores.
El cáncer puede ser causado por mutaciones en el ADN (u otros tipos de cambios) que mantienen activados a los oncogenes, o que desactivan los genes supresores de tumores. Estos tipos de cambios genéticos pueden propiciar que las células crezcan fuera de control.
Los cambios en el ADN pueden ser heredados de uno de los padres o pueden ser adquiridos durante la vida de una persona.
Mutaciones genéticas hereditarias
Algunas mutaciones genéticas pueden ser transmitidas de una generación a otra (hereditarias), y se encuentran en todas las células del cuerpo. Se cree que los cambios genéticos heredados desempeñan un papel en aproximadamente el 10% de los cánceres de próstata. El cáncer causado por genes hereditarios se denomina cáncer hereditario. Varios genes mutados heredados han sido vinculados al cáncer de próstata hereditario, incluyendo:
BRCA1 y BRCA2: estos genes supresores de tumores normalmente ayudan a reparar errores en el ADN de una célula (o provocan que la célula muera si el error no se puede corregir). Las mutaciones hereditarias en estos genes causan más comúnmente cáncer de seno y de ovario en las mujeres. Sin embargo, los cambios en estos genes (especialmente BRCA2) también son responsables de un pequeño número de cánceres de próstata.
CHEK2, ATM, PALB2, y RAD51D: las mutaciones en estos otros genes de la reparación del ADN también podrían ser responsables de algunos cánceres de próstata hereditarios.
Genes de reparación de discordancias de ADN (como MSH2, MSH6, MLH1, y PMS2): estos genes normalmente ayudan a corregir errores (discordancias) en el ADN que se pueden cometer cuando una célula se está preparando para dividirse en dos nuevas células. (Las células deben hacer una copia nueva de su ADN cada vez que se dividen). Los hombres con mutaciones hereditarias en uno de estos genes tienen una condición conocida como síndrome de Lynch (también conocida como cáncer colorrectal hereditario sin poliposis [HNPCC]), y tienen un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal, próstata y otros tipos de cáncer.
RNASEL (anteriormente HPC1): la función normal de este gen supresor de tumores consiste en ayudar a las células a morir cuando algo anda mal en su interior. Las mutaciones hereditarias en este gen podrían permitir que las células anormales vivan más tiempo de lo que deberían, lo que puede dar lugar a un mayor riesgo de cáncer de próstata.
HOXB13: este gen es importante en el desarrollo de la glándula prostática. Las mutaciones en este gen han sido vinculadas al comienzo temprano del cáncer de próstata (cáncer de próstata diagnosticado a una edad temprana) que tiende a darse en algunas familias. Afortunadamente, esta mutación es poco común.
Otras mutaciones genéticas hereditarias pueden ser responsables de algunos tipos de cáncer de próstata hereditarios, y se están realizando investigaciones para encontrar estos genes.
Mutaciones genéticas adquiridas
Algunos genes mutan durante la vida de una persona, y la mutación no es trasmitida a los hijos. Estos cambios se detectan solamente en las células que provienen de la célula original que mutó. A estas se les denominan mutaciones adquiridas. La mayoría de las mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer de próstata no parecen ser hereditarias, sino que se forman durante el transcurso de la vida de un hombre.
Cada vez que una célula se prepara para dividirse en dos nuevas células debe copiar su ADN. Este proceso no es perfecto y algunas veces ocurren errores, lo que deja al ADN con defectos en la célula nueva. No está claro con qué frecuencia estos cambios del ADN se deben a eventos aleatorios, ni con qué frecuencia son influenciados por otros factores (como alimentación, niveles hormonales, etc.). En general, entre más rápido las células de la próstata crezcan y se dividan, mayores serán las probabilidades de que ocurran las mutaciones. Por lo tanto, cualquier cosa que acelere este proceso puede hacer que el cáncer de próstata sea más probable.
Por ejemplo, los andrógenos (hormonas masculinas), como la testosterona, promueven el crecimiento celular prostático. Tener niveles más altos de andrógenos puede contribuir al riesgo de cáncer de próstata en algunos hombres.
Algunas investigaciones han descubierto que los hombres que presentan altos niveles de otra hormona, el factor de crecimiento análogo a la insulina -1 (IGF1), tienen más probabilidades de padecer cáncer de próstata. Sin embargo, otros estudios no han encontrado tal asociación. Se necesita más investigación para comprender estos hallazgos.
Como se indicó en Factores de riesgo para el cáncer de próstata, algunos estudios han revelado que la inflamación en la próstata puede estar relacionada con el cáncer de próstata. Una teoría consiste en que la inflamación puede ocasionar daño del ADN de la célula, lo que pudiera contribuir a que una célula normal se convierta en cancerosa. Aún se necesita investigar más al respecto.
La exposición a la radiación o a las sustancias químicas cancerígenas puede causar mutaciones en el ADN de muchos órganos, pero hasta el momento no se ha demostrado que estos factores sean causas importantes de mutaciones en las células de la próstata.
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