La importancia de tomar los medicamentos adecuadamente es fundamental para garantizar su eficacia y seguridad en el tratamiento de las enfermedades. Los médicos suelen indicar a sus pacientes que tomen sus medicamentos cada 8 horas y entre comidas para que la toma de los fármacos coincida con las comidas y así los pacientes no olviden tomarlos. Sin embargo, hay determinados alimentos que interactúan con los medicamentos, lo que puede provocar diferencias entre acompañarlos con agua, jugos o alguna comida.
Según el director del Servicio de Farmacología de la Clínica Universidad de Navarra, José Ramón Azanza Perea, la ingesta de un medicamento coincidiendo con la de alimentos puede influir en el proceso de absorción de los principios activos contenidos en los medicamentos, aunque normalmente los efectos son leves. En algunos casos, puede llegar a provocar el aumento o la reducción de los efectos farmacológicos.
Un estudio publicado en Saudi Pharmaceutical Journal buscó encontrar la relación entre la toma de medicamentos con bebidas diferentes al agua y los efectos adversos en el gastrointestinal. El objeto de estudio fueron bebidas como bebidas gaseosas, café, zumo de naranja, leche y bebidas energéticas. El resultado de la investigación fue bastante claro: todas estas bebidas aumentaron los tiempos de desintegración en relación con el agua, provocando que el medicamento se disuelva antes de que el cuerpo lo absorba, inhibiendo los efectos del mismo. Por otro lado, el mismo estudio sugiere que las bebidas calientes pueden alterar la química de los fármacos.
En el análisis, los investigadores detectaron que los jugos frutales o zumos son de las bebidas que más afectan en la liberación programada de un fármaco parecido y comparable al paracetamol, ya que al parecer, la fruta aumenta el nivel de medicamento en sangre, algo que puede producir efectos secundarios.
No obstante, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, el naproxeno o el diclofenaco, que son agresivos para la mucosa del estómago, deben ser tomados con algo de comida para evitar efectos adversos a largo plazo.
Es importante tener en cuenta que el agua es la única bebida que no altera ni interfiere en las propiedades de ningún fármaco ni genera alteraciones o reacciones peligrosas en el organismo. Por ello, no es recomendable reemplazar este líquido vital por cualquier otro que interfiera en el proceso de absorción y acción de medicamentos.
Por último, es fundamental seguir las indicaciones del médico y no hacer caso a mitos o conceptos erróneos sobre la toma de medicamentos. Por ejemplo, cuando se habla de tomar un medicamento en ayunas, no significa que deba hacerse al preciso momento de levantarse, sino que debe tomarse al menos una hora antes de comer o dos horas después de terminar de comer. Asimismo, antes de comer debe ser de 20 a 30 minutos antes, con las comidas es durante o inmediatamente después de la toma de alimentos y después de las comidas indica que debe tomarse de 30 a 45 minutos después de comer. Es importante seguir estas recomendaciones para garantizar la eficacia y seguridad de los medicamentos.
Fuente consultada: Medicina y Salud Pública