El sedentarismo es un hábito cada vez más común en nuestra sociedad. Pasamos muchas horas sentados, ya sea trabajando en una oficina, viendo televisión o navegando por internet. Esto puede tener consecuencias negativas para la salud, especialmente en adultos mayores. De hecho, se calcula que el 67% de los adultos mayores pasan sentados más de ocho horas al día, y sólo entre el 28% y el 34% de los adultos de 65 a 74 años son físicamente activos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
Los riesgos para la salud de la falta de actividad física son numerosos. Por ejemplo, estar sentado durante mucho tiempo puede aumentar las probabilidades de desarrollar trombosis venosa (coágulos sanguíneos potencialmente mortales que se forman en las venas profundas de las piernas), según un estudio de más de 15.000 personas. Un estudio mostró que las personas que más veían la televisión tenían un riesgo un 70% mayor de sufrir trombosis venosa en comparación con las que nunca o casi nunca veían la televisión.
Por otro lado, moverse más durante el día puede tener un gran impacto en nuestra salud. Por ejemplo, estar más tiempo de pie puede ayudar a perder peso y mantenerlo, según un estudio publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology. Las actividades cotidianas que incluyen caminar más también pueden fortalecer los músculos de las piernas, lo que puede ayudar a vivir más tiempo. Los investigadores han observado que la pérdida de fuerza y masa muscular en las piernas se asocia a una menor velocidad al caminar entre las personas mayores.
Es conveniente tener en cuenta una serie de recomendaciones para tratar de combatir el sedentarismo laboral y no poner en riesgo nuestra salud. Una forma de combatir los riesgos para la salud de un estilo de vida sedentario es incorporar pequeñas dosis de ejercicio a la rutina diaria. Hay muchas formas de hacerlo, desde caminar al trabajo en lugar de tomar el coche hasta subir escaleras en lugar de usar el ascensor. Interrumpir las largas sesiones de sedentarismo con un poco de ejercicio puede mejorar la salud y la forma física en general.
Durante la pandemia, muchas personas se vieron obligadas a trabajar desde casa. Si bien esto ha tenido algunos beneficios, también ha aumentado el sedentarismo. Tanto si trabajamos desde casa como en una oficina, si nuestras rutinas diarios nos obligan a permanecer sentados durante horas, es importante que hagamos un esfuerzo por movernos a lo largo del día para evitar las consecuencias negativas para la salud del sedentarismo.
Incluir pequeñas pausas en el entorno laboral puede ser una solución para combatir el sedentarismo y sus consecuencias negativas para la salud. Por ejemplo, levantarse y caminar durante tres minutos cada hora puede ayudar a evitar la falta de actividad física en el trabajo. Si añadimos otros 10 minutos de caminar o subir escaleras antes o después del trabajo, estaríamos superando el umbral semanal de 150 minutos, o dos horas y media, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, hay muchas formas de incorporar actividad física a nuestra rutina diaria sin necesidad de ir al gimnasio. Podemos optar por caminar o ir en bicicleta al trabajo en lugar de usar el automóvil, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o incluso hacer ejercicios simples de estiramiento o fortalecimiento muscular en nuestro lugar de trabajo.
Otra opción es participar en actividades grupales de ejercicio, como clases de yoga o baile, que pueden ser divertidas y motivadoras. Incluso, simplemente salir a caminar con amigos o familiares puede ser una excelente manera de incorporar actividad física a nuestra vida diaria y socializar al mismo tiempo.
Además de los beneficios físicos, la actividad física también tiene beneficios para la salud mental. Está comprobado que el ejercicio regular ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, y mejora el estado de ánimo en general.
En resumen, combatir el sedentarismo es esencial para nuestra salud y bienestar. Aunque puede ser difícil en un mundo cada vez más sedentario, hay muchas formas de incorporar actividad física a nuestra vida diaria. Desde pequeñas pausas para mover nuestro cuerpo durante el trabajo, hasta caminar o hacer actividades grupales de ejercicio, cualquier forma de actividad física puede ser beneficiosa para nuestra salud física y mental.
Fuente consultada: Infobae