Come bien para tener una vida larga y saludable: este es un mantra con el que todos estamos familiarizados, pero ¿cuáles son los mejores alimentos para ayudarnos a lograr ese objetivo? En esta galería, te ofrecemos una descripción general de algunos de los alimentos más saludables y nutritivos.
Las cifras oficiales indican que, actualmente, los tres primeros países del mundo con la mayor esperanza de vida son Principado de Mónaco (con 89,4 años de esperanza de vida), Japón y Singapur, seguido de Macau, San Marino e Islandia (Chad con 50,6 años de esperanza de vida, Afganistán o Somalia estarían en el extremo opuesto de la cola). Estos son lugares donde los habitantes experimentan una alta calidad de vida, y un elemento importante en esta ecuación es ingerir comidas saludables.
A menudo, encontramos mucha información positiva acerca de los «superalimentos» en los medios de comunicación: alimentos con un valor nutricional tan alto que son vistos como superhéroes de la dieta.
Los nutricionistas rechazan el término «superalimento» como una palabra de moda que puede influir en las personas para que pongamos una expectativa demasiado alta en una variedad limitada de alimentos cuando, en realidad, una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable requieren más esfuerzo que comer cinco veces al día.
Sin embargo, hay ciertos alimentos que son más nutritivos que otros, y muchos que, como lo ha demostrado la investigación, tienen un efecto protector contra una variedad de enfermedades. Aquí, le ofrecemos una descripción general de algunos de los mejores alimentos que puedes considerar incluir en tu dieta en la búsqueda de una vida feliz y saludable.
¿Cuáles son los mejores alimentos para una vida larga y saludable? Aquí tenemos una buena muestra. ¡Buen provecho!
Avena
Muchos productos del cuidado de la piel contienen avena. Pues bien, este cereal consumido en el desayuno o la merienda junto con un yogur o leche nos ayuda en la pérdida de peso, a quemar grasas, eliminar el estrés y reducir los nervios. Por fuera, la avena, gracias a la avenina, es un fantástico aliado para nuestra piel pues nos aporta una piel radiante gracias a que este químico vegetal natural ayuda a prevenir el daño a las células de la piel y calma la irritación.
Los especialistas recomiendan también la avena porque tiene bajo contenido glucémico, por lo que no aumentan su azúcar en la sangre como los panes refinados, el arroz y la pasta. Y es que los alimentos de alto índice glucémico provocan acné y arrugas.
Naranjas
Las naranjas hidratan la piel y sus células. Así, una naranja grande es una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a hacer colágeno y que, a su vez, ayuda a mantener la piel flexible. Por lo general, las verduras y frutas son ideales para luchar contra el envejecimiento y, afortunadamente, disponemos de un abanico muy rico donde poder elegir. También son recomendables los tomates, el perejil o el pomelo rosado o toronja (mezcla de pomelo+naranja).
Aguacates
Los aguacates están repletos de un tipo de grasa muy saludable, la grasa monoinsaturada, que ayuda a mantener la piel hidratada. Esa misma grasa también puede ayudarnos a absorber algunas vitaminas y nutrientes que nuestra piel necesita. Reemplazar mayonesa con aguacate puede ser una elección más que acertada: nos aportará gran sabor y textura y no necesitaremos mucha cantidad para sentirnos saciados. En el caso de que no nos guste el aguacate, podemos probar con nueces o aceite de nuez de macadamia.
Aceite de oliva
El estandarte de la dieta mediterránea es también el guardián del secreto de la eterna juventud pues sus efectos antioxidantes presentes en las vitaminas E y K nos aporta no solo bienestar y una mejor digestión, sino que regenera la piel gracias a sus ácidos grasos Omega 3. Además, un equipo de investigadores del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba (España) comprobó que el aceite de oliva protege contra el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular.
Carne magra
La carne magra, como el solomillo, el pollo o el conejo, es un alimento idóneo para obtener proteínas de alta calidad que a su vez ayudan a construir el colágeno. Eso sí, cuando cocinemos la carne de vacuno, por ejemplo, es mucho mejor cocinarla a fuego muy lento y darle vueltas con frecuencia. Si hacemos lo contrario y la cocinamos a fuego potente hasta que la carne esté excesivamente crujiente, solo conseguiremos crear productos químicos que desharán todas las propiedades antienvejecimiento de la carne. Los huevos o el tofu también son una buena elección.
Coles de Bruselas
Las coles de Bruselas son una gran fuente de vitaminas A y C que le sientan estupendamente a nuestra piel, así como ácido fólico. La vitamina C de las coles de Bruselas promueve el colágeno y la vitamina A y el folato pueden ayudan a prevenir el daño del sol en la piel. También son recomendables la kale o col rizada, las berzas, el brócoli o la coliflor.
Salmón
El salmón es uno de los mejores alimentos para obtener grasas omega-3 saludables. Algunos estudios han sugerido que los ácidos omega-3, especialmente el del pescado, pueden impedir que las células cancerosas de la piel crezcan y se diseminen. Este pescado azul contribuye a mantener el colesterol en niveles normales y previene las enfermedades en las articulaciones. Además, el cabello se fortalece gracias a esta gran fuente de omega 3. Respecto a nuestra piel, las arrugas disminuirán gracias a estas grasas que permitirán mantener la piel hidratada. También son recomendables las semillas de lino y chia, las nueces, la caballa o las sardinas.
