Una biopsia es un procedimiento que se puede usar para diagnosticar el cáncer de próstata. Una biopsia es cuando se extrae una pequeña muestra de tejido de la próstata para analizarla en un microscopio y observar si hay células cancerosas.
Una escala de Gleason se determina durante el análisis de la tejido de biopsia mediante un microscopio. Si hay cáncer, la escala indica la probabilidad de que este cáncer se disemine. Esta escala va del 2 al 10. El puntaje más bajo indica que hay menor probabilidad de diseminación del cáncer.
La biopsia es el instrumento principal para diagnosticar el cáncer de próstata, pero los médicos pueden usar otros instrumentos para ayudar a asegurarse de que la biopsia se realice en el lugar correcto. Por ejemplo, pueden usar una ecografía transrectal, en la que se inserta dentro del recto una sonda del tamaño de un dedo y se obtiene una imagen de la próstata, llamada sonograma, a partir de las ondas de sonido de alta energía (ultrasonido) que rebotan en la próstata. Los médicos también pueden usar imágenes por resonancia magnética para guiar la biopsia.
Clasificación por estadios
Si se diagnostica cáncer de próstata, se realizarán otras pruebas para determinar si las células cancerosas se han diseminado dentro de la próstata o a otras partes del cuerpo. A este proceso se le llama clasificación por estadios o estadificación. El estadio del cáncer de próstata se determina por la localización del cáncer, ya sea que se encuentre solo en la próstata o se haya diseminado a otra parte. Esta estadificación le indicará al médico el tipo de tratamiento que se necesita.
cdc.gov