Seguro que alguna vez te has preguntado si tu pene es normal, ya sea de forma o tamaño.
Y quizá más preocupante: puedes haber tenido algún susto y haberte cuestionado si la salud de tu miembro viril es la óptima.
Tanto si es así como si no, este tema te va a interesar. Como esta parte del cuerpo suele ser considera tabú a día de hoy –y no entendemos por qué–, las dudas que surgen al respecto son muchas. Los hombres que están preocupados por esta zona no lo comentan abiertamente a sus amistades ni a sus parejas y tardan mucho en acudir al médico.
Obviamente, si tienes un problema grave o sientes dolor, acude a tu especialista ya mismo. Si es sólo curiosidad o simples dudas, sigue leyendo.
Cómo saber si un pene está sano
Un pene sano debe estar libre de lesiones, verrugas y secreciones anormales. En general, el pene debe ser aproximadamente del mismo color que la piel circundante, aunque puede ser un tono más oscuro o más claro, por lo que si lo tienes más oscuro o rosado que el resto no te preocupes
Además, se sabe si un miembro viril está en buen estado si el hombre portador no sufre ningún dolor en al orinar o al realizar cualquier actividad sexual.
¿Cuándo empezar a preocuparse?
Si notamos alguna de las cuestiones previamente descritas o un cambio repentino en la apariencia, sensación o función del pene, ya que puede indicar un problema subyacente que requerirá atención médica.
Las afecciones que afectan a la salud y a la función del miembro
Los problemas relacionados con la función sexual, la actividad sexual y la salud del pene, detallados por la Clínica Mayo, incluyen:
- La disfunción eréctil, que es la incapacidad de tener y mantener una erección lo suficientemente firme para tener relaciones sexuales.
- Infecciones de transmisión sexual: verrugas genitales, gonorrea, clamidia, sífilis y herpes genital, que pueden causar dolor al orinar, secreción del pene y llagas o ampollas en el pene o en el área genital.
- Problemas de eyaculación, que incluyen la incapacidad de eyacular, la eyaculación precoz, la eyaculación retardada, la eyaculación dolorosa, la eyaculación reducida o la eyaculación retrógrada (que ocurre cuando el semen ingresa en la vejiga en lugar de salir al exterior a través del pene).
- Anorgasmia, que es la incapacidad para alcanzar un orgasmo a pesar de una estimulación adecuada.
- Disminución de la libido.
- Infección por hongos, que puede causar inflamación de la cabeza del pene (balanitis), un sarpullido rojizo, manchas blancas en la noza, picazón o ardor, y una secreción blanca.
- Enfermedad de Peyronie: una afección crónica que involucra el desarrollo de tejido cicatricial anormal dentro del pene, lo cual a menudo resulta en erecciones dobladas o dolorosas.
- Fractura del pene, generalmente causada por un pene erecto que golpea con fuerza la pelvis de la mujer durante el sexo.
Priapismo: erección persistente y dolorosa que no es causada por la estimulación sexual o la excitación. - Fimosis: sucede cuando el prepucio de un pene no circuncidado no puede ser retraído de la cabeza del pene, lo cual causa dolor en la orinar y las erecciones.
- Parafimosis: el prepucio no puede volver a su posición normal después de ser retraído, lo cual causa hinchazón dolorosa del pene y deterioro del flujo sanguíneo.
- Cáncer de pene, que puede comenzar como una ampolla en el prepucio, la cabeza o el cuerpo del pene y luego convertirse en un crecimiento parecido a una verruga que descarga pus acuoso.
- El cáncer de pene puede comenzar como una ampolla en el prepucio, la cabeza o el cuerpo del pene y luego convertirse en un crecimiento parecido a una verruga que descarga pus acuoso
Existen otras afecciones que no están directamente relacionadas con el miembro pero que también pueden afectar a su salud. Muchas de estas afecciones pueden causar disfunción eréctil o problemas de fertilidad, y son la obesidad, la diabetes, la alta presión sanguínea, el estrés y ciertas enfermedades del corazón.
El tabaquismo, el alcohol, la toma de ciertos medicamentos y los piercings también pueden afectar al miembro.
Cuándo consultar al médico
La mayor parte de los problemas relacionados con el pene aparecen a partir de los 50 años de edad, por eso los expertos recomiendan a los hombres que, pasado este tramo, acudan al menos una vez al año al urólogo.
Antes de esa edad, no obstante, cualquiera puede experimentar problemas con su miembro. Por ello, deberá acudir al médico si observa alguno de estos signos:
- Erupciones, llagas o ampollas en el pene.
- Sensaciones de ardor o picazón.
- Secreción anormal.
- Olor fétido de la zona.
- Dolor al mantener relaciones sexuales, al orinar o al defecar.
Un tamaño normal
Al margen de la salud, muchos se preguntan si su amigo es de tamaño ‘normal’ o ‘pequeño’. Comenzamos señalando qué es exactamente un miembro demasiado pequeño. Un estudio publicado en el Journal of Urology concluyó, tras estudiar a 80 hombres, que estos son aquellos que miden «menos de 4 centímetros en estado flácido, y menos de 7,5 cm en estado erecto».
Si un hombre tuviera este tamaño, tendría en beneplácito de los expertos del estudio para hacerse un alargamiento. Destacar que poco más del 5% de los varones tienen en realidad un «micropene», cifra similar a los que superan la medida estándar con creces.
El tamaño medio es de 14,2 centímetros en estado erecto, con un grosor de 12,2 cm
La investigación descubrió así que el tamaño medio del pene es de 14,2 centímetros en estado erecto, con un grosor de 12,2 cm. Lo habitual es que un miembro viril mida entre 7 y 16 centímetros, al menos en España.
Si en estos momentos quieres medírtelo debes ponerlo erecto y coger una regla o metro desde la ingle hasta la punta. Para calcular el grosor, has de envolver una cinta alrededor de la parte más ancha del miembro.
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