Uvas
El resveratrol, que proviene de la piel de las uvas, contrarresta la inflamación, según han constatado muchas investigaciones. Las uvas retrasan el proceso de envejecimiento y luchan contra los efectos de la luz UV y el daño solar. También son recomendables los cacahuetes hervidos (muy consumidos en Carolina del Sur, Carolina del Norte, Georgia o Mississippi) y el cacao en polvo.
Mango
Esta fruta tropical es rica en vitamina A, un antioxidante que repara las células de nuestra piel. También elimina el exceso de grasa y los puntos negros del rostro. Como contiene vitamina C, el mango ayuda a la producción de proteína de colágeno, retrasando el proceso de envejecimiento de la piel.
Cúrcuma
Esta planta herbácea de color anaranjado nativa del suroeste de la India contiene fitoquímicos que actúan como antiinflamatorios y que poseen propiedades antienvejecimiento. Poner una pizca de cúrcuma en nuestro platos no solo nos aportará un sabor especial a nuestras comidas sino que retrasará el envejecimiento prematuro y nos ayudará en momentos de estrés. La cúrcuma se utiliza como especia desde hace más de 4.000 años en la gastronomía y no es para menos.
Huevos
Los huevos poseen proteínas como el hierro que interviene en el mantenimiento del cabello haciendo que llegue la cantidad de oxígeno suficiente a los folículos pilosos, la parte de piel en la que crece el pelo. Además, ralentizan el envejecimiento gracias a que son ricos en vitaminas E y B. Solo la clara de huevo contiene varios minerales, incluyendo el selenio, potasio y sodio, así como vitaminas esenciales para un pelo sano -entre otras cosas- incluyendo la colina y la vitamina B.
Sushi
A los amantes del sushi les encantará que esta comida oriental forme parte de esta galería. Con cada vez más adeptos en Europa, el sushi nos aporta una gran cantidad de nutrientes, sobre todo, el selenio -contenido en las algas- que cuenta con propiedades rejuvenecedoras. La salsa de soja, aderezo de este manjar, también nos aporta grasas insaturadas que actúan como antioxidantes. Sin olvidar el salmón o el pescado del sushi, que evitan los daños provocados por los radicales libres y que tiene un efecto directo sobre nuestra piel.
Edamame
Edamame, o soja fresca, ha sido un elemento básico de la cocina asiática durante generaciones, pero también ha ganado popularidad en el frente occidental en los últimos tiempos. Edamame y tofu son ricos en isoflavonas, que pueden tener propiedades contra el cáncer. Se sabe que las isoflavonas tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas y antimicrobianas.
Por lo tanto, pueden ayudar a regular la respuesta inflamatoria del cuerpo, disminuir el envejecimiento celular, combatir los microbios y, según se informa, proteger contra ciertos tipos de cáncer. El edamame es rico en dos tipos de isoflavonas, en particular: genisteína y daidzeína. Un estudio relativo a estas isoflavonas descubrió que la genisteína podría usarse para mejorar el tratamiento del cáncer de mama.
Tofu
El tofu, un producto parecido al queso blanco hecho de cuajada de soja, ha sido relacionado con una gran cantidad de beneficios para la salud por las mismas razones que el edamame. El tofu puede ser frito, horneado o hervido (por ejemplo, en sopas). Como producto de soja, es rico en isoflavonas, cuyos beneficios para la salud hemos descrito anteriormente; También es una buena fuente de proteínas y contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para sintetizar proteínas. Además, también es rico en minerales, que nuestros cuerpos necesitan para mantener nuestros dientes y huesos fuertes y sanos, y para obtener energía. El tofu es una fuente de calcio, hierro, manganeso, selenio, fósforo, magnesio, zinc y cobre.
Zanahorias
Este ingrediente culinario común, es famoso por su alto contenido de beta-caroteno, un pigmento y carotenoide, que le otorga su color. Nuestro organismo puede convertir el betacaroteno en vitamina A, que, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), «está involucrada en la función inmunológica, la visión, la reproducción y la comunicación celular». Nuestros cuerpos no pueden producir vitamina A por sí mismos, por lo que debe derivarse de nuestra dieta. Este pigmento también es un antioxidante que puede proteger a las células de nuestro cuerpo del daño del envejecimiento causado por los radicales libres.
Además, las investigaciones han demostrado que los alimentos ricos en carotenoides (y, por supuesto, las zanahorias son un buen ejemplo) pueden proteger contra la degeneración macular relacionada con la edad, el daño a la visión causado por la vejez.
Si bien las zanahorias crudas pueden ser mejores para la salud, ya que retienen sus nutrientes, también hay formas de cocinar las zanahorias para que mantengan prácticamente todos sus nutrientes, como hervirlas enteras. Cortarlas aumenta la superficie por la que más nutrientes pueden filtrarse al agua mientras las cocinamos. Al mantenerlas enteras y cortarlas después, conseguimos que los nutrientes y el sabor permanezcan unidos.
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