Cuando las personas envejecen enfrentan problemas de salud comunes como síntomas molestos en la vejiga o cambios en la función sexual. Las personas con diabetes pueden presentar un inicio precoz y una marcada intensidad de estos problemas. Las complicaciones sexuales y urológicas de la diabetes suceden por el daño que la diabetes puede causar sobre los vasos sanguíneos y los nervios. Los hombres pueden tener dificultad con la erección o la eyaculación. Las mujeres pueden tener problemas con la respuesta sexual y la lubricación vaginal. Las infecciones de las vías urinarias y los problemas de la vejiga son más frecuentes en personas con diabetes. Las personas que mantienen su diabetes bajo control pueden disminuir el riesgo de desarrollar de manera precoz estos problemas sexuales y urológicos.

La diabetes y los problemas sexuales

Tanto las mujeres como los hombres que tienen diabetes pueden desarrollar problemas sexuales debido a los daños de los nervios y vasos sanguíneos pequeños. Cuando una persona quiere alzar un brazo o dar un paso, el cerebro envía señales nerviosas a los músculos adecuados. Las señales nerviosas también controlan órganos internos como el corazón y la vejiga, pero las personas no tienen el mismo tipo de control consciente de estos órganos como lo tienen de los brazos y las piernas. Los nervios que controlan los órganos internos se llaman nervios autónomos y le indican al cuerpo que digiera la comida y circule la sangre sin que la persona tenga que pensar en ello. La respuesta del cuerpo a los estímulos sexuales es también involuntaria, está gobernada por las señales nerviosas autónomas que aumentan el flujo sanguíneo hacia los genitales y hacen que el tejido de los músculos lisos se relaje. El daño de estos nervios autónomos puede alterar la función normal. La reducción en el flujo sanguíneo debido al daño en los vasos sanguíneos también contribuye a la disfunción sexual.

¿Qué tipos de problemas sexuales pueden presentarse en hombres con diabetes?

Disfunción eréctil

La disfunción eréctil es la incapacidad constante de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual. Esta afección incluye la incapacidad total de lograr una erección y la incapacidad de mantenerla.

En los hombres con diabetes, las tasas de prevalencia de la disfunción eréctil fluctúan ampliamente, de un 20 a un 75 por ciento. Los hombres con diabetes tienen de dos a tres veces más probabilidades de tener disfunción eréctil que aquellos que no tienen diabetes. Los hombres con diabetes pueden sufrir de disfunción eréctil de 10 a 15 años antes que los hombres sin diabetes. Las investigaciones sugieren que la disfunción eréctil puede ser una señal temprana de la diabetes, sobre todo en hombres de 45 años o menos.

Otras causas principales para la disfunción eréctil, además de la diabetes, incluyen la presión arterial alta, la enfermedad renal, el abuso en el consumo de alcohol y las enfermedades de los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil también puede producirse por los efectos secundarios de algunos medicamentos, factores psicológicos, tabaquismo y deficiencias hormonales.

Los hombres que tengan disfunción eréctil deben considerar el hablar con su proveedor de atención médica. El proveedor de atención médica puede hacer preguntas sobre la historia clínica del paciente, el tipo y frecuencia del problema sexual, los medicamentos, tabaquismo y consumo de alcohol, y otras afeccioner de salud. Un examen físico y pruebas de laboratorio pueden ayudar a determinar las causas de los problemas sexuales. El proveedor de atención médica revisará el control de glucosa en la sangre y los niveles hormonales y podría pedirle al paciente que se haga una prueba en casa para verificar si se presentan erecciones mientras la persona duerme. El proveedor de atención médica también le puede preguntar al paciente si éste se encuentra deprimido o si ha tenido cambios difíciles en su vida recientemente.

Los tratamientos para la disfunción eréctil causada por el daño de los nervios, también conocido como neuropatía, son muy variados y abarcan los medicamentos por vía oral, la bomba de vacío, los gránulos colocados en la uretra, las inyecciones aplicadas directamente dentro del pene e inclusive la cirugía. Todos estos tratamientos tienen ventajas y desventajas. Puede ser necesaria la terapia psicológica para disminuir la ansiedad o tratar otros problemas. La cirugía para implantar un aparato que ayuda con la erección o en reparar arterias, es el tratamiento de último recurso cuando todo lo demás ha fallado.

