¿Qué soluciones o tratamientos existen para la hiperplasia benigna de próstata?
La base del tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata consiste en adaptar diferentes recomendaciones de estilo de vida. Se añadirán distintas formas de tratamiento médico en función de:
- La mejoría o evolución
- La severidad de los síntomas
- El tamaño prostático
Cuando el tratamiento farmacológico se vuelva ineficaz o el paciente no lo tolera, hay que plantearse el tratamiento quirúrgico, que se decide en función del tamaño prostático. Los dos tratamientos más extendidos hoy en día son:
- La adenomectomía prostática para próstatas grandes.
- La resección transuretral de próstata por vía endoscópica para próstatas pequeñas y medianas.
Pero, con frecuencia, “los pacientes intervenidos mediante una de estas dos técnicas presentan hematuria o sangrado en la orina durante varios días después de la intervención, lo que obliga a prolongar el sondaje y la estancia hospitalaria“, explica tal como asegura en este vídeo el urólogo Mario Domínguez, de la clínica Urología Mínimamente Invasiva.
Como alternativa, la tecnología láser consigue resolver los problemas derivados de la hiperplasia benigna de próstata sin las complicaciones asociadas a las cirugías clásicas. Hay dos tipos de técnica quirúrgica:
- La enucleación con láser, destinada a próstatas grandes.
- La fotovaporización prostática con láser verde, para próstatas medianas o pequeñas, generalmente, menores de 80 centímetros cúbicos.
La fotovaporización prostática con láser verde suele realizarse con raquianestesia:
- Se introduce un material a través de la uretra del paciente para alcanzar la cavidad prostática, donde se aplica una energía que tiene alta afinidad por la oxihemoglobina, uno de los principales componentes de la sangre.
- Al elevar la temperatura hasta más de 100 ºC cerca del tejido prostático, se destruye el tejido hiperplásico de forma segura y eficaz.
- Así se crea una cavidad suficiente para que los problemas urinarios derivados del crecimiento benigno de la próstata desaparezcan. ¿Las ventajas? La ausencia de sangrado, de modo que la mayoría de los pacientes pueden marcharse a su casa sin sonda en menos de 24 horas.
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