Las técnicas de reconstrucción de pecho con implantes utilizan distintos tipos de implantes (expansores, prótesis o prótesis-expansores) para reconstruir la mama.

Se denominan técnicas autólogas de reconstrucción de la mama aquellas en las que se emplean tejidos de la propia paciente, en lugar de implantes o prótesis.

Estos tejidos pueden ser transferidos desde la parte baja del abdomen, desde la espalda o desde los glúteos. La reconstrucción autóloga, aunque es técnicamente más compleja, ofrece unos resultados estéticos y una durabilidad muy superiores a la reconstrucción con implantes y permite hacer reconstrucciones en un solo tiempo quirúrgico. Además, la zona reconstruida tolera mejor la radioterapia.

CON TEJIDOS ABDOMINALES

Esta técnica permite la reconstrucción de la mama mediante la piel y la grasa de la parte baja del abdomen (la zona situada entre el ombligo y el pubis).

Estos tejidos pueden transferirse empleando el músculo recto abdominal mediante un túnel entre el abdomen y la mama (colgajo TRAM pediculado), o mediante técnicas microquirúrgicas (colgajo TRAM libre, colgajo DIEP), facilitando la reconstrucción de mamas voluminosas y con una caída natural (ptosis mamaria).

La piel abdominal se cierra dejando una cicatriz horizontal por encima del pubis, aportando el beneficio añadido de mejorar el contorno del abdomen.

La intervención dura entre 5 y 8 horas, en función de si se emplean técnicas convencionales o microcirugía para transferir los tejidos, bajo anestesia general. El ingreso en el hospital es de 5 días aproximadamente. Es preciso llevar una faja abdominal (como la que se llevan tras los embarazos) durante 4 semanas después de la cirugía.

¿En quién está indicada la reconstrucción con tejidos abdominales?

Está indicada en todas las mujeres que gocen de buen estado de salud y dispongan de piel abdominal suficiente.

¿En quién no está indicada?

En pacientes muy delgadas o muy obesas (por el riesgo de complicaciones en la pared abdominal), en mujeres fumadoras (por el riesgo de necrosis de la piel del abdomen) o cuando existen cicatrices en el abdomen, aunque la cicatriz de cesárea no contraindica el empleo de esta técnica.

CON TEJIDOS DE LA ESPALDA

Con esta técnica se reconstruye la mama empleando piel y grasa de la espalda, que es transportada hacia la mama movilizando el músculo dorsal ancho. La zona de la espalda se cierra dejando una cicatriz horizontal que puede ser disimulada con el elástico del sujetador o bañador.

El volumen que aporta la piel, grasa y músculo de la espalda no suele ser suficiente para obtener una mama del mismo tamaño que la contralateral, por lo que casi siempre es necesario añadir una pequeña prótesis.

La duración aproximada de esta intervención es de 3 horas, bajo anestesia general, y requiere una estancia hospitalaria de dos a cuatro días.

¿En quién se utiliza?

En aquellas mujeres en las que no se puede emplear tejidos del abdomen como pacientes delgadas en las que no existe tejido abdominal o con cicatrices abdominales y en obesas o fumadoras.

CON TEJIDOS DE LOS GLÚTEOS

Cuando no es posible emplear los tejidos del abdomen o de la espalda, se puede reconstruir la mama con piel y grasa procedente de las nalgas. Estos tejidos deben transferirse empleando microcirugía. La cicatriz resultante se sitúa en la parte inferior o superior de las nalgas y suele ser más difícil de disimular que las cicatrices del abdomen o espalda.

La duración aproximada de esta intervención es de 7 horas, bajo anestesia general y requiere un ingreso de 5 días aproximadamente.

¿Cuándo se utiliza?

Esta técnica sólo se emplea cuando no es posible emplear otra técnica autóloga.

MEDIANTE MICROCIRUGÍA

La microcirugía permite al cirujano plástico suturar arterias y venas de alrededor de un milímetro de diámetro, mediante el empleo de un microscopio o unas gafas de aumento.

Está técnica permite transferir tejidos desde una zona distante del cuerpo (por ejemplo, la piel abdominal o la piel de las nalgas) hasta la mama que debe ser reconstruida y reducir el daño de otras estructuras distintas a la piel y la grasa, como por ejemplo el músculo.

Por lo general, las técnicas microquirúrgicas proporcionan unos resultados superiores a las técnicas convencionales, aunque son intervenciones más largas (entre 5 y 8 horas), que exigen un entrenamiento quirúrgico específico, por lo que no todos los cirujanos plásticos las emplean.

TÉCNICAS DE RECONSTRUCCIÓN DE PECHO CON IMPLANTES

Son técnicas menos complejas y más rápidas de realizar que las autólogas y por eso su uso está más extendido. En general, ofrecen resultados estéticos más pobres y casi siempre exigen realizar cirugía en la mama contralateral para obtener una mejor simetría entre ambas mamas.

RECONSTRUCCIÓN DE SENO MEDIANTE EXPANSORES

Consiste en la introducción de un implante vacío en el lecho de la mastectomía (donde estaba la mama). Este implante (expansor) se rellena de líquido periódicamente en la consulta, mediante una inyección de suero salino a través de la piel, hasta que esta se ha expandido y es posible colocar una prótesis mamaria definitiva.

Este tipo de reconstrucción debe realizarse en dos intervenciones, la primera para colocar el expansor y la segunda para recambiarlo por una prótesis definitiva. Entre la primera y la segunda cirugía deben pasar, al menos, tres meses.

Determinados expansores están diseñados de tal manera que permiten ser mantenidos como implantes definitivos, por lo que sólo sería necesaria una única intervención.

La colocación del implante se realiza en una hora, bajo anestesia general, con un estancia hospitalaria entre uno y dos días.

¿Cuándo está indicada?

Cuando no existe piel suficiente y no se van a emplear técnicas autólogas.

¿Cuándo no está indicada?

No debe realizarse si la paciente ha recibido o va ha recibir radioterapia como parte del tratamiento del cáncer de mama.

RECONSTRUCCIÓN DE PECHO MEDIANTE PRÓTESIS

Cuando existe piel suficiente en la mama a reconstruir, se puede emplear directamente una prótesis, sin necesidad de colocar antes un expansor. Ésta se coloca por debajo del músculo pectoral, para evitar que la prótesis quede cerca de la piel y pueda moverse. Esta técnica no debe emplearse si la paciente ha recibido o va a recibir radioterapia.

¿Qué debo saber sobre las prótesis? Tipos de prótesis

Las prótesis mamarias empleadas en la actualidad están formadas por una cubierta de silicona y pueden estar rellenas de gel de silicona o de suero fisiológico.

La silicona médica empleada en las prótesis, no ha demostrado ninguna relación con la aparición el cáncer de mama u otros tumores ni con enfermedades autoinmunes y reumatológicas. Su utilización está aprobada en prácticamente todos los países europeos.

La silicona contenida dentro de las prótesis se encuentra en forma de gel (no en forma líquida), de modo que ante una rotura su contenido no se dispersará hacia el resto del organismo. El empleo de silicona líquida inyectable está prohibido en España y su uso puede acarrear problemas graves para la salud. Tampoco deben inyectarse otros materiales sintéticos ni grasa en la mama, dado que pueden dificultar la exploración clínica y radiológica de la mama.

Las prótesis rellenas de suero se emplean fundamentalmente en Estados Unidos. Proporcionan una consistencia a la mama inferior a las prótesis rellenas de gel de silicona y con el tiempo pueden perder volumen.

Sin embargo, ante una rotura, el contenido es reabsorbido por el organismo, a diferencia de las prótesis de silicona. El empleo de prótesis de aceite de soja no está permitido en ningún país. El empleo de otros rellenos, como el hidrogel, está sujeto a cierta controversia, y no existen estudios a largo plazo que avalen su empleo generalizado.

La forma de las prótesis puede ser redonda o anatómica. La elección de la forma de la prótesis dependerá de las preferencias del cirujano y de la constitución física de la paciente.

La cubierta de la prótesis puede ser rugosa (texturada) o lisa. Estas últimas están en desuso, debido a que su empleo se asocia a un mayor porcentaje de contractura capsular alrededor del implante.

Complicaciones de los implantes

El problema más común relacionado con los implantes, es la contractura capsular, consistente en la formación por el organismo de una cápsula cicatrizal interna alrededor del implante que puede hacer que la mama reconstruida tenga una consistencia más dura de lo normal; esto no es más que una respuesta fisiológica exagerada del organismo a un cuerpo que no reconoce como propio.

Las prótesis no precisan ser recambiadas con una periodicidad fija. Sólo deberán ser sustituidas si se detecta una rotura, si existe una infección del implante o si se produce una contractura capsular severa alrededor de la prótesis.

TÉCNICAS PARA RECONSTRUIR LA AREOLA Y EL PEZÓN

La areola y el pezón se reconstruyen, por lo general, en una cirugía posterior al de la reconstrucción mamaria con anestesia local. Suele durar unos 45 minutos y no precisa ingreso hospitalario.

La areola puede reconstruirse mediante un tatuaje o empleando un injerto de piel procedente de la ingle (esta piel se oscurece más que la de otras zonas corporales y la cicatriz resultante es fácil de disimular). Para reconstruir el pezón se emplea la piel de la mama reconstruida.

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