Eyaculación retrógrada

La eyaculación retrograda es un trastorno masculino en la cual parte o todo el semen fluye hacia la vejiga en vez de salir por la punta del pene durante la eyaculación. La eyaculación retrógrada sucede cuando los músculos internos, llamados esfínteres, no funcionan adecuadamente. El esfínter abre y cierra automáticamente un conducto en el cuerpo. En la eyaculación retrógrada, el semen entra a la vejiga, se mezcla con la orina y sale del cuerpo mediante la micción, sin afectar la vejiga. Un hombre que presenta eyaculación retrógrada puede observar que fluye poco semen durante la eyaculación o puede darse cuenta del trastorno si se presentan problemas de fertilidad.

El análisis de una muestra de orina después de eyacular confirmará la presencia de semen.

El control inadecuado de la glucosa en la sangre y el consecuente daño de los nervios puede causar la eyaculación retrógrada. Otras causas incluyen la cirugía de próstata y algunos medicamentos.

Los medicamentos que fortalecen el tono muscular del esfínter vesical pueden ayudar con la eyaculación retrógrada causada por diabetes o cirugía. Un urólogo especializado en tratamientos para la infertilidad puede ayudar con técnicas para estimular la fertilidad, tal como recolectar espermatozoides de la orina para usarlos después durante una inseminación artificial.

¿Qué tipos de problemas sexuales pueden presentarse en mujeres con diabetes?

Muchas mujeres con diabetes sufren de problemas sexuales. Aunque la investigación sobre los problemas sexuales en las mujeres con diabetes es limitada, un estudio reveló que el 27 por ciento de las mujeres con diabetes tipo 1 presentan disfunción sexual. Otro estudio reveló que el 18 por ciento de las mujeres con diabetes tipo 1 y el 42 por ciento de mujeres con diabetes tipo 2 sufren de disfunción sexual.

Los problemas sexuales pueden incluir

  • lubricación vaginal disminuida, que produce sequedad vaginal
  • relación sexual dolorosa o incómoda
  • deseo sexual disminuido o ausente
  • respuesta sexual disminuida o ausente

La respuesta sexual disminuida o ausente puede incluir la incapacidad de alcanzar la excitación o mantenerla, sensación reducida en el área genital o ausencia total de sensibilidad e inhabilidad constante o esporádica de alcanzar el orgasmo.

Las causas de los problemas sexuales en las mujeres con diabetes incluyen el daño de los nervios, la disminución de flujo sanguíneo a los tejidos genitales y vaginales, y cambios hormonales. Otras causas posibles incluyen algunos medicamentos, abuso en el consumo de alcohol, tabaquismo, problemas psicológicos como ansiedad o depresión, infecciones ginecológicas, otras enfermedades y afecciones relacionadas con el embarazo o la menopausia.

Las mujeres que sufren de problemas sexuales o que notan cambios en la respuesta sexual deben considerar el hablar con su proveedor de atención médica. El proveedor de atención médica hará preguntas sobre la historia médica de la paciente, cualquier afección o infección ginecológica, el tipo y frecuencia de los problemas sexuales, los medicamentos, el tabaquismo, el consumo de alcohol y otros problemas de salud. El proveedor de atención médica podría preguntar si la paciente se encuentra embarazada o ha alcanzado la menopausia y si se encuentra deprimida o si ha tenido cambios difíciles en su vida recientemente. Un examen físico y pruebas de laboratorio también podrían ayudar a identificar la causa de los problemas sexuales. El proveedor de atención médica también hablará con la paciente sobre el control de la glucosa en la sangre.

