Con la llegada de la primavera, muchas personas sufren el temido aumento de las alergias estacionales. Cada vez son más los afectados por diferentes tipos de reacciones alérgicas, lo que supone una preocupación tanto para los pacientes como para los alergólogos.

Aunque existen muchas formas de aliviar los efectos de la alergia, como evitar el contacto con alérgenos o recurrir al uso de medicamentos, estas medidas pueden resultar insuficientes. La alergia es definida como una respuesta anómala del organismo frente a sustancias externas, que pueden ser plantas, ácaros del polvo, animales o alimentos.

Los factores que provocan la proliferación de los alérgenos son variados y no solo están relacionados con factores genéticos, sino también con aspectos externos. La teoría de la higiene, formulada en 1989, indica que el aumento de las enfermedades alérgicas se debe a que nuestro sistema inmunológico no tiene que defenderse de las infecciones gracias a nuestra mejor higiene, desarrollo de vacunas y toma de antibióticos, lo que hace que nuestro organismo reaccione ante sustancias aparentemente inocuas.

La contaminación ambiental y el cambio climático son otras de las causas que han propiciado que las alergias supongan una amenaza cada vez mayor en la población. El aumento de la temperatura media global de la tierra, por ejemplo, hace que se adelante la floración de las plantas y aumente el periodo de exposición a los pólenes, lo que aumenta la propensión a desarrollar alergias.

Además, diversos estudios han demostrado que las enfermedades alérgicas han tenido un repunte en países industrializados debido a la contaminación provocada por los coches, que alteran la estructura del polen haciéndolo más agresivo y aumentando la capacidad de producir una respuesta alérgica en personas susceptibles.

Por otro lado, los aditivos y conservantes que se añaden a los alimentos también pueden producir una reacción alérgica, lo que contribuye a que cada vez más personas padezcan diferentes tipos de alergia.

Ante el aumento exponencial de afectados, es necesario seguir investigando para poder dar una mejor respuesta a los pacientes y mejorar su calidad de vida. La prevención y el tratamiento temprano de las alergias son fundamentales para evitar complicaciones y mejorar el pronóstico de la enfermedad.

Fuente consultada: 20minutos

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