MIÉRCOLES, 15 de enero de 2020 (HealthDay News) — Las personas que están sopesando una cirugía para la obesidad tienen mucho en qué pensar, incluyendo al procedimiento específico que desean. Ahora, un nuevo estudio de gran tamaño encuentra que una cirugía se vincula con unas tasas más altas de hospitalización en los años posteriores.
Al observar los expedientes médicos de más de 33,000 pacientes de EE. UU., los investigadores encontraron que los que se sometieron a una cirugía de baipás gástrico tuvieron unas tasas más altas de hospitalización en los cinco años posteriores, en comparación con los pacientes que se sometieron a una gastrectomía en manga.
Los pacientes del bypass también tendían a necesitar más cirugías abdominales y otros procedimientos invasivos.
Los hallazgos no son sorprendentes, señalaron los expertos. El bypass gástrico es una cirugía más compleja que el método de la manga gástrica, y estudios anteriores han apuntado a un riesgo más alto de complicaciones.
Pero en comparación con la «explosión» de investigaciones sobre la efectividad de la cirugía para perder peso, las desventajas se han explorado relativamente poco, apuntó la Dra. Anita Courcoulas, que dirigió el nuevo estudio.
«Es igual de importante publicar estudios sobre los resultados adversos», aseguró Courcoulas, profesora de cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. «Debemos dar a los pacientes información de ambas parte de la ecuación de riesgo y beneficio».
Eso no quiere decir que la manga gástrica sea la mejor opción. En el lado de los «beneficios», el bypass gástrico en general provoca una mayor pérdida de peso.
Entonces, cuando se trata de decidirse por un procedimiento, los valores y preferencias de los pacientes son clave, aseguró.
En Estados Unidos, el bypass gástrico y la gastrectomía en manga son las dos cirugías más comunes usadas para tratar la obesidad mórbida. Ambas cambian la anatomía del sistema digestivo y limitan la cantidad de comida que una persona puede consumir antes de sentirse llena.
Durante un bypass gástrico, los cirujanos dividen la parte superior del estómago del resto, creando una pequeña bolsa que entonces se vincula con el intestino delgado, desviándose de la mayor parte del estómago. Como resultado, las personas comen menos, y el cuerpo absorbe menos calorías. Ese tránsito desviado también cambia la función de las hormonas del hambre de los intestinos, según la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (American Society for Metabolic and Bariatric Surgery, ASMBS).
En comparación, la gastrectomía en manga es más fácil: los cirujanos extirpan una gran porción del estómago, convirtiéndolo en una bolsa tubular que puede contener mucha menos comida. Como el bypass, altera la actividad hormonal en los intestinos.
En promedio, las personas pierden más peso con el bypass. Un estudio de 2018 de 46,000 pacientes encontró que los pacientes que se sometieron al bypass, en promedio, una cuarta parte de su peso inicial a lo largo de cinco años. Esto es en comparación con un 19 por ciento entre los pacientes que se sometieron a la gastrectomía en manga.
El Dr. Matthew Hutter es presidente de la ASMBS, y profesor asistente de cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Dijo que en general ambos procedimientos son seguros. Y al provocar una pérdida sustancial de peso, ambos pueden mejorar afecciones médicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la apnea del sueño.
Para Hutter, los resultados «no fueron sorprendentes». Pero dijo que ofrecen información útil que médicos y pacientes pueden discutir. Al final, enfatizó, la elección de cirugía debe ser individual.
«Debe ser una decisión informada, basada en una conversación detallada con el médico», observó Hutter.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 15 de enero de la revista JAMA Surgery. Se basa en 33,560 pacientes que se sometieron a una cirugía en cualquiera de 10 centros de EE. UU. Poco más de la mitad recibieron el bypass gástrico, y los demás la gastrectomía en manga.
A lo largo de cinco años, un 38 por ciento de los pacientes del bypass fueron hospitalizados, frente a un 33 por ciento de los pacientes de la manga. De forma similar, más o menos un 12 por ciento de los pacientes del bypass necesitaron una operación abdominal o un procedimiento invasivo (pero no quirúrgico). Esto es en comparación con un 9 por ciento de los pacientes de la manga, mostraron los hallazgos.
Además, casi un 16 por ciento de los pacientes de bypass se sometieron a una endoscopia, en que los médicos introducen un tubo en el cuerpo para estudiar el tejido interno con detalle. Entre los pacientes de la manga gástrica, solo la mitad de ese número necesitaron una endoscopia.
Pero hay preguntas. Los investigadores no contaron con información sobre los motivos de esas hospitalizaciones y procedimientos. Y Courcoulas dijo que no necesariamente se relacionaban con problemas quirúrgicos.
Algunas personas, anotó, quizá se hayan sometido a reparaciones de hernias, o a reemplazos de rodillas debido a una artritis antigua, por ejemplo.
Hutter señaló otro punto. «No hubo una comparación contra las personas [con obesidad mórbida] que no se sometieron a una cirugía bariátrica», apuntó.
Entonces, no está claro si someterse a una cirugía bariátrica en realidad aumentó la necesidad de procedimientos entre los pacientes.
Pero lo importante, aseguró Courcoulas, es que los pacientes tengan una idea de cómo podría ser su atención médica en los años tras una cirugía para perder peso. Añadió que se necesitan más estudios para seguir sus perspectivas más allá de los cinco años.
Más información
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU. tiene más información sobre la cirugía para perder peso.
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