Los lubricantes vaginales de venta libre o con receta podrían ser de ayuda para las mujeres que sufren de sequedad vaginal. Las técnicas para tratar la respuesta sexual disminuida incluyen cambios en la posición y estimulación durante la relación sexual. La terapia psicológica también podría ser útil. Los ejercicios Kegel para ayudar a fortalecer los músculos pélvicos podrían mejorar la respuesta sexual. Actualmente se están llevando a cabo estudios sobre los tratamientos con fármacos.

La diabetes y problemas urológicos

Los problemas urológicos que afectan a hombres y mujeres con diabetes incluyen problemas vesicales e infecciones de las vías urinarias.

Problemas de la vejiga

Muchos acontecimientos o trastornos pueden dañar los nervios que controlan la función vesical, entre ellos se cuentan la diabetes y otras enfermedades, lesiones e infecciones. Más de la mitad de las mujeres y hombres con diabetes tienen disfunción vesical debido al daño de los nervios que controlan la función de la vejiga. La disfunción vesical puede tener un efecto impactante en la calidad de vida de una persona. Los problemas de la vejiga comunes en hombres y mujeres con diabetes incluyen los siguientes:

  • Vejiga hiperactiva. Los nervios dañados podrían enviar señales a la vejiga en el momento inadecuado, haciendo que los músculos se contraigan sin aviso. Los síntomas de la vejiga hiperactiva incluyen
    • frecuencia urinaria—orinar más de ocho veces al día o dos o más veces en la noche
    • urgencia urinaria—ganas repentinas y fuertes de orinar inmediatamente
    • incontinencia urinaria—el goteo de orina que sucede después de que se presentan ganas repentinas y fuertes de orinar
  • El control inadecuado de los músculos del esfínter. Los músculos del esfínter rodean la uretra—el tubo que transporta orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo—y la mantiene cerrada para retener la orina en la vejiga. Si los nervios de los músculos del esfínter se dañan, los músculos pueden aflojarse y permitir el goteo o permanecer cerrados cuando la persona trata de expulsar la orina.
  • Retención de orina. En algunas personas, el daño de los nervios evita que los músculos de la vejiga reciban la señal de que es tiempo de orinar o hace que los músculos sean muy débiles y no puedan vaciar la vejiga por completo. Si la vejiga se llena demasiado, puede acumularse la orina y la presión creciente puede dañar los riñones. Si la orina permanece demasiado tiempo en el cuerpo se puede desarrollar una infección en los riñones o la vejiga. La retención urinaria también puede producir incontinencia por rebosamiento, que es el goteo de orina cuando la vejiga está llena y no se vacía por completo.

El diagnóstico de problemas en la vejiga puede incluir tanto el control de la función vesical como el aspecto de la parte interior de la vejiga. Los exámenes pueden incluir radiografías, pruebas urodinámicas para evaluar la función de la vejiga, y la cistoscopia, un examen que usa un aparato llamado cistoscopio para observar el interior de la vejiga.

El tratamiento de los problemas de la vejiga debido a daño nervioso depende del problema específico. Si el problema principal es la retención de orina, el tratamiento puede incluir medicamentos para estimular un mejor vaciado de la vejiga y la práctica de un vaciamiento programado que consiste en orinar en un horario fijo, que ayuda a hacer más eficaz la micción. Las personas a veces necesitan insertarse periódicamente un tubo delgado llamado catéter a través de la uretra para drenar orina de la vejiga. También es útil aprender a saber cuándo está llena la vejiga y cómo masajear la parte inferior del abdomen para vaciar la vejiga por completo. Si el goteo urinario es el problema principal, los medicamentos, el fortalecimiento de los músculos con los ejercicios Kegel y la cirugía pueden ayudar en algunos casos.

Infecciones de las vías urinarias

Cuando las bacterias, usualmente del sistema digestivo, alcanzan las vías urinarias se pueden presentar infecciones. Si las bacterias crecen en la uretra, esta infección se conoce como uretritis. Las bacterias pueden subir por las vías urinarias y causar una infección de la vejiga llamada cistitis. Una infección sin tratarse puede avanzar más adentro del cuerpo y causar pielonefritis, una infección de los riñones. Algunas personas tienen infecciones crónicas o recurrentes de las vías urinarias. Los síntomas de las infecciones de las vías urinarias incluyen

  • necesidad intensa de orinar
  • dolor o ardor en la vejiga o uretra durante la micción
  • orina turbia o rojiza
  • en mujeres, presión sobre el hueso púbico
  • en hombres, sensación de llenura en el recto

Si la infección está en los riñones, una persona puede tener náuseas, dolor en la espalda o el costado y fiebre. La micción frecuente puede ser una señal de glucosa alta en la sangre, por lo que se deben analizar los resultados recientes del control de la glucosa en la sangre.

Un proveedor de atención médica pedirá una muestra de orina para analizarla en busca de bacterias y pus. Se pueden realizar pruebas adicionales si el paciente tiene infecciones frecuentes de las vías urinarias. Una ecografía proporciona imágenes de las ondas acústicas del eco que rebota de los órganos internos. Una pielografía intravenosa usa un tinte especial para realzar las imágenes radiográficas de las vías urinarias. Se puede realizar también una cistoscopia.

Para prevenir infecciones más graves, son importantes la detección y el tratamiento oportunos. Para erradicar una infección de las vías urinarias, es probable que el proveedor de atención médica recete un tratamiento antibiótico según el tipo de bacteria en la orina. Las infecciones renales son más serias y pueden requerir un tratamiento antibiótico por varias semanas. Tomar grandes cantidades de líquido ayuda a prevenir otra infección.

¿Quién corre riesgo de desarrollar los problemas sexuales y urológicos de la diabetes?

Los factores de riesgo son afecciones que aumentan las probabilidades de contraer cierta enfermedad. Mientras más factores de riesgo existan, más grandes son las probabilidades de desarrollar esa enfermedad o afección. La neuropatía diabética y los problemas sexuales y urológicos asociados parecen ser más comunes en personas que

  • tienen un control inadecuado de la glucosa en la sangre
  • tienen niveles altos de colesterol en la sangre
  • tienen presión arterial alta
  • tienen sobrepeso
  • tienen más de 40 años
  • fuman
  • son físicamente inactivos

¿Se pueden prevenir los problemas sexuales y urológicos asociados con la diabetes?

Las personas con diabetes pueden disminuir el riesgo de tener problemas sexuales y urológicos al mantener los niveles de glucosa, presión arterial y colesterol en la sangre dentro de los niveles recomendados por el proveedor de atención médica. También se pueden prevenir las complicaciones de la diabetes a largo plazo al mantenerse físicamente activo y en un peso saludable. Para aquellos que fuman, dejar de hacerlo disminuye el riesgo de desarrollar problemas sexuales y urológicos debido al daño de los nervios y también ayuda a disminuir otros problemas de salud relacionados con la diabetes, incluidos los ataques al corazón, los derrames cerebrales y la enfermedad renal.

Puntos para recordar

El daño de los nervios en la diabetes puede causar problemas sexuales y urológicos.

  • Los problemas sexuales en los hombres con diabetes incluyen
    • disfunción eréctil
    • eyaculación retrógrada
  • Los problemas sexuales en las mujeres con diabetes incluyen
    • lubricación vaginal disminuida y relación sexual dolorosa o incómoda
    • deseo sexual disminuido o ausente
    • respuesta sexual disminuida o ausente
  • Los problemas urológicos en los hombres y las mujeres con diabetes incluyen
    • problemas vesicales asociados con daño nervioso, tal como la vejiga hiperactiva, el control inadecuado de los músculos del esfínter y la retención urinaria
    • infecciones de las vías urinarias
  • El control de la diabetes a través de nutrición, actividad física y medicamentos, según sea necesario, puede ayudar a prevenir los problemas sexuales y urológicos.
  • Existen tratamientos para los problemas sexuales y urológicos.

Que son ensayos clínicos, y serian una buena opción para usted?
Los ensayos clínicos son parte de la investigación clínica y a la raíz de todos avances médicos. Los ensayos clínicos buscan maneras nuevas de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los investigadores también usan los ensayos clínicos para estudiar otros aspectos de la atención clínica, como la manera de mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. 

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