Esta patología está asociada a una hinchazón exagerada y simétrica de las piernas, que resultan desproporcionadas respecto al cuerpo.

No es obesidad mórbida ni está considerada una enfermedad, pero desfigura las piernas de forma desproporcionada, sin responder a la dieta o al ejercicio. Se llama Lipedema y es el término de nuevo cuño con el que hoy se conoce esta exagerada hiperplasia de la grasa, cuyo edema asociado resulta doloroso y, a veces, invalidante.

Suele confundirse con la piel de naranja por su similar bajorrelieve, pero su volumen desmedido y su edema asociado, revelan una afección de mayor trascendencia. Se trata de una degradación del tejido cutáneo por hiperplasia de la grasa en muslos, cadera, glúteos, rodilla, pantorrillas y tobillo. De carácter genético afecta casi siempre a las mujeres.

Esta patología está asociada a una hinchazón exagerada y simétrica de las piernas, que resultan desproporcionadas respecto al cuerpo y, además, conlleva celulitis dolorosa, muy agresiva, que crece sin parar y empeora con los años.

No es obesidad mórbida ni está considerada una enfermedad, pero desfigura las piernas de forma desproporcionada​

Se desarrolla en tres fases; da la cara en la juventud, se expresa en siluetas voluptuosas a los 30 años y deforma la figura a partir de los 40. Además, se caracteriza por su grasa blanda y su piel adelgazada, sin flacidez. Conlleva problemas en las articulaciones, eccemas, ulceraciones, hematomas frecuentes y afectación ósea de las caderas.

En este sentido, »la compresión cada vez mayor de la grasa sobre nervios, vasos sanguíneos y canales linfáticos empeora con los años, produciendo dolor al tacto e inflamación del tejido. La sensación de pesadez puede llegar a ser tan grande, que impide andar rápido, correr o sentarse. Son personas que arrastran los pies».

Aún así, existe una manera de corregirlo mediante liposucción pautada. El riesgo de extraer más de 7 litros de grasa en una sola intervención, explica la necesidad de abordar el Lipedema en diferentes actos quirúrgicos, que pueden llevarse a cabo a partir de los 6 meses de la primera intervención. La lipoescultura realizada por el doctor Chamosa de esta grasa blanda sin flaccidez cutánea, requiere una aspiración simple por vacío, ya que permite un mayor control sobre este tejido adiposo, escurridizo y fluidificado. La técnica no solo rebaja el volumen donde sobra, sino que devuelve una línea proporcionada a las piernas en su conjunto. Rodillas y tobillos, engrosados en toda su circunferencia, requieren un trabajo meticuloso para devolverles su forma facetada mediante una lipoescultura.

Fuente: consalud.es

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