La piel del contorno de los ojos es el más frágil y delgado de nuestro cuerpo.
Su espesor es sólo de 0,33 a 0,36 mm (la de la cara es de 1 a 2 mm).
En solo un día parpadeamos cerca de 10 mil veces, lo que origina arrugas finas que evolucionarán en líneas más profundas y “patas de gallo”, a lo que se añaden bolsas y ojeras.
Las bolsas de origen graso se producen por una acumulación de tejido adiposo bajo los ojos. Estas bolsas pueden tener su origen en multitud de causas, pero se destaca la falta de emulsión de las grasas por el hígado. Se evidencian cuando la grasa sobre la que reposa el ojo provoca unas pequeñas hernias, que presionan el tejido conectivo y que se aprecian visualmente como abultamientos localizados bajo los ojos.
Las bolsas son, pues, una manifestación de las disfunciones internas con las que están relacionadas. Por lo tanto, es difícil darles una solución si no se mejora la causa interna que las origina. Se debe controlar el sistema de eliminación de líquidos del organismo (los riñones) en el caso de las bolsas acuosas y el sistema de regulación o emulsión de las grasas (el hígado) en el caso de las bolsas de origen graso.
Las arrugas en los ojos aparecen, normalmente, a partir de los 30 años y comienzan en el extremo externo formando las denominadas patas de gallo. Posteriormente y debido al aumento de su flacidez, las arrugas son más visibles en el párpado inferior, mientras que la piel se acumula de forma más ostensible en el superior.
Con las bolsas de ojos, se presenta la hinchazón de párpados. Esta alteración estética se debe a una deficiencia de la microcirculación linfática del contorno ocular. Puede no tener relación con las bolsas, pero se agrava con éstas. Se suele observar al despertar, después de dormir poco o después de haber dormido mucho. Durante la noche se puede acumular líquido que es fácilmente drenado por el día gracias a los múltiples parpadeos que activan la microcirculación linfática.
Unos hábitos de vida saludables, con sueño suficiente, y evitando el consumo de alcohol es la mejor prevención para evitar los párpados hinchados.
Precauciones con las cremas
Si tiene los parpados hinchados no es conveniente echarles crema pues se hinchan debido a una infección provocada por la sobrehidratación de esa zona.
Remedios caseros
Dormir 8 horas, como mínimo: la falta de sueño causa bolsas y ojeras.
Llevar una alimentación sana en base a frutas y verduras, y beber abundante agua.
Debido a la retención de líquidos, la zona de los párpados suele estar hinchada. Por eso, para tratarlos son excelentes los productos que contienen sustancias descongestivas, como la manzanilla, la caléndula y la árnica.
Un remedio casero es mojar un poco algunos saquitos de té de manzanilla y, posteriormente, llevarlos al refrigerador. Antes de irte a dormir, coloca uno sobre cada párpado y luego colócate un antifaz o algo que los mantenga sujetados. Otra forma es colocándose patata fresca. Simplemente pelarla, cortar rebanadas circulares, dejarlas enfriar y luego colocarlas sobre tus ojos. También el pepino funciona.
También es probable que el problema que tengas en esos momentos sea de retención de líquidos y esto sea lo que genera esa inflamación en tus párpados. En ese caso, algunas plantas diuréticas como la cola de caballo pueden venirte bien para depurar un poco tu organismo.
También hay ejercicios para los párpados, como colocar los dedos índices sobre el final de cada ceja, mientras apoyas los pulgares en el lado externo de tus pómulos. Abra bien los ojos y con los dedos estira la piel hacia atrás, respirar hondo y soltar el aire lentamente, intentando cerrar tus ojos.
Cirugía del párpado
La extirpación de bolsas y piel del párpado superior se realiza de modo directo sobre la piel.
La cirugía de párpados, también llamada blefaroplastia, quita el exceso de piel fláccida y arrugada elevando los párpados superiores, lo que puede quitarle la mirada constantemente cansada o triste. También elimina las bolsas debajo de los ojos y eleva la piel más baja del párpado, creando una mirada más brillante, alerta y descansada.
La incisión se oculta generalmente con el pliegue natural del párpado, y puede extenderse levemente hacia fuera cuando se crean las líneas que se forman al sonreír, u otro tipo de pliegues existentes. Estará bien camuflada cuando se cicatrice.
Las bolsas de origen acuoso se deben a una acumulación hídrica en los párpados inferiores. Esta alteración orgánica provoca las antiestéticas bolsas como manifestación de la incapacidad del riñón de eliminar y drenar el exceso de líquido. Otras veces los responsables de las bolsas de origen acuoso son la falta de sueño, el cansancio o el exceso de alcohol y tabaco.
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