Perder la visión es una de las mayores privaciones que una persona puede experimentar. A pesar de los impresionantes avances en la tecnología y la medicina, devolver la vista ha sido, hasta ahora, uno de los desafíos más formidables. Los implantes de retina existentes son caros, complejos y ofrecen una visión muy limitada.

Sin embargo, un equipo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, liderado por el Dr. Eduardo Fernández, está a la vanguardia de un proyecto que podría cambiarlo todo: un implante cortical de visión artificial que ya está dando resultados prometedores.

El Gran Salto: De la Retina al Cerebro

La mayoría de los implantes de visión se centran en la retina. El problema es que, en muchas personas con ceguera, la retina está dañada o no funciona, haciendo inútiles estos dispositivos. La propuesta del equipo de la UMH es radicalmente diferente: conectar directamente al cerebro.

El Sistema «BrainPort» (VCM)

El dispositivo, llamado Sistema de Visión Cortical (VCM), consiste en:

  1. Gafas con Cámara: Una cámara minúscula integrada en unas gafas de sol.
  2. Unidad de Procesamiento: Un pequeño ordenador de bolsillo que procesa la imagen de la cámara.
  3. Matriz de Electrodos: Un chip de 96 microelectrodos que se implanta directamente en la corteza visual del cerebro.

Resultados Reales: Una Visión en Cuadrículas y Formas

El equipo ha estado trabajando con una mujer que ha sido ciega total durante 16 años (debido a una enfermedad neurodegenerativa que afectó sus nervios ópticos). Los resultados son asombrosos:

  • Percepción de Formas: La paciente ha sido capaz de reconocer formas y letras (como la C, L, I, V, O) al mover la cabeza para escanear el entorno.
  • Visión «Básica»: La visión que experimenta es, por ahora, como una matriz de 10×10 de puntos de luz que se activan según la información de la cámara.
  • Orientación: Ha logrado tareas como discriminar entre una taza y un plato, y distinguir la orientación de las luces.

El «Click» del Aprendizaje Neuronal

Lo más interesante del experimento es la adaptación del cerebro. Al principio, la paciente reportaba sensaciones táctiles o de presión, no visuales. Pero con el entrenamiento, su cerebro comenzó a interpretar los estímulos como patrones de luz, demostrando una sorprendente plasticidad neuronal.

Este fenómeno de aprendizaje es clave: el cerebro no solo recibe la información, sino que aprende a procesarla y darle un sentido visual.

Superando los Desafíos Existentes

Comparado con otros implantes de retina que requieren que el ojo funcione parcialmente y cuestan cientos de miles de euros, el sistema español ofrece:

  • Coste Reducido: El equipo estima que podría costar menos de 100.000 euros.
  • Menos Invasivo: El implante es pequeño y el procedimiento, aunque quirúrgico, es relativamente estándar para neurocirujanos.
  • Independencia de la Retina: Funciona incluso cuando la retina está completamente dañada, abriendo la puerta a un espectro mucho más amplio de pacientes.

El Futuro: Más Resolución, Más Libertad

El próximo paso del equipo es probar el dispositivo con más de 400 electrodos para aumentar la resolución visual. Aunque el camino es largo, y la visión lograda aún está lejos de la visión natural, este proyecto español es un faro de esperanza.

Imagina un mundo donde la ceguera total pueda ser aliviada con un dispositivo que, aunque rudimentario al principio, permita a las personas ciegas recuperar la independencia para navegar por su entorno. Es un sueño que, gracias a la tecnología y la neurociencia, está más cerca de hacerse realidad.

- Suscribase -