El dolor neuropático aparece por la lesión y/o el funcionamiento anormal del sistema nervioso que comienza a interpretar estímulos sensoriales normales (de temperatura, tacto…) como si fueran sensaciones muy dolorosas. En estos casos el dolor pierde su sentido protector y de alerta y es el propio sistema nervioso el que “se engaña” a si mismo…

¿Qué es el dolor neuropático?

El término de “dolor neuropático” se adoptó para dar nombre al dolor generado en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) o en periférico (nervios, plexos y terminaciones nerviosas microscópicas) que aparece sin necesidad de que exista realmente una amenaza… No tiene ninguna utilidad: no nos protege. Es una enfermedad del sistema nervioso…

¿Por qué aparece el dolor neuropático?

El dolor neuropático aparece como consecuencia del funcionamiento anómalo del sistema que conduce y analiza los estímulos externos dolorosos (nociceptivos) que nos alertan, protegen, defienden de un daño ante un golpe, una quemadura… En condiciones normales estos estímulos nocivos son solo señal de alarma…

lo que notamos será un dolor que describimos como eléctrico, quemante, hormigueante, frialdad, pinchitos… o bien sensación de acorchamiento, pesadez excesiva de la zona…

¿Cuáles son los síntomas del dolor neuropático?

Se presenta de muchas maneras; las personas que lo sufren hablan frecuentemente de sensaciones de quemazón (dolor quemante) o frío intenso, escozor, hormigueo como de una descarga eléctrica, adormecimiento, acorchamiento, pesadez excesiva e incluso falta de sensibilidad de la zona afectada… O por el contrario se produce una hipersensibilidad que desata la aparición del dolor ante el menor roce -alodinia- o la llamada “hiperalgesia” cuando sentimos un dolor brutal con un pinchacito: estímulos que para otras personas son normales y no llegan ni a molestar y que para estos pacientes son insoportables…

Cuando aparecen los síntomas de hiperalgesia los especialistas sabemos que ya se ha producido una afectación de los circuitos neuronales de la médula espinal (sensibilización central) que predicen una mayor dificultad en el tratamiento y control del dolor.

La radiculopatía por compresión de nervios periféricos a su salida de la columna vertebral (estenosis de canal lumbar, la ciática o la cervicobraquialgia), el síndrome de dolor regional complejo (antes causalgia o distrofia de Sudeck), la poli neuropatía diabética asociada a la diabetes, la neuralgia post herpética, post mastectomía o la neuralgia del trigémino son manifestaciones frecuentes de dolor neuropático.

También tienen origen neuropático la plexopatia por arrancamiento (accidentes de trafico), el dolor postamputacion (dolor de miembro fantasma), la neuralgia intercostal postoracotomía, la neuralgia posthernioplastia, el síndrome postlaminectomía o el atrapamientos de nervios periféricos (síndrome del túnel del carpo).

En ocasiones el dolor neuropático está asociado a enfermedades como el cáncer, accidentes cardiovasculares, ictus cerebral (dolor talámico)… En otras su origen no es tan claro lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.

Diagnóstico y tratamientos del dolor neuropático

No es fácil su diagnóstico y su control se hace más complejo cuanto más tiempo se padece… Si tienes la sospecha de estar sufriendo un dolor neuropático lo más recomendable es te pongas en contacto con tu médico de atención primaria o especialista y si ellos no fueran capaces de controlarlo, acude a tu Unidad del Dolor de referencia.

Aunque no en todos los casos es posible llegar a aliviarlo eficazmente, en las Unidades del dolor disponemos de tratamientos avanzados para el control de sus síntomas; como te estarás dando cuenta solo hablamos de “tratar el dolor”: la causa del dolor neuropático unas veces es tratable y en otras ocasiones no… Con los tratamientos buscamos mejorar al menos tu calidad de vida reduciendo la intensidad del dolor y mejorando tu descanso nocturno. Esto te permitirá retomar al menos parcialmente tu día a día.

Desde las Unidades del dolor se suelen ofrecer tratamientos farmacológicos avanzados que han demostrado una mayor eficacia frente al dolor neuropático como…

Los antidepresivos Tricíclicos como la AMITRIPTILINA o la NORTRIPTILINA
Antidepresivos Inhibidores de recaptacion de NA y SER: DULOXETINA, VENLAFAXINA.
Fármacos Antiepilépticos: GABAPENTINA, PREGABALINA, TOPIRAMATO, CARBAMACEPINA.
Opioides Menores: TRAMADOL
Opioides Mayores: OXICODONA, TAPENTADOL.
Anestesicos Locales: LIDOCAINA TÓPICA EN PARCHES.

Otra de las vías de tratamiento en estudio para el dolor neuropático es la utilización de la capsaicina bien en crema o en parches en combinación con los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos ofrecidos en las Unidades de dolor.

Los planes de tratamiento farmacológicos están previstos a largo plazo: no vale con que sigas tu tratamiento solo cuando “te duele más”… están pensados para actuar también de manera preventiva además de para evitar o reducir la intensidad del dolor… Y es especialmente importante que si aparecen efectos adversos o no toleras bien tu medicación, busques con tus médicos una terapia alternativa mejor… es muy mala opción dejar la medicación sin más…

El dolor neuropático es crónico y puede acompañarte durante mucho tiempo

Tus médicos también pueden proponerte la realización de algún procedimiento quirúrgico (técnicas intervencionistas moduladoras contra el dolor) como los bloqueos nerviosos, epidurales transforaminales, interlaminares, caudales, epidurolis, simpatectomías, bloqueos nerviosos por radiofrecuencia pulsada y convencional…

Es recomendable además que realices ejercicio físico… En general el dolor neuropático es continuo y está con nosotros hagamos lo que hagamos… pero suele percibirse con más intensidad cuanto menos activos estamos… así que dentro de nuestras posibilidades, es muy recomendable realizar ejercicio físico mejor con supervisión médica de tu médico rehabilitador o tu fisioterapeuta.

También es recomendable el apoyo psicológico con la ayuda de un profesional especializado.

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