Estenosis uretral es el nombre de esta condición que deteriora la calidad de vida del hombre, afectando la vejiga urinaria.

Actualmente, se considera que las estenosis uretrales se desarrollan de manera secundaria a un proceso de cicatrización o fibrosis de la mucosa uretral y/o del tejido periuretral, por lo que cualquier proceso que provoque un trauma puede condicionar una estenosis uretral.

Para que se entienda mejor lo que esto significa, dice que en el hombre la uretra se divide en cuatro porciones. Prostática, membranosa, bulbar y peneana. La uretra es un segmento inferior del aparato urinario, de forma tubular y que mide aproximadamente 25 centímetros. Su función principal es conducir la orina y el semen desde la vejiga hasta el pene.

Sobre la etiología de esta patología, se ha modificado al pasar de los años. Se remite a los datos de la década de los 80, cuando se consideraba a la uretritis (gonorrea) como la principal causa, hasta en el 40% de los casos. “Sin embargo, actualmente sólo se asocia en un 3.7%. La disminución en la incidencia de la estenosis postinflamatoria se asoció a la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y a un buen apego al manejo con antibióticos de las mismas”.

En la actualidad, se describen dentro de las principales etiologías: Prostatectomía (radical y simple), cateterización uretral, resección transuretral de próstata (RTU), vejiga y valvas uretrales, cistoscopias, braquiterapia, cirugía de hipospadias, liquen escleroso, tumor uretral, fractura de cuerpos cavernosos, trauma perineal, fractura de pelvis e idiopática. “En los menores de 45 años, las estenosis idiopáticas, las cuales han sido asociadas con antecedentes traumáticos durante la infancia o la alteración congénita, así como la cirugía de hipospadias y fractura de pelvis, donde los motociclistas y usuarios de bicicletas representan mayor riesgo”.

Algunos factores que incrementan el riesgo para esta afección incluyen:

  • Infección de transmisión sexual (ITS)
  • Procedimientos en los que se coloca una sonda en la uretra (como un catéter o un cistoscopio)
  • Hiperplasia prostática benigna (HPB)
  • Lesión en la zona pélvica

Síntomas

La consecuencia lógica de las estenosis de uretra es la obstrucción de la micción, por ello se suelen presentar con los siguientes síntomas:

  • Disminución de la fuerza del chorro urinario o incapacidad de orinar.
  • Necesidad de orinar frecuentemente.
  • Infecciones urinarias.
  • Inflamaciones e infecciones de la próstata (prostatitis).
  • Eyaculación babeante.
  • La obstrucción a largo plazo puede llegar a deteriorar la función de los riñones de forma reversible irreversible.
  • Levantarse a orinar muchas veces en las noches.
  • Incontinencia urinaria por urgencia.

Uretroplastias para tratar la estenosis

El diagnóstico de estenosis uretral se inicia con la visita al urólogo, quien después de hacer la historia clínica y el examen físico procederá a indicar las pruebas necesarias para confirmar la estrechez uretral o al mismo tiempo descartar otros diagnósticos diferenciales.

Estos estudios requeridos se iniciarán con una uretrografía, en la cual se administra un medio de contraste, y se toman varias radiografías, evidenciándose el area o las areas de disminución de la luz uretral y otros estudios que se podrán realizar son analisis de orina, cultivos, pruebas sanguíneas, cistoscopias, sonografías abdominales, pélvicas y peneana, así como tomografías y/o resonancias magnéticas nucleares.

TRATAMIENTOS

Sobre el tratamiento, no existe un único e ideal para el manejo de esta condición anormal de la uretra. “Durante muchas décadas la Urología mundial ha ensa-yado múltiples opciones, tanto en procedimientos mínimos invasivos (endoscópico), así como en las uretroplastias abiertas. Cada tratamiento desarrollado tiene sus indicaciones específicas, así como sus tasas de éxito y fracaso”.

Tradicionalmente en el país la dilatación uretral fue el primer tratamiento descrito y utilizado para esta patología, la cual se recomienda en estenosis menores de dos centímetros. Se ha reportado con este tratamiento una tasa de complicaciones o falla de este en el 32% de los pacientes. Se considera como una terapia no curativa.

La uretrotomia interna es otro tipo de tratamiento, que consiste en realizar un corte del área estrecha uretral por vía endoscópica, utilizándose un equipo llamado uretrotomo. Tiene su indicación principal en lesiones menores a un centímetro y específicamente del segmento bulbar de la uretra. Con una tasa de éxito que ronda menos del 40% en esos casos seleccionados. “El objetivo de esta técnica es permitir la reepitelización antes de que la cicatriz se afronte nuevamente, con lo que la cicatriz uretral se remodelaría a una posición abierta” señalan los especialistas.

