Esta técnica, que es todo un avance para la medicina, permite operar a los pacientes de forma poco invasiva, más segura y con una recuperación más rápida. Es llamada «enucleación prostática con láser Holmium», y está dirigida a enfermos con sintomatología obstructiva de la próstata, que se caracteriza por micciones de bajo flujo, entrecortadas, incómodas y repetidas, algo que sufren más de la mitad de los hombres de más de 65 años, cuando el tratamiento médico es insuficiente o inadecuado.
Dentro de los beneficios intraoperatorios, hay que destacar la menor pérdida de sangre y la mayor seguridad de la técnica sobre todo en pacientes con otras patologías que aumentan el riesgo de la cirugía abierta. Por otro lado, en el postoperatorio, la clara ventaja es que acorta de manera significativa el tiempo de recuperación. Los dos pacientes que fueron operados con esta técnica fueron dados de alta a las 24 horas de la intervención sin la sonda vesical, algo que antes no sucedía ya que el tiempo de recuperación era mucho mayor y el tiempo con sonda era de al menos cuatro días.
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