El 25 de julio de 2025, un hombre de 45 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) logró recobrar su voz después de cuatro años gracias a una innovadora interfaz cerebro-computadora (BCI) desarrollada por la Universidad de California en Davis.
¿Cómo funcionó esta tecnología?
Se implantaron 256 electrodos en su corteza cerebral, en zonas que controlan el habla y el tracto vocal.
La BCI traduce en tiempo real los fonemas generados por su actividad neuronal en voz, replicando su tono, entonación y estilo original.
El sistema utiliza inteligencia artificial para decodificar cada sílaba y construir frases habladas, logrando una comprensión del 60 %, comparada con apenas el **4 % ** anterior, basada en texto.
El momento más emotivo
Al escuchar su propia voz por primera vez desde que la enfermedad comenzó a afectarlo, el paciente reaccionó con sorpresa, emoción y llanto. El sistema tuvo que detenerse durante unos minutos porque su esposa y varios miembros del equipo también estallaron en lágrimas ante la experiencia.
¿Por qué es un avance revolucionario?
Característica | Impacto clave |
---|---|
Velocidad de respuesta (~25 ms) | Comunicación casi en tiempo real |
Reconoce entonación personalizada | Mantiene identidad vocal del paciente |
Mejora significativa de comprensión | De 4 % a 60 % |
El sistema forma parte del ensayo clínico BrainGate2, que investiga la seguridad del uso de microelectrodos humanos para restaurar funciones motoras o del habla en diversas afecciones neurológicas.
¿Y ahora qué?
Los investigadores planean mejorar aún más la precisión mediante dispositivos con más electrodos (más de 1.000), y expandir el uso de esta tecnología a pacientes con parálisis, lesiones medulares o accidentes cerebrovasculares.
Aunque el desarrollo aún está en fase experimental y se requiere más validación clínica, representa un salto vital en la mejora de la calidad de vida y el restablecimiento de la comunicación para quienes lo pierden por enfermedades degenerativas.
Este avance no solo devuelve una voz, sino también dignidad, conexión y esperanza. Para quienes viven con ELA u otras discapacidades del habla, esta tecnología abre una nueva puerta hacia una comunicación más humana, eficiente y personalizada.