Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Harvard ha puesto el foco en el litio como una posible causa del Alzheimer y a la vez como una ruta prometedora para su tratamiento. El hallazgo plantea un cambio de paradigma en la estrategia contra esta enfermedad —hoy sin cura— al revelar tanto un nuevo origen como un enfoque terapéutico potencial.
¿Qué descubrió el estudio?
El equipo analizó más de 30 metales en tejidos cerebrales post mortem de personas sanas, con deterioro cognitivo leve y con Alzheimer. Solo el litio mostró una reducción significativa en los afectados.
En ratones, una dieta con 90 % menos litio aceleró la neurodegeneración: aumentó placas de amiloide, activó microglía inflamatoria, destruyó sinapsis y provocó deterioro cognitivo.
Al administrar orotato de litio (una sal menos tóxica) a ratones enfermos, se revirtieron cambios patológicos y memoria perdida.
¿Qué significa para la investigación?
El litio puede ser un eslabón faltante en la patología del Alzheimer, un agente neuroprotector cuya deficiencia impulsa la enfermedad.
El hallazgo también refuerza observaciones anteriores sobre menores tasas de demencia en zonas con agua potable rica en litio.
Aunque los resultados en animales son prometedores, los autores y expertos subrayan que se requiere ensayos clínicos en humanos para validar la seguridad y eficacia del litio como tratamiento.
La comunidad científica destaca que no debe recetarse litio por cuenta propia, ya que puede producir toxicidad, especialmente en adultos mayores.
Tabla resumida: hallazgos clave
hallazgo | implicancia |
---|---|
Litio reducido en Alzheimer | Puede ser un factor causal temprano en la enfermedad. |
Efectos negativos de deficiencia | Agudiza las placas amiloídeas, inflamación y pérdida neuronal. |
Orotato de litio revierte daño | Recupera memoria y reduce los marcadores neuropatológicos. |
¿Y los humanos? | Ensayos clínicos necesarios antes de usar litio como terapia preventiva. |
Este estudio aporta dos miradas esperanzadoras: por un lado, una nueva teoría sobre el origen del Alzheimer; por otro, una ruta terapéutica inédita basada en una deficiencia mineral nerviosa corregible. Aunque se necesitan pruebas en humanos, se abre un camino alentador para la prevención y el tratamiento.