Una variante a este procedimiento es la utilización del Laser para realizar el corte uretral, lo cual en definitiva no aumenta la tasa de éxitos del procedimiento tradicional, pero sí el costo del mismo, explican.

Respuesta al trastorno

Entre las causas de mayor incidencia de estrechez uretral masculina están la mal colocación de sondas uretrales, las cuales lesionan traumáticamente la mucosa uretral; las lesiones durante accidentes, principalmente de motor, donde la fractura de los huesos pélvicos son comunes, y otra causa importante encontrada es la estenosis uretral producida después de cirugías endoscópicas, como es la resección transuretral de próstata, informan.

“Actualmente se ofrecen todo tipo de cirugías de reconstrucción uretral, obteniéndose buenos resultados, comparables con estadísticas internacionales. De igual modo se están implementando nuevas técnicas, las cuales están dentro de fase experimental, avalada por universidades norteamericanas, realizándose procedimientos mínimamente invasivos con dilatación uretral con balones medicados.

La estrechez de la uretra masculina deteriora la calidad de vida del hombre, trayendo consecuencias negativas tanto para la salud de la vejiga urinaria, así como a los riñones del paciente, produciéndose alteración miccional, infecciones urinarias a repetición, alteraciones eyaculatorias, así como disfunción sexual.

Cirugía

Uretroplastias

El facultativo sostiene que la primera uretroplastia fue descrita en el año 1914, y que desde entonces se han descrito múltiples procedimientos quirúrgicos, así como avances técnicos. Sin embargo, desde 1974 el número de uretroplastias ha disminuido considerablemente, a pesar de múltiples estudios que han demostrado su eficacia a largo plazo.

“Por ejemplo, en la mayoría de las estenosis de uretra bulbar que cuenten con una longitud entre 1 y 3 cm, se puede realizar resección del tejido y una anastomosis primaria, lo cual ha presentado una tasa de éxito del 93% a los 5 y 10 años de seguimiento”.

Resalta que son estas algunas razones por lo que ha permitido que algunos grupos argumenten a la uretroplastia anas-tomótica como tratamiento de primera línea en la estenosis uretral corta, recu-rrente posterior a un manejo endoscópico. En cambio, se debe omitir en el caso de una estenosis en uretra peneana, ya que puede condicionar un encordamiento uretral.

Por otro lado, en aquellos casos en los que el tejido sea deficiente o no cuente con una adecuada irrigación, por ejemplo, defectos congénitos o fibrosis de cirugías previas, lo más recomendable es realizar un colgajo o un trasplante tisular para restaurar la longitud uretral.

Dicen que: “A través de los años se han utilizado diversos tejidos para la reparación de las estenosis uretrales. Unos años más tarde, en 1947 el uso de mucosa vesical se volvió popular dentro de los clínicos, pero al poco tiempo se consideró como una técnica compleja y poco estética, el colgajo de mucosa oral para la reparación uretral, obteniendo en 5 de 6 pacientes resultados satisfactorios”.

Manifiesta que el colgajo de mucosa oral consiste en realizar un trasplante autólogo de la mucosa oral no queratinizada para reparar defectos urológicos secundarios a estenosis, hipospadias o epispadias. Los dos sitios más comunes para tomar el colgajo son: la cara interna de la mejilla y a la región alveolar labial (maxilar inferior). Dentro de las ventajas de la mucosa oral para realizar los injertos uretrales se encuentra: el fácil acceso, la disponibilidad, la resistencia a infecciones y las características propias del tejido (epitelio grueso, alto contenido de fibras elásticas y una lámina propia delgada).

Procesos y técnicas

Actualmente, la mayoría de las uretroplastias se realiza en un solo tiempo quirúrgico y se reservan los procedimientos en dos tiempos para aquellos casos con: estenosis refractarias, múltiples sitios de estenosis o estenosis panuretrales.

Las complicaciones reportadas cambian según la técnica de plastia uretral que se emplee, en la plastia anastomótica la principal complicación que se ha observado es la reestonosis uretral, la cual ha ocu-rrido en el 10.9% de los casos. En el caso de los colgajos con prepucio o escroto, se ha reportado recurrencia de estenosis, necrosis del colgajo, urinomas, retracción, curvatura del pene y disfunción eréctil en el 4%.

La cirugía abierta es el mejor tratamiento que podemos ofrecer a estos pacientes. La anastómosis, concepto terminal, es la técnica que ofrece los mejores resultados, aunque se encuentra limitada por la longitud de la estenosis. Las técnicas de sustitución son de elección en cualquiera de sus modalidades, colgajos o injertos, dependiendo de varios factores como la etiología, las características anatómicas y la longitud de la estenosis y, por supuesto, la experiencia del cirujano.

Por último es necesario informar a los pacientes de que cualquier tipo de cirugía practicada en la uretra, puede recidivar a corto, medio o largo plazo.

Fuente: listindiario.com

- Suscribase -