Mastopexia es una palabra de reciente creación con la que los cirujanos plásticos designan a la intervención quirúrgica que persigue elevar y mejorar el aspecto de las mamas caídas. Esta técnica comenzó a realizarse ya a finales del siglo XIX, pero a medida que han avanzado los años y la ciencia, los médicos han mejorado e incluido innovaciones que han permitido llegar a la cirugía actual de elevación de pecho, con la que se obtienen unos resultados muy satisfactorios y naturales.
Cada vez son más las opiniones a favor de la mastopexia, tanto de especialistas médicos como de mujeres que han comprobado en primera persona los resultados de esta técnica. La elevación de pecho es una cirugía con muy buenos resultados y totalmente segura, siempre y cuando sea llevada a cabo por un cirujano plástico cualificado y en un centro sanitario preparado para ello.
Ventajas de la mastopexia
La mastopexia es una cirugía con la que se consigue elevar el pecho.
Esta intervención se hace para devolver al pecho la firmeza que va perdiendo de forma natural con el paso de los años o por otras circunstancias personales como pueden ser los embarazos, la lactancia o la pérdida de peso. Todo ello hace que las mamas pierdan elasticidad y que se caigan.
A dicho fenómeno se le denomina ptosis mamaria y, a veces, puede ir acompañado de la pérdida de volumen de los pechos. En estas circunstancias es posible optar por combinar tanto la técnica de elevación mamaria como la de aumento de pecho con prótesis.
Asimismo, durante esta intervención quirúrgica se puede también mejorar el aspecto del pezón, reduciéndolo en caso de que sea muy grande, con lo que el resultado estético será más perfecto.
¿Cuándo se necesita elevar el pecho?
Esta operación la demandan aquellas mujeres que no se sienten bien porque sus senos están caídos después de varios embarazos, haber dado de mamar, haber adelgazado mucho en poco tiempo o cualquier otro motivo.
La elevación de mamas es una operación cada vez más demandada por las mujeres.
El principal requisito que tienen que cumplir estas pacientes para someterse a una mastopexia es tener un buen estado de salud. La elevación de pecho ofrece resultados muy buenos y un nivel de satisfacción elevado.
Generalmente, después de un periodo de lactancia el pecho pierde volumen y firmeza, lo que provoca ciertos complejos en algunas mujeres. En estos casos, la mastopexia ayuda a recuperar el estado estético natural del pecho. No obstante, los especialistas suelen insistir en que es importante que la paciente se someta a la operación de elevación de mamas cuando haya decidido no tener más hijos, pues un futuro embarazo podría volver a afectar a los senos, con lo que la intervención no habría servido de mucho.
¿Cómo se hace una elevación de mamas?
La elevación de pecho se debe realizar en el quirófano de un hospital o en una clínica debidamente equipada, a cargo de un especialista en Cirugía Plástica. La intervención dura entre 1 y 3 horas, aproximadamente. Normalmente la mastopexia es bilateral, es decir, se realiza en los dos senos.
En líneas generales, la mastopexia implica realizar una serie de incisiones en la mama, justo en la zona en la que está el exceso de piel. Una vez que esta se haya eliminado, el cirujano vuelve a colocar el pezón y la areola en su nueva posición, más elevada, y procederá a suturar las heridas.
Para hacer una mastopexia, el cirujano elimina el exceso de piel en las mamas y eleva el pezón.
Normalmente los puntos están ubicados alrededor de la areola, formando una línea vertical descendente en dirección a la base del pecho, y otra horizontal que recorre el surco de los senos. De una forma más visual, podría decirse que la cicatriz representa una ‘T’ invertida.
No obstante, el aspecto de la cicatriz no será el mismo en todos los casos, pues cuando la mama es pequeña y está poco caída la incisión se hace únicamente alrededor de la areola. Por otra parte, algunas pacientes tal vez necesiten introducir una prótesis mamaria para proporcionar un mayor volumen al pecho.
Finalizada la cirugía de elevación de pecho se pondrá un vendaje compresivo y se recomendará usar un sujetador especial durante un tiempo.
Anestesia
Normalmente, en la operación de mastopexia se emplea anestesia general, para que la paciente esté dormida y totalmente inmóvil durante el procedimiento quirúrgico. Solo en casos excepcionales se podría recomendar la utilización de anestesia local y sedación.
La cirugía de elevación de pecho requiere emplear anestesia general y, al menos, una noche de hospitalización para evitar complicaciones.
Por otro lado, es posible que la paciente tenga que permanecer ingresada tras la cirugía, aunque como norma general solo es necesaria una noche de hospitalización. Después, podrá regresar a su casa para seguir con la recuperación.
Preparación
La paciente que esté decidida a someterse a esta intervención quirúrgica, acudirá a un cirujano plástico para evaluar el tamaño y forma de sus mamas, la situación en la que se encuentra su piel y su estado de salud en general.
Durante la operación de mastopexia se utiliza anestesia general.
En esta primera visita médica, la mujer recibirá toda la información sobre la técnica quirúrgica que se le realizará. También realizará una exploración de mamas y, si lo cree conveniente, ordenará una mamografía.
En cuanto al tamaño y la forma que se desea dar al pecho con la mastopexia, son cosas que se decidirán de acuerdo con el cirujano, una vez que la candidata haya compartido cuáles son sus expectativas. Ante todo, se aconseja buscar un pecho natural, proporcionado con el resto del cuerpo.
El especialista valorará también si para lograr el resultado buscado se necesita combinar esta técnica con otro tipo de mamoplastia, como un aumento de pecho o una reducción, por ejemplo. Y explicará cuáles son los posibles riesgos y limitaciones que tiene la mastopexia.
Consejos preoperatorios
Además, antes de la cirugía el médico dará las indicaciones precisas sobre cómo prepararse para someterse a la mastopexia. Estos consejos están relacionados, por ejemplo, con los alimentos y líquidos que puede tomar o con la conveniencia de suprimir algún tratamiento médico.
Asimismo, si la paciente es fumadora se lo tiene que comunicar al especialista para que este le indique el tiempo mínimo que tiene que dejar este hábito para que no afecte a la intervención. También habrá que comentar el número de embarazos que ha tenido y si en el futuro desea volver a ser madre.
Postoperatorio y recuperación
La mastopexia se recomienda cuando el pecho ha perdido su firmeza natural y, como consecuencia, se ha caído.
Una operación de elevación de senos requiere, como cualquier otra, de un tiempo de recuperación. La duración del postoperatorio dependerá de factores como el estado de salud previo de la paciente o la ausencia de complicaciones durante la intervención.
Si todo marcha según lo previsto, se podrá hacer vida normal pasadas entre 24 y 48 horas tras la operación de mastopexia. Si bien, dentro de la normalidad entra el sentir algunas molestias en la zona intervenida, para lo que el especialista prescribirá analgésicos.
Los apósitos y vendajes que se colocan al finalizar la operación se retiran pasados unos días. Tendrán que ser sustituidos por un sujetador especial que habrá que usar el tiempo mínimo necesario. Por su parte, los puntos de sutura se retiran entorno a 7 o 14 días después de la mastopexia.
La inflamación postoperatoria durará entre 3 y 6 semanas. En cuanto al dolor en las mamas, desaparecerá aproximadamente a las dos semanas de la mastopexia. En este tiempo es frecuente sentir cierto ardor en los pezones, pero esta molestia también se aliviará en unos 15 días.
Después de la mastopexia, la paciente tendrá que guardar reposo algunos días y recuperar su actividad cotidiana poco a poco, siguiendo las instrucciones del cirujano.
Otro posible efecto es la disminución de sensibilidad en los pezones, lo que remite con el tiempo. En casos muy aislados la mujer no recupera por completo la sensibilidad en los pezones. En lo referente a la reincorporación a la vida laboral, esta se realizará en el momento especificado por el cirujano, aunque normalmente si el trabajo no requiere de una actividad física intensa, la paciente podrá volver a él a los pocos días.
Cuidados tras la mastopexia
Después de la mastopexia, para evitar riesgos y contribuir a una buena recuperación, la paciente deberá seguir las recomendaciones del cirujano. Por ejemplo:
En el postoperatorio la paciente tiene que guardar cierto reposo y evitar hacer esfuerzos.
No podrá levantar objetos por encima de la cabeza durante las 2 o 3 semanas posteriores. Y esperar un tiempo para hacer deporte.
Tendrá también durante ese tiempo las mamas más sensibles de lo habitual por lo que un contacto físico excesivo no será aconsejable hasta que hayan transcurrido de 3 a 4 semanas.
El aspecto de las cicatrices es más húmedo y rosado al principio, pero irán mejorando a partir de las 6 semanas.
La paciente deberá someterse a controles mamográficos propios de su edad (si los necesita).
Las cicatrices de la mastopexia no se verán a simple vista y, en cualquier caso, podrán ser disimuladas bajo el sujetador o el bikini. Con el paso del tiempo, la piel se irá recuperando y la cicatriz será prácticamente invisible. El proceso de cicatrización podría verse afectado en pacientes fumadoras, pues el tabaco dificulta la correcta regeneración de los tejidos.
Precio de la mastopexia
El precio de la mastopexia depende de varios factores, especialmente de la técnica utilizada y del cirujano que se encargue de la misma. En cualquier caso, tras un primer diagnóstico el mismo especialista detallará cuáles son los costes de la intervención.
Hay que tener presente que, como sucede con el aumento de pecho, este tipo de cirugía no está cubierta por la Sanidad Pública cuando tiene fines puramente estéticos. Los casos en los que la Seguridad Social se hace cargo de una mastopexia son aquellos en los hay de fondo una cuestión de salud, esto es, cuando la pérdida de las mamas se debe, por ejemplo, a un cáncer u otra enfermedad.
Fuente: bonomedico.es