La cirugía metabólica o cirugía de la diabetes soluciona hasta el 80% de los casos de diabetes mellitus tipo 2.
Este alto porcentaje de éxito no significa que deban operarse todos los pacientes con diabetes, aunque aquellas personas que, por algún motivo, no pueden llevar de manera correcta su tratamiento médico o aquellas de difícil control, que asocian otros problemas metabólicos a pesar de seguir las medidas correctas, son candidatas, al menos, para ser objeto de un estudio que evalúe su idoneidad para este tipo de intervenciones.
Si además, el paciente candidato a cirugía metabólica presenta otras alteraciones como valores de colesterol, triglicéridos o tensión arterial, estos se verán mejorados notablemente con la cirugía. En la mayoría de los casos, el paciente incluso puede llegar a no necesitar tomar la medicación para estas enfermedades.»La cirugía metabólica no solo ha mostrado ser beneficiosa para el control de la diabetes, sino también para la resolución de las enfermedades asociadas».
Esta cirugía está indicada para aquellos pacientes con diabetes mellitus tipo 2, que a pesar del tratamiento médico no consiguen un control adecuado de la enfermedad.
Si además, el paciente candidato a cirugía metabólica, presenta otras alteraciones como valores de colesterol, triglicéridos o tensión arterial elevada, éstos se verán mejorados notablemente con la cirugía
¿Cómo se realiza la cirugía metabólica?
Son varias las técnicas quirúrgicas que se pueden realizar actualmente, dependiendo de las características del paciente.
La cirugía metabólica o de la diabetes se realiza con las mismas técnicas quirúrgicas que se practican para el tratamiento quirúrgico de la obesidad.
Este tipo de cirugías se realizan habitualmente, y con una tasa de complicaciones muy baja en nuestro centro.
Los pacientes son valorados por especialistas del Área de Obesidad y solicitarán las pruebas e informes a los demás especialistas.
- Consulta con el especialista en Cirugía General y Endocrinología.
- Estudio de composición corporal Bod-Pod.
- Consulta con el nutricionista.
- Viscan.
- Ecografía abdominal.
- Analítica de sangre y orina, E.C.G y radiografía de tórax.
- Además, si el especialista lo considera oportuno, indicará la realización de otras pruebas complementarias.
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