Dos estudios recientes realizados en España han demostrado cómo una alimentación con alta presencia de fibra y fuentes vegetales de proteína impacta favorablemente la salud, especialmente en poblaciones con riesgo metabólico o cardiovascular.

Hallazgos clave

  • Las dietas hipocalóricas que destacan por legumbres, vegetales, fibra y bajo consumo de grasas de origen animal mostraron mejoras importantes en marcadores metabólicos.

  • El estudio PREDIMED-Plus, uno de los estudios españoles más reconocidos en nutrición, ha sido citado como modelo de esta tendencia: combina alimentación mediterránea con actividad física, y ha asociado dietas similares con menor incidencia de diabetes tipo 2, hipertensión y eventos cardiovasculares.

  • Los participantes que adoptaron estos patrones alimenticios presentaron mejores perfiles de glucosa, lípidos y menor riesgo de progresión hacia enfermedades crónicas.

¿Por qué funcionan?

  • La fibra dietética ayuda a ralentizar la absorción de glucosa, reduce el pico de insulina y mejora la sensibilidad a esta hormona.

  • Las proteínas vegetales (legumbres, frutos secos, granos enteros) aportan saciedad con menor carga lipídica.

  • Este tipo de dieta tiene un efecto antiinflamatorio y favorece el microbioma intestinal saludable, lo que repercute en una reducción del riesgo cardiovascular.

Recomendaciones prácticas

  • Aumentar el consumo de legumbres, frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos.

  • Reemplazar gradualmente carnes rojas por proteínas vegetales o pescado.

  • Mantener una dieta balanceada y sostenible, no privativa, para poder adherirse en el tiempo.

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