La EVALI (por sus siglas en inglés E-cigarette or Vaping product use-Associated Lung Injury) es una condición pulmonar grave vinculada con el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores. Desde su reconocimiento formal en 2019, ha provocado centenares de hospitalizaciones y ha evidenciado riesgos que no siempre se consideraban en los productos de vapeo.

¿Qué es la EVALI y cómo se manifiesta?

EVALI es un término que agrupa un conjunto de lesiones pulmonares agudas que aparecen tras el uso reciente de productos de vapeo. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dificultad respiratoria progresiva

  • Tos, a menudo seca

  • Dolor en el pecho

  • Fiebre, escalofríos o malestar general similar al de una gripe

  • En algunos casos, náuseas, vómitos o diarrea

Estos síntomas suelen aparecer días o semanas después del inicio del uso del vapeador, o tras cambiar de dispositivo o sustancia vapeada.

Causas identificadas y factores de riesgo

Si bien aún no se tiene una causa única confirmada para todos los casos, se han encontrado varios factores que podrían contribuir o desencadenar EVALI:

  • Uso de líquidos con THC o productos adulterados (por ejemplo, cartuchos de THC de procedencia no regulada).

  • Presencia de acetato de vitamina E en algunos líquidos como diluyente, posiblemente asociado a daño pulmonar al calentarse.

  • Sustancias químicas tóxicas generadas por el calor del atomizador, tales como formaldehído u otros productos de combustión incompleta.

  • Dispositivos de vapeo mal regulados o con componentes de baja calidad que liberan metales pesados o partículas tóxicas al vaporizarse.

  • Frecuencia y duración del vapeo: usuarios con mayor exposición tienen mayor probabilidad de desarrollar síntomas.

Diagnóstico clínico

Para diagnosticar EVALI, los profesionales de salud siguen estos pasos:

  1. Historia clínica detallada, enfatizando el uso de vapeo reciente, qué sustancias vapea la persona y frecuencia.

  2. Examen físico y signos vitales: auscultación pulmonar, saturación de oxígeno, temperatura.

  3. Imágenes radiológicas, sobre todo radiografía de tórax o tomografía, que suelen mostrar infiltrados pulmonares difusos.

  4. Exclusión de otras causas: infecciones respiratorias, neumonía, enfermedades autoinmunes, COVID-19.

  5. En algunos casos, análisis de laboratorio para detectar marcadores inflamatorios o posibles agentes infecciosos, y estudio del líquido broncoalveolar si está indicado.

Tratamiento y pronóstico

  • Suspensión inmediata del uso de vapeadores y sustancias asociadas.

  • Terapia médica con corticoesteroides sistémicos para disminuir la inflamación pulmonar.

  • Soporte respiratorio si es necesario (oxígeno suplementario, ventilación mecánica en casos severos).

  • Vigilancia estrecha en un entorno hospitalario hasta mejoría clínica y radiológica.

El pronóstico puede variar: muchos pacientes se recuperan completamente si reciben tratamiento precoz, pero algunos presentan secuelas respiratorias de largo plazo. En casos graves, puede resultar mortal.

Prevención: lo que se debe tener claro

  • Evitar el uso de vapeadores, especialmente aquellos que no sean de marcas reguladas o líqudos sin certificado de calidad.

  • No modificar dispositivos ni utilizar líquidos de fuentes dudosas.

  • Buscar información verificable sobre los componentes del e-líquido que se está usando (por ejemplo, presencia de acetato de vitamina E, concentraciones de nicotina, etc.).

  • Estar alerta a síntomas respiratorios nuevos si se vapea y consultar al médico ante cualquier deterioro.

EVALI es un recordatorio serio de que el vapeo no es exento de riesgos. Aunque muchos usuarios lo consideran “más seguro que fumar”, no todos los dispositivos ni todos los líquidos son iguales, y las complicaciones respiratorias pueden ser graves. Para minimizar riesgos, lo esencial es la regulación, la información clara y la vigilancia médica.

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