Parecía una moda pasajera, ligada al fenómeno Kardashian y al gusto por el trasero XXL de otras famosas como la tenista Serena Williams o la cantante Jennifer López. Sin embargo, la cirugía de aumento de glúteos no sólo ha consolidado su demanda, sino que la aumenta año tras año.
En España sube cuatro puntos en el ranking de las más solicitadas, mientras que a nivel global , la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética, ISAPS, cifra en un 17% su crecimiento en 2017.
La tendencia durará aun unos años, según el presidente de la española AECEP , dependerá de sus resultados a medio plazo, de cómo envejezcan las pacientes con las técnicas que se están empleando en la actualidad.
Para aumentar no sólo el tamaño sino para dar forma al contorno glúteo existen dos técnicas, a veces complementarias entre sí: las prótesis específicas para esta zona y los injertos con grasa propia del paciente.
Las prótesis glúteas más seguras que el aumento graso
Este último método, reconoce, ha dado lugar a casos de embolismo con resultado de muerte. Se trata de sucesos aislados, que no tienen que ver con el material, tejido graso excedente de otras zonas de la anatomía de la persona que se somete a la operación, sino con el propio procedimiento. En este sentido, se han realizado estudios anatómicos muy importantes con la colaboración de sociedades internacionales como ASPS, ASAPS e ISAPS y se han hecho unas recomendaciones de cómo se ha de llevar a cabo la inyección y evitar en lo posible la inyección intramuscular. Si se siguen estas indicaciones, admite, la cirugía es segura.
Una fórmula más segura aun es el aumento de glúteos con implantes. Se realiza , con unas prótesis específicas, distintas de las indicadas para el aumento de pecho. El material es más resistente y aunque hay menos tipos, existen “las prótesis ovales y redondas. La selección depende del tipo de glúteo y pelvis, así como del espacio que tengamos dentro del músculo para el implante.”
Las prótesis para esta cirugía se colocan dentro del músculo glúteo mayor, explica el experto, y advierte de que “es un gran error poner los implantes por encima del musculo, porque se acaban viendo y movilizando”.
El Push Up ( de verano)
Estos implantes se colocan por igual en hombres y mujeres. En el varón se busca potenciar la silueta y en la mujer dar a la nalga la forma más redondeada posible. Se aumenta y se remodela. Pero, además, se proyecta. Es el llamado Push Up, que cobra gran protagonismo con la llegada del verano y la operación bikini, y que se consigue combinando la liposucción con una de las técnicas arriba explicadas ( prótesis o inyección grasa). La elevación de la zona se logra reduciendo el contorno de la cintura con la lipo, “lo que aumenta la curva hacia el glúteo y acrecienta el efecto”.
La celulitis, el eterno problema de la piel femenina, sobre todo en esta parte del cuerpo, se puede tratar para ofrecer un resultado completo mediante la mesoterapia ( inyecciones de ácido hialurónico y vitaminas). También es útil aquí la radiofrecuencia , una terapia basada en las fuentes de energía para reducir el componente acuoso de la celulitis y la flacidez asociada.
La banana subglútea
La flacidez puede ser también la causante de la aparición de un “rollo de grasa en la zona alta del glúteo, en la transición entre el músculo y el glúteo” denominada banana subglútea. La radiofrecuencia funciona asimismo en este caso, donde también se puede aplicar el lipolaser ( liposucción asistida con láser), con el objetivo de retensar la piel. Otra posibilidad , apunta el cirujano de AECEP, “es vaciar la zona de la banana e injertar con grasa propia los valles superior e inferior, para disimularlo.”
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