La etapa de la menopausia resulta un periodo de continuas modificaciones en nuestros organismos a nivel fisiológico, psicológico y social. La menopausia, como proceso natural inherente a la propia naturaleza de la mujer, se inicia normalmente en la década de los 50 años y se caracteriza no solo por una interrupción de las menstruaciones sino también por el inicio de una época de progresivo envejecimiento que culminará con la entrada en la tercera edad. En un escenario en el que los signos del paso de los años se hace patente a nivel estético, muchas mujeres requieren los servicios de cirujanos plásticos con el objetivo de conservar la esencia de su juventud durante el máximo tiempo posible.
Frenar los efectos físicos de la menopausia con cirugía estética
Durante la menopausia, las mujeres sufren una disminución constante del grosor de la epidermis como consecuencia de una menor producción de colágeno en el organismo. Este proceso se materializa a través de una piel más seca, escamosa y menos elástica, hecho constatado con el sucesivo incremento de arrugas en la dermis. También se produce una disminución del estrógeno presente en la piel, lo que proporciona una menor tensión en la superficie cutánea, acentuando las arrugas y marcando las ya existentes. Por último, el desequilibrio hormonal característico en esta época produce una pérdida de numerosos nutrientes -calcio, fósforo, magnesio y zinc- absolutamente necesarios para mantener la piel saludable.
Las cirugías más frecuentes, dadas estas circunstancias, tanto en la etapa premenstrual como en la postmenstrual son las faciales. El estiramiento facial, el rejuvenecimiento del cuello y la lipoinyección facial son los procesos estéticos más demandados por la mujer durante esta etapa vital. Se trata de tratamientos plásticos especializados que corrigen anomalías como las estrías, las pieles flácidas, las arrugas y otro tipo de consecuencias del proceso natural de envejecimiento que dispone el cuerpo femenino.
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones los altibajos emocionales asociados a la menopausia suelen acelerar la toma de este tipo de decisiones. Los cirujanos estéticos opinan al respecto que las mujeres deben dejar atrás cualquier alteración emocional de tipo depresivo antes de someterse a cualquier intervención quirúrgica que pretenda corregir los efectos del paso de los años sobre la piel.
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