Las cirugías de mama nunca contraindican la posterior lactancia.
Existe actualmente un buen número de mujeres que se someten a intervenciones mamarias, tanto para reducción como para aumento con colocación de implantes de silicona.
Esto puede ocurrir antes de ser madres, y llegado el momento de querer amamantar suelen surgir dudas sobre si será posible lograrlo o siquiera intentarlo. La realidad es que intentarlo es siempre posible y deseable. Luego, a menudo se logra establecer la lactancia con alguna o sin ninguna dificultad, según los casos.
Cirugías de aumento:
Las prótesis de silicona no suelen obstaculizar en nada la producción de leche, y son completamente seguras para el bebé, ya que la silicona no pasa a la leche materna, y aunque pasara, no sería absorbida por el sistema digestivo del pequeño.
Sin embargo, según como haya sido la cirugía y según cuanto tiempo haya pasado desde ésta, puede haber sido afectada la inervación (sensibilidad) de la mama y seccionados los conductos de la leche. Por lo que en ocasiones la producción puede ser insuficiente. Si han pasado varios años desde la intervención es más probable que los tejidos se hayan regenerado y que la funcionalidad del pecho haya vuelto a la normalidad.
También hay que tener en cuenta la posibilidad de que antes de la cirugía hubiera una gran escasez de tejido mamario, y esa fuera la razón de la cirugía. Si la mama tiene muy poco tejido glandular se dice que es hipoplásica; entonces es más probable que la producción de leche sea escasa.
Aun así, hay que insistir en que amamantar es siempre posible y deseable, y que la lactancia será un éxito en estos casos, sea o no sea exclusiva.
Cirugías de reducción:
Existen muchas técnicas quirúrgicas de reducción diferentes y no todas afectan al pecho de la misma manera. Por desgracia, muchas veces se utilizan con fines estéticos las más lesivas para la mama y estos cortes y cambios de posición del tejido mamario pueden afectar a su funcionalidad.
Aun así, siempre es necesario iniciar el amamantamiento para comprobar como de afectada está la función mamaria, si es que lo está. Y hay que tener claro que el único posible problema será la baja secreción de leche, en ningún caso hay que temer a las obstrucciones o mastitis por “no poder salir la leche por los conductos”. Este es un miedo muy extendido pero que no tiene fundamento alguno y se sabe por la experiencia de miles de madres que no ocurren más obstrucciones ni mastitis en caso de cirugías mamarias que en mamas sin cirugías previas.
En todo caso, para las madres con cirugías mamarias es muy buena idea recurrir desde antes del parto al asesoramiento de una persona experta en lactancia (asesora o consultora) que le pueda dar la información y el apoyo necesarios.
Así como contar con la valiosa experiencia y acompañamiento de madres en situaciones similares.
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