¿Qué son los espasmos infantiles?
Los espasmos infantiles son un trastorno convulsivo que afecta a algunos bebés. Las crisis convulsivas (o espasmos) hacen que los músculos de brazos y piernas se pongan rígidos y que la cabeza del bebé se desplace hacia delante. Tiene un aspecto muy similar a la conducta del sobresalto.
Los bebés también pueden tener un desarrollo más lento de lo normal o pérdida de habilidades (como balbucear, sentarse o gatear). Aunque los espasmos suelen desaparecer cuando el niño cumple 4 años, muchos bebés con este trastorno prestarán otros tipos de epilepsia más adelante.
¿Qué aspecto tienen los espasmos infantiles?
Los espasmos empiezan súbitamente y duran un segundo o dos. Suelen venir uno tras otro en conjuntos que duran varios minutos. Ocurren más a menudo justo después de despertarse. Se suelen confundir con el cólico del lactante, el reflujo, o el hipo.
Un bebé puede presentar:
- la cabeza orientada hacia delante con los brazos extendidos hacia afuera y las piernas estiradas y pegadas al cuerpo (postura descrita como “en navaja”)
- la cabeza orientada hacia atrás con brazos y piernas estiradas
- leves movimientos de cuello o de otras partes del cuerpo
¿Cuál es su causa?
Los espasmos infantiles (también conocidos como síndrome de West) se pueden deber a malformaciones cerebrales, infecciones, lesiones cerebrales, o vasos sanguíneos anormales en el cerebro. También se pueden dar en bebés con determinados trastornos metabólicos y genéticos. En casos raros, los espasmos infantiles de un lactante se deben a una deficiencia en la vitamina B6.
A veces, se desconoce su causa. De todos modos, cada vez se están relacionando más y más mutaciones genéticas a los espasmos infantiles.
¿Cómo se diagnostican los espasmos infantiles?
Los espasmos infantiles los diagnostican los neurólogos pediátricos (unos médicos especializados en el cerebro, la columna vertebral y los problemas que afectan al sistema nervioso). Las pruebas que se hacen para poderlos diagnosticar incluyen:
- análisis de sangre y análisis de orina (en busca de infecciones o enfermedades)
- Un EEG, o electroencefalograma (para ver las ondas cerebrales y la actividad eléctrica cerebral). Un hallazgo específico del EEG llamado “hipsarritmia” suele confirmar el diagnóstico, pero no todos los niños con espasmos infantiles lo presentan.
- V-EEG, o video-electroencefalograma (un EEG provisto de grabación de vídeo)
- Técnicas de diagnóstico por la imagen, como la TAC, la RM, y el escáner TEP/RM para observar el cerebro por dentro.
¿Cómo se tratan los espasmos infantiles?
Los espasmos infantiles se suelen tratar con medicamentos anticonvulsivos o esteroides. Si la medicación no logra controlar los espasmos, el hecho de seguir una dieta especial, como la dieta cetogénica, puede ayudar A veces, los médicos recomiendan operar al niño.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
Para ayudar a su hijo, siga las instrucciones del médico relacionadas con:
- Administrarle cualquier medicamento que le haya recetado.
- Asistir a todas evaluaciones de control evolutivo y terapias.
- Concertar y asistir a todas las visitas de seguimiento.
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