Lucir mucho más joven de lo que en realidad somos es cada vez más fácil, gracias a los avances estéticos y a los cuidados enfocados en el rostro y el cuerpo. ¿El objetivo? Devolver la salud a la piel, su frescura natural y reducir las imperfecciones.
¿Qué es la medicina estética facial?
La medicina estética facial es la ciencia encargada de mejorar la apariencia de la piel a través de diferentes tratamientos, para ello utiliza prácticas médicas que son mínimamente invasivas, tales como láser facial, toxina botulínica para la reducción de las líneas de expresión, terapias de inducción de colágeno, entre muchas otras.
Las técnicas cada vez son más avanzadas y los resultados son simplemente maravillosos, y con esto no nos referimos solamente a reducir los signos de la edad, sino a mejorar por completo la salud de la piel a través de, por ejemplo, tratamientos para eliminar el acné. Como aspecto adicional, permite mejorar la apariencia y los años del calendario no se ven reflejados en el espejo.
Los beneficios más destacados de la medicina estética facial
Los tratamientos de medicina estética facial tienen numerosos beneficios frente a otros tratamientos mucho más invasivos. Ahora vamos a repasar cuáles son los más destacados:
Mínima invasión: sin duda alguna, una de las grandes ventajas de los tratamientos estéticos, es que son mínimamente invasivos. Esto se traduce en menos riesgos y menos molestias durante los procedimientos.
Resultados temporales: a diferencia de la cirugía estética, cuyos resultados son permanentes, la medicina estética no supone ningún cambio agresivo, por lo que si al paciente no le gusta el resultado, puede volver al aspecto como se veía anteriormente. Un buen ejemplo de ello es el botox, el cual ayuda a eliminar las arrugas pero cuyos efectos desaparecen a los meses.
Rápida recuperación: justamente por tratarse de técnicas mínimamente invasivas, la recuperación es mucho más rápida, y las molestias durante el procedimiento suelen ser perfectamente tolerables.
Procedimientos rápidos: la mayoría de los procedimientos se realizan en poco tiempo, desde minutos hasta unas pocas horas.
Mejora la autoestima: al mejorar la apariencia de la piel y lucir como queremos, automáticamente se produce un efecto de motivación, seguridad y alegría, que se transforma en una mejor autoestima.
Los mejores tratamientos estéticos faciales
En la medicina estética facial hay una infinidad de tratamientos, pero algunos destacan más que otros, tanto por sus resultados como por ser los más solicitados. ¿Quieres conocerlos?
Rellenos faciales: los rellenos faciales son unas sustancias naturales que se infiltran bajo la piel en áreas específicas, con diferentes objetivos, siendo el más común lograr una mejor armonía en el rostro. Con esta técnica se busca corregir volúmenes, estimular la producción de colágeno, aumentar el grosor de la piel, entre otros.
Carboxiterapia facial: para este tratamiento se utiliza CO2. ¿El resultado? Mejora la oxigenación de los tejidos, la circulación sanguínea y la apariencia general de la piel.
Botox: también conocido como toxina botulínica, es uno de los procedimientos más populares. Consiste en infiltrar pequeñas dosis de este relajante muscular, especialmente en las áreas donde hay más arrugas. El resultado es una disminución instantánea y significativa de las líneas de expresión.
Ellansé: este tratamiento es uno de los más novedosos para tratar la flacidez facial. Estimula la propia generación de colágeno para conseguir un efecto relleno y así conseguir que la piel se vea más tensa y joven.
Láser facial: el láser facial es uno de los mejores tratamientos faciales. Es especialmente efectivo para reducir las manchas y cicatrices dejadas por el acné. El láser mejora la textura y estimula la producción de colágeno.
Ácido hialurónico: esta sustancia es ampliamente utilizada para diferentes tratamientos, aunque sin duda alguna, destaca para el aumento de labios. Con el ácido hialurónico es posible definir de mejor forma los labios, para volverlos más carnosos y darles esa apariencia juvenil tan buscada.
La medicina estética es uno de esos recursos maravillosos que no podemos dejar de aprovechar. Debemos dejar atrás los clichés de que cuidar nuestra apariencia es sinónimo de superficialidad, para concentrarnos mejor en cuidar nuestra salud y utilizar los medios disponibles para vernos y sentirnos bien.
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