¿Qué es la operación de párpados?

La operación de párpados, cuya correcta denominación es blefaroplastia, es una intervención quirúrgica muy poco invasiva que se realiza sobre los párpados con el fin de conseguir beneficios estéticos y, en ciertos casos, para mejorar la calidad de la visión.

Esta operación, aunque sencilla y prácticamente sin riego, debe ser realizada siempre por un cirujano oftalmólogo, con el fin de evaluar cada caso de forma individualizada, puesto que, con el fin de ganar en eficacia y eliminar complicaciones, cada cirugía ha de estar adaptada a las características personales de cada paciente, actuando en todos los casos en base a unos parámetros altamente personalizados.

La principal función del especialista en cirugía plástica ocular es analizar y evaluar cuáles son los aspectos a tratar, en función de la afectación de cada paciente. Los principales problemas que el paso del tiempo provoca en los párpados son de dos tipos: estéticos y de disminución de la calidad de visión, y ambos pueden mejorarse con una operación de este tipo, bien con una cirugía sobre el párpado superior (blefaroplastia superior) o bien, con una intervención sobre el párpado inferior (blefaroplastia inferior). También se pueden operar los dos párpados.

Estos son los problemas más comunes:

Aumento excesivo de la piel en el párpado superior que lleva a la formación de un pliegue.
En ocasiones, la piel también se estira en el párpado inferior, produciendo la formación de las antiestéticas bolsas de grasa y ojeras.
La pesadez del párpado superior puede llegar a provocar una disminución de la calidad de la visión e, incluso la caída del párpado (ptosis palpebral).
¿Por qué la zona de los párpados es tan delicada?
La piel que rodea los ojos es la más fina del rostro y está siempre expuesta, por lo que es más vulnerable a la acción de ciertos factores internos y externos que provocan la aparición de arrugas de expresión, exceso de piel y exceso de grasa que provoca bolsas en los párpados. Todo ello puede llevar a que el paciente tenga una apariencia cansada y una mirada triste, que se refleja en su expresión facial.

Estos factores son:

La edad.
Factores genéticos.
Exposición excesiva al sol.
Tabaco.
Mala alimentación (rica en grasas y proteínas).
Estrés.
Contaminación.
Cambios bruscos de peso.
Cambios hormonales

No solo es una cuestión estética

Aunque la cirugía de párpados se suele relacionar con cuestiones estéticas, como hemos visto estos problemas de los párpados también pueden llegar a producir una merma de la calidad de la visión en algunas personas por problemas funcionales, ya que a veces los párpados caídos reducen el campo visual y esto afecta negativamente a la visión del paciente.

De esta forma, una operación de párpados bien realizada puede suponer las siguientes ventajas:

Mejorar estéticamente, dando al rostro un aspecto más juvenil, saludable y menos cansado.
Mejorar la visión al desaparecer la sensación de pesadez por la grasa y piel sobrante y reducirse el campo de visión.
El procedimiento quirúrgico: las dos opciones posibles
Una cirugía de los párpados consiste básicamente en extirpar la piel y la grasa sobrante, restaurando al mismo tiempo la tensión adecuada de la piel y los músculos de alrededor de los ojos. Con ello se eliminan las bolsas de grasa que se acumulan en los párpados inferiores y el exceso y caída de la piel que puede aparecer en los superiores.

Esta intervención se puede realizar de dos formas distintas:

Por vía externa. Una operación de este tipo consiste en la realización de un pequeño corte debajo de las pestañas por el que se extraen las bolsas de grasa. A continuación, el corte se cierra con una sutura muy fina, quedando la piel más tensa.
De forma transconjuntival o por vía interna. Método que consiste en hacer una pequeña incisión en el interior del párpado. No es necesaria sutura ni se produce ningún tipo de herida externa, puesto que la grasa se extrae a través de la mucosa interna del párpado. Para que el paciente no sufra ninguna molestia se colocan unas gotas anestésicas y, además, unas lentes de contacto especiales a modo de protección adicional. Tiene la ventaja de no dejar ningún tipo de cicatriz y no se puede cambiar la forma de los ojos, siendo el procedimiento más comúnmente utilizado especialmente en personas de más de 45 años, cuyo problema sea la acumulación de grasa.
La duración de ambas intervenciones suele ser entre una hora y dos horas, las molestias para el paciente son mínimas (es una cirugía ambulatoria), se realiza con anestesia local, la recuperación es muy rápida y pueden llegar a operarse los cuatro párpados en una sola intervención. Además, tras la intervención el paciente debe permanecer una hora en reposo en la clínica y, posteriormente, podrá ir a su domicilio sin tener que llevar los ojos tapados, por lo que no se impide la visión.

Precauciones a tener en cuenta antes de la cirugía

Además de confirmar que el estado de salud general del paciente es el adecuado para realizar la intervención, es muy importante llevar a cabo una revisión oftalmológica previa para descartar posibles patologías oculares.

La cirugía de párpados se realiza muy cerca del globo ocular por lo que, además de buscar unos buenos resultados estéticos, es fundamental tratar de prevenir cualquier tipo de complicación oftalmológica que pudiera surgir y no alterar la función protectora de los ojos que tienen los párpados.

Postoperatorio

La recuperación de la cirugía de párpados suele ser bastante rápida, pero requiere que el paciente lleve una serie de cuidados posteriores, tales como aplicar frío en la zona durante los primeros días, realizar un reposo relativo y evitar esfuerzos y movimientos bruscos. Además, se deberá aplicar alguna pomada antibiótica y antiinflamatoria por recomendación del especialista en cirugía oculoplástica.

- Suscribase -