Un estudio reciente con datos de millones de personas en Corea del Sur y Estados Unidos revela que más del 99 % de quienes sufren un infarto, derrame cerebral o insuficiencia cardíaca ya tienen al menos uno de estos factores de riesgo elevados.

El consumo de tabaco —y también el historial previo— sigue siendo uno de los factores más determinantes para enfermedades cardiovasculares.

2. Alteraciones en el azúcar en sangre

Tener diabetes, prediabetes o niveles elevados de glucosa en sangre (> 100 mg/dL) está estrechamente ligado al aumento del riesgo cardiovascular.

3. Colesterol alto

Valores elevados de colesterol total —ya sea “clínicamente alto” (> 240) o simplemente alto (> 200), incluso si es por tratamiento— también fueron muy comunes entre los afectados.

4. Presión arterial elevada

Tener presión arterial ≥ 120/80 mmHg o estar bajo tratamiento para la hipertensión se asocia fuertemente con el riesgo cardiovascular.

¿Por qué estos datos importan?

Durante mucho tiempo se pensó que los eventos cardiovasculares eran impredecibles o determinados solo por la genética. Este estudio demuestra que, en la práctica, la mayoría de los casos presentan factores modificables de riesgo antes del evento.

El mensaje es claro: la prevención y el control de estos factores pueden marcar una diferencia sustancial en reducir la incidencia de enfermedades cardíacas.

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