Según reportes de la Organización Mundial de la Salud, la diabetes mellitus tipo 2 fue la séptima enfermedad de mayor letalidad a nivel mundial en 2016. La diabetes fue responsable del 3% de las muertes totales en Estados Unidos durante ese año. Estas estadísticas son menos favorables en México, donde esta enfermedad causó el 15% de las muertes totales. Existe una prevalencia muy alta en ambos países. Se ha reportado que, en el 2014, al menos 9% de los estadounidenses y 10% de los mexicanos padecían esta condición.
La obesidad, un factor de riesgo importante para la diabetes, también está en aumento y su incidencia es motivo de seria preocupación. Según el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de los Estados Unidos, entre 2017 y 2018, 42.4% de los estadounidenses adultos y 21% de los adolescentes padecían de obesidad. Las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud estiman que México podría alcanzar las mismas cifras en tan solo 5 años. Definitivamente se trata de un problema de salud pública.
Hace 10 años, la resolución de la diabetes mellitus tipo 2 era considerada como un efecto afortunado de la cirugía bariátrica. Sin embargo, estudios recientes indican que la cirugía bariátrica puede curar la diabetes, mucho más que tratamientos médicos a largo plazo y programas de intervención sobre el estilo de vida que involucran dietas, ejercicios y cambios de conductas. A medida que más y más ensayos de control aleatorio lo confirman, se reconoce que la cirugía bariátrica es un tratamiento efectivo contra la diabetes mellitus tipo 2 en pacientes con obesidad. La Segunda Cumbre de Cirugía para la Diabetes reconoció que la cirugía bariátrica puede curar la diabetes y la recomienda como tratamiento para pacientes diabéticos con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más. También la recomendó en pacientes con un IMC entre 35 y 39.9 cuando los niveles altos de glucosa no pueden ser controlados con hábitos saludables de vida y medicinas, y en pacientes con un IMC entre 30 y 34.9 cuando los niveles de glucosa altos no logran ser controlados con medicamentos.
Circunstancias bajo las cuales la cirugía bariátrica puede curar la diabetes
Cuando decimos que la cirugía bariátrica puede curar la diabetes, nos referimos a que generalmente conduce a la interrupción de todos los medicamentos relacionados con la diabetes y a la reducción de la glucosa en la sangre a niveles normales. Este resultado se logra con mayor frecuencia después del tratamiento con cirugía bariátrica, que después del tratamiento con programas de intervención en el estilo de vida para la obesidad. Estudios reportan que los programas de intervención en el estilo de vida, por sí mismos, tienen una tasa de fracaso de 95% en el primer año. En contraste, las cirugías bariátricas logran la reducción de los niveles de euglucemia e insulina en solo días después de la operación, incluso antes de que se dé cualquier pérdida de peso.
Algunos tipos de cirugía bariátrica pueden curar la diabetes con mayor probabilidad que otros. También depende de las características del paciente, como su IMC, cuánta pérdida de peso obtuvo en el primer año posterior a la operación, y su éxito en la adopción y mantenimiento de hábitos de vida saludable. Se ha demostrado que el bypass gástrico Roux-en-Y es la cirugía bariátrica que puede curar la diabetes con la mayor efectividad. El segundo procedimiento más efectivo para ello es la derivación biliopancreática. Aunque también se ha demostrado que la manga gástrica mejora y revierte la diabetes, lo hace en un porcentaje más bajo que otras cirugías disponibles. La explicación de esta diferencia proviene de las propiedades de malabsorción del bypass gástrico Roux-en-Y y la derivación biliopancreática. Las cirugías de mala absorción cambian el proceso metabólico de los pacientes al acortar el intestino delgado y colocarlo más arriba en el estómago, el cual también es restringido. Con la vía digestiva acortada, los intestinos absorben menos nutrientes y menos calorías. Estos cambios en los mecanismos intestinales de detección de nutrientes también pueden regular la sensibilidad a la insulina, lo que beneficia enormemente a los pacientes con diabetes. Las cirugías bariátricas restrictivas, como la manga gástrica, también ayudan con la diabetes, pero principalmente a pacientes que logran una mayor pérdida de peso.
El sobrepeso está fuertemente relacionado a la diabetes. Los pacientes que pierden más peso durante el primer año posterior a la cirugía tienen más probabilidades de lograr la resolución de la diabetes mellitus tipo 2. Pero el IMC del paciente también repercute sobre ello. La cirugía bariátrica puede curar la diabetes a una tasa mayor en pacientes con IMC más altos. Además, la cirugía temprana produce mayores probabilidades de remisión para la diabetes tipo 2, en comparación con las intervenciones tardías.
Por supuesto, la cirugía bariátrica no logra todo esto por sí sola. Muchos de estos resultados dependen del estilo de vida del paciente después de su cirugía. La cirugía bariátrica puede curar la diabetes a largo plazo si el paciente adopta y mantiene hábitos alimenticios saludables y practica ejercicio frecuente. La cirugía incluso marca una diferencia aunque el paciente recaiga en la diabetes. Un estudio muestra que los pacientes que recaen hasta 8 años después de la cirugía están aún mejor en comparación con cómo estaban antes de ella. Los pacientes que recayeron después de la cirugía tuvieron un mejor control glucémico y necesitaban menos insulina y medicamentos que cuando comenzaron su tratamiento.
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