La flacidez en los muslos es un problema que preocupa a parte de la sociedad, por lo que muchos se someten a una cruroplastia.
La cruroplastia o el lifting de muslos es una técnica quirúrgica que tiene la finalidad de corregir la piel de las piernas que se ha descolgado por una pérdida de peso importante. Esta técnica puede usarse también para mejorar el contorno corporal de la zona por motivos estéticos.
En qué consiste la cruroplastia
Este procedimiento consiste en eliminar la flacidez en los muslos, es decir, el exceso de piel o de grasa. El lifting se puede realizar en vertical u horizontal, por lo que puede eliminarse la flacidez en partes muy concretas del muslo.
La cruroplastia se hace mediante una incisión, que se localizará en la zona concreta que necesite el paciente. Ésta puede hacerse en la cara interna de la ingle, en el pliegue del glúteo o en la cara interna de éste. Estas incisiones son siempre proporcionales a la cantidad de piel resecada, y se hacen siempre pensando en dejar cicatrices lo menos visibles posible.
Esta intervención suele hacerse en un tiempo aproximado de entre dos y tres horas, siempre dependiendo de la cantidad de tejido a resecar.
Qué debo hacer después de la cruroplastia
Tras la cirugía, lo más frecuente es que el paciente necesite ingreso hospitalario durante un día. Es importante que el paciente empiece a andar lo antes posible, aunque en un principio no debe estirar las piernas en sentido lateral.
La cruroplastia tiene la finalidad de corregir la flacidez de los muslos.
El doctor le indicará cuándo pueda realizar ejercicios fuertes, aunque la actividad normal suele recuperarse a las dos semanas. El cirujano debe conocer la vida del paciente antes de la operación, lo que le permitirá darle indicaciones claras de lo que puede y no puede hacer una vez se someta a la intervención.
Qué riesgos conlleva la cruroplastia
La cruroplastia es una técnica muy segura, aunque en ocasