En todas las intervenciones quirúrgicas estéticas de carácter íntimo descritas las contraindicaciones son las mismas que las de cualquier otro tipo de operación. Cuando el objetivo es estético se trata de una cirugía electiva y no de solucionar una enfermedad, aunque sí se corrijan problemas de autoestima o se faciliten aspectos de la vida sexual. Por ello, es importante tener claras las expectativas, y que sea el médico el que valore la conveniencia o no de llevarla a cabo, pues muchos especialistas señalan que acaban derivando a la paciente al servicio de psicología porque la solución a determinados complejos o inseguridades no se encuentran en una intervención.
Por otra parte algunas intervenciones para resolver problemas genitales de origen congénito están contraindicadas hasta que el desarrollo físico de la afectada no sea completo, ya que el crecimiento puede modificar el resultado de una operación.
También hay que considerar que si una mujer desea tener hijos, los embarazos pueden modificar los genitales femeninos, además de que los partos también pueden alterar su aspecto, por lo que se recomienda realizar las operaciones de estética genital una vez que la paciente haya satisfecho sus deseos de ser madre.
Duración y efectos secundarios
Aunque las técnicas de cirugía estética íntima son operaciones relativamente sencillas, es necesario que se efectúen de la manera correcta y que sean llevadas a cabo por profesionales experimentados y contrastados, que aseguren un buen resultado y una recuperación rápida. Tampoco hay que olvidar que mantener la naturalidad de la zona redundará en una mejora de la imagen y la seguridad de las pacientes.
En su gran mayoría los procedimientos son ambulatorios y se realizan bajo anestesia local, por lo que después de la operación la paciente queda en observación tan sólo un par de horas. La vida laboral y las actividades habituales se pueden reiniciar tras una semana, y el ejercicio y las relaciones íntimas, aproximadamente al cabo de un mes.
Ninguna de estas intervenciones afecta a la sensibilidad de los genitales, ni tampoco tiene otros efectos secundarios salvo, en ocasiones, la infección de algún punto. La operación de estrechamiento de las paredes vaginales es, sin embargo, más compleja, aunque los expertos las señalan como intervenciones de riesgo mínimo.
En ocasiones las cicatrices pueden resultar dolorosas al principio y la sensibilidad puede quedar alterada durante un corto periodo de tiempo, pero todos los médicos coinciden en señalar que, por lo general, es una cirugía simple y da muy buenos resultados y un alto grado de satisfacción a las pacientes.
Fuente: webconsultas.com