Un análisis de múltiples estudios recientes revela que el consumo de marihuana se asocia con un riesgo significativamente mayor de eventos cardiovasculares graves, como infarto y accidente cerebrovascular, incluso en adultos jóvenes sin factores de riesgo tradicionales.
Hallazgos principales de los estudios
Un metaanálisis que incluyó aproximadamente 200 millones de personas (publicado en Heart) reportó que los consumidores de marihuana tenían un 29 % más de riesgo de síndrome coronario agudo (como infarto), un 20 % más de riesgo de accidente cerebrovascular, y el doble de riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.
En otro estudio retrospectivo de más de 4.6 millones de personas menores de 50 años, se encontró que los consumidores tenían:6 veces más riesgo de infarto
4 veces más riesgo de accidente isquémico cerebral
El doble de riesgo de insuficiencia cardíaca
Tres veces más probabilidad de muerte por causa cardiovascular
Mecanismos biológicos implicados
El humo del cannabis, similar al del tabaco, puede dañar las arterias y alterar la función endotelial, aumentando la inflamación y la coagulación.
Un estudio de la UCSF demostró que:
Tanto usuarios que fuman como quienes consumen comestibles con THC presentaron disfunción vascular temprana
Los fumadores también mostraron una reducción del óxido nítrico, un marcador clave del daño vascular.
¿Quiénes están en riesgo?
Adultos jóvenes (19–59 años), incluso sin antecedentes cardiovascular, presentaron eventos graves en mayor proporción.
Personas que consumen cannabis diariamente tienen un 25 % más de probabilidad de infarto y 42 % más probabilidad de stroke en comparación con quienes no usan.
Conclusiones clave
Riesgo asociado al consumo de cannabis | Descripción |
---|---|
↑ Infarto cardíaco (síndrome coronario agudo) | 29 % más riesgo |
↑ Accidente cerebrovascular (ACV) | 20 % más riesgo |
↑ Muerte por enfermedad cardiovascular | Riesgo duplicado |
↓ Función vascular y producción de óxido nítrico | Signos de daño endotelial precoz |
Recomendaciones prácticas
Evaluar siempre el consumo de marihuana al abordar riesgos cardiovasculares, como se hace con el tabaco.
Reducir o eliminar su consumo, especialmente en personas con factores de riesgo cardiovascular.
Informar al público sobre los riesgos reales, incluyendo la inhalación pasiva.
Más aún en la era actual, donde se promueve medicinalmente, se debe advertir sobre los riesgos cardiovasculares.