Descripción general

La prostatitis es la hinchazón e inflamación de la próstata, una glándula del tamaño de una nuez ubicada justo debajo de la vejiga en los hombres. La próstata es una glándula que produce un líquido (semen) que nutre y transporta los espermatozoides.

La prostatitis con frecuencia provoca dolor o dificultad al orinar. Otros síntomas comprenden dolor en la ingle, la zona pélvica o los genitales y, a veces, síntomas parecidos a los de la gripe.

La prostatitis afecta a los hombres de todas las edades, pero tiende a ser más frecuente en hombres de 50 años o menos. Esta enfermedad se debe a varias causas. A veces, no se sabe cuál es la causa. Si la prostatitis es por causa de una infección bacteriana, normalmente se puede tratar con antibióticos.

Según la causa, la prostatitis puede aparecer de manera gradual o repentina. Puede mejorar rápidamente, ya sea por sí sola o con tratamiento. Algunos tipos de prostatitis duran meses o se vuelven recurrentes (prostatitis crónica).

Síntomas

Los signos y síntomas de la prostatitis dependen de la causa. Pueden incluir:

Dolor o sensación de ardor al orinar (disuria)
Dificultad para orinar, como goteo o vacilación urinaria
Micción frecuente, en especial a la noche (nicturia)
Necesidad urgente de orinar
Orina turbia
Sangre en la orina
Dolor en el abdomen, la ingle o la espalda lumbar
Dolor en la parte entre el escroto y el recto (perineo)
Dolor o incomodidad en el pene o los testículos
Eyaculación dolorosa
Signos y síntomas parecidos a los de la gripe (con prostatitis bacteriana)
Cuándo debes consultar a un médico
Si tienes dolor pélvico, dificultad o micción dolorosa, o eyaculación dolorosa, consulta con el médico. Si no se tratan, algunos tipos de prostatitis pueden provocar un empeoramiento de la infección u otros problemas de salud.

Causas

La prostatitis bacteriana aguda es provocada generalmente por cepas comunes de bacterias. La infección puede comenzar cuando las bacterias presentes en la orina se filtran en la próstata. Se utilizan antibióticos para tratarla. Si estos no eliminan las bacterias, la prostatitis podría reaparecer o ser difícil de tratar (prostatitis bacteriana crónica).

La lesión a los nervios en las vías urinarias inferiores, que puede deberse a una cirugía o a un traumatismo en la zona, puede contribuir a causar la prostatitis que no es provocada por una infección bacteriana. En muchos casos de prostatitis no se sabe cuál es la causa.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la prostatitis son los siguientes:

Ser joven o de mediana edad
Habiendo tenido prostatitis anteriormente
Tener una infección en la vejiga o en el tubo que transporta el semen y la orina al pene (uretra)
Tener un trauma pélvico, como una lesión por montar en bicicleta o a caballo
Usar un tubo insertado en la uretra para drenar la vejiga (catéter urinario)
Tener VIH/SIDA
Haber tenido una biopsia de próstata
Complicaciones
Algunas de las complicaciones de la prostatitis pueden ser:

Infección bacteriana de la sangre (bacteriemia)
Inflamación de la estructura tubular que se encuentra detrás del testículo (epididimitis)
Cavidad con pus en la próstata (absceso prostático)
Anomalías del semen y esterilidad, lo que puede ocurrir con la prostatitis crónica
No hay evidencia directa de que la prostatitis pueda causar cáncer de próstata.

Diagnóstico

El diagnóstico de la prostatitis incluye el descarte de otras afecciones como causa de los síntomas y la determinación del tipo de prostatitis que tienes. El médico probablemente te preguntará sobre tus antecedentes médicos y tus síntomas. También te hará un examen físico que probablemente incluirá un examen digital del recto.

Las pruebas de diagnóstico iniciales pueden incluir lo siguiente:

Análisis de orina. Es posible que el médico haga analizar una muestra de orina para buscar signos de infección urinaria (análisis de orina). Quizás el médico también envíe una muestra de orina al laboratorio para determinar si tienes una infección.
Análisis de sangre. El médico quizás examine muestras de sangre en busca de signos de infección y de otros problemas de próstata.
Masaje prostático. En raras ocasiones, el médico podría masajear la próstata para analizar las secreciones.
Pruebas de imagen. En algunos casos, el médico puede solicitar una exploración mediante tomografía computarizada de las vías urinarias y la próstata, o una ecografía de la próstata. La exploración mediante tomografía computarizada proporciona información más detallada que las radiografías. Una ecografía es la imagen visual producida por ultrasonido.
Según los síntomas y los resultados de los análisis, el médico puede concluir que tienes uno de los siguientes tipos de prostatitis:

Prostatitis bacteriana aguda. A menudo causada por cepas bacterianas comunes, este tipo de prostatitis suele comenzar de manera repentina y genera signos y síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos.
Prostatitis bacteriana crónica. Cuando los antibióticos no eliminan las bacterias que causan la prostatitis, puedes tener infecciones recurrentes o difíciles de tratar. Entre un episodio y otro de prostatitis bacteriana crónica es posible que no tengas síntomas o que estos sean leves.
Prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico. Este tipo de prostatitis (el más frecuente) no es causado por bacterias. A menudo no se puede identificar la causa exacta. En algunos hombres, los síntomas no varían con el tiempo. En otros, los síntomas atraviesan ciclos de mayor y menor gravedad.
Prostatitis inflamatoria asintomática. Este tipo de prostatitis no ocasiona síntomas y se halla por azar cuando los hombres se someten a pruebas para detectar otras afecciones. No requiere tratamiento.

Tratamiento

Los tratamientos de la prostatitis dependen de la causa subyacente. Pueden incluir los siguientes:

Antibióticos. Tomar antibióticos es el tratamiento que se receta con mayor frecuencia para la prostatitis. Tu médico elegirá los medicamentos según el tipo de bacteria que puede estar provocando la infección.

Si tienes síntomas graves, quizá necesites antibióticos por vía intravenosa (IV). Probablemente tengas que tomar antibióticos orales durante cuatro a seis semanas, pero quizás necesites un tratamiento más prolongado si tienes prostatitis crónica o recurrente.

Alfabloqueadores. Estos medicamentos ayudan a relajar las fibras musculares y el cuello de la vejiga donde la próstata se une con la vejiga. Este tratamiento puede disminuir los síntomas, como micción dolorosa.
Agentes antiinflamatorios. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a que te sientas mejor.

mayoclinic.org

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