Como bien es sabido, el pecho es un elemento clave en la proporcionalidad y belleza de la figura femenina, dándole forma y mejorando la silueta de ésta.

Es además, un aspecto muy ligado a la feminidad desde el principio de los tiempos. Cada día son más las pacientes que buscan un aumento de pechos, una intervención cuya seguridad y limpieza numerosos estudios avalan y que ha ganado popularidad a raudales, debido a su práctica por parte de incontables famosas en la cultura mundial.

Con el paso del tiempo, el embarazo, los cambios de peso y la acción de la gravedad, pueden provocar una paulatina pérdida de altura y deshinchamiento en los senos, lo cual priva de un aspecto juvenil o bello. Esta caída del pecho es conocida por los cirujanos como ‘’ptosis mamaria’’.

La ptosis mamaria está producida principalmente por dos motivos: distensión de la piel y tejidos blandos, y una pérdida de volumen. La cirugía para elevar los senos y rellenarlos para devolverles su volumen, es conocida como mastopexia, y puede mejorar de forma radical la silueta y relieve de los pechos, rejuveneciéndolos, y dándoles el volumen y escote perdidos.

Clases de mastopexia

Dependiendo de las necesidades de la paciente, podemos hablar de dos clases de mastopexia. Cuando la pérdida de volumen es la causa de la ptosis mamaria, estaríamos hablando de una mastopexia con prótesis, además de la elevación que siempre es necesaria. Cuando se da este caso, el implante es algo que ha de ser hablado y acordado entre paciente y cirujano, pues no hay dos personas iguales y esto depende especialmente de los gustos y necesidades de la persona que va a participar en la cirugía.

Además, lo ideal es que se lleve a cabo una simulación mediante unos sujetadores especializados, que pueden llevar diferentes rellenos dependiendo del implante que se busque.

Estos ‘’probadores’’ nos permitirán comprobar el cambio de volumen y tamaño, incluso al llevar ropa. Es importante entender que no hay una medida perfecta, pues la belleza es subjetiva para cada persona y no una cuestión de matemáticas, así que esta elección es profundamente, muy personal.

Cuando los pechos ya son grandes de por sí (no hay una pérdida de volumen) y simplemente experimentan una caída, la elevación de pecho sería suficiente para llevar a cabo una mastopexia exitosa.

Detalles importantes

Es esencial entender algunas cosas antes de realizar un aumento de pechos.

Estos detalles los podemos comentar con nuestro cirujano de confianza, pero en este artículo hablaremos de los más importantes y urgentes, si estamos pensando en realizar esta cirugía.

Lo principal es un aviso de que, si vamos a realizarnos una mastopexia, tenemos que dejar de fumar varias semanas antes de la intervención, pues puede crear complicaciones. Además, hay que dejar bien claro que para elevar el pecho, la piel se ha de readaptar a una nueva forma, y para hacer esto hay que realizar unas cicatrices en la areola o en la mama. Aunque sean de mínima visibilidad, ya que se posicionan en lugares estratégicos para que queden muy disimuladas, estas cicatrices son necesarias, pues no existe el aumento de pecho sin cicatrices.

Los tipos de cicatrices son de 3 tipos: areolares (alrededor de la areola), verticales o en forma de ‘’T’’. Estas cicatrices dependen del caso concreto, principalmente del grado de caída del pecho ( a más caída más cicatriz).

Cabe indicar que es de esperar algo de molestia en los días posteriores a la operación, y que esto es especialmente cierto, y algo más duradero, en el caso de aquellas mastopexias que hayan requerido de prótesis.

¿Cuál es el procedimiento?

Al practicar la mastopexia, se lleva a cabo un tratamiento cuidadoso de los tejidos, separando con mucho cuidado y delicadeza el músculo, con herramientas como el electrocauterizador, de forma eficiente para que la recuperación sea lo más rápida y carente de dolor posible.

La intervención ha de ser llevada a cabo en una institución hospitalaria, con acceso a anestesia, con profesionales dedicados y entrenados.

sendasenior.com

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