De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tiene una prevalencia estimada de entre el 2 y el 3 por ciento a nivel mundial y es la sexta causa de discapacidad. Este año destaca la conclusión de que la bipolaridad aumenta el riesgo de síndrome respiratorio agudo severo por COVID-19

Como la mayoría de las enfermedades mentales, este padecimiento es genético y su origen se encuentra en el sistema límbico. Este es el encargado de regular las emociones. Sin embargo, también es influenciado por el ambiente en el que se desarrolle el individuo. Por ejemplo estar sometido a estrés o tener traumas emocionales negativos pueden ser factores desencadenantes.

Sus síntomas pueden presentarse como periodos prolongados (semanas o meses) de tristeza profunda. Estos no forzosamente alternan con periodos de normalidad (eutimia) o euforia (manía), como comúnmente se piensa. Por ejemplo, en el tipo 2 de la bipolaridad, el 66 por ciento de los episodios serán hacia la depresión y sólo el 33 por ciento será hacia la euforia. Estos periodos persistentes en el estado de ánimo pueden llevar al paciente a vivir con esta patología sin saberlo por muchos años.

La edad media en que la enfermedad suele por primera vez es alrededor de los 25 años. Aunque afecta a ambos géneros por igual, se ha observado que las mujeres pueden desarrollar los síntomas mucho más rápido.

La bipolaridad aumenta riesgos en pandemia

De acuerdo con diferentes especialistas, la bipolaridad aumenta la alteración de los ritmos biológicos y sociales. Por ejemplo, con el ciclo circadiano, que esta directamente relacionado. Puede provocar insomnio e hipersomnia por la falta de rutina, lo que aumenta los procesos inflamatorios.

Hoy existe evidencia que habla de una relación entre la seropositividad para diferentes tipos de coronavirus. La bipolaridad también aumenta el riesgo de los trastornos del estado de ánimo y suicidio, según expertos.

A nivel mundial, se ha registrado una interrupción en los servicios de salud mental. Esto ha afectado directamente en el seguimiento y apego a tratamiento, lo que amenaza el progreso y recuperación de los pacientes que a su vez pueden experimentar mayores niveles de estrés.

Los pacientes con este trastorno tienen una alta comorbilidad en obesidad, diabetes, enfermedad coronaria y enfermedad pulmonar obstructivo. También en tabaquismo y consumo de sustancias. Todo ello compromete seriamente el sistema inmunológico. Por ello la bipolaridad aumenta el riesgo de contagio por SARS-CoV-2. Asimismo a desarrollar un síndrome respiratorio agudo severo.

Una cura para la bipolaridad

En la actualidad no se conoce una cura. Sin embargo, los especialistas hacen énfasis en que cada tratamiento es personalizado. El consumo de sustancias pueden ser factores desencadenantes o también la aplicación de tratamientos corticoides.

Con el apoyo de los principales expertos de todo el mundo, grupos como la ANBD (Red Asiática de Trastorno Bipolar), la IBPF Fundación Internacional de Trastornos Bipolares), y la ISBD (Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares), representan un fuerte apoyo para la investigación de las causas biológicas. Los objetivos son: generar nuevos objetivos de tratamiento con medicamentos; mejores tratamientos; mejores métodos de diagnóstico; buscar los componentes genéticos de la enfermedad y estrategias para vivir bien con el trastorno bipolar.

El objetivo del Día Mundial del Trastorno Bipolar es traer a la población mundial información sobre los trastornos bipolares para tratar de educar y mejorar la sensibilidad de las personas hacia este padecimiento.

elmedicointeractivo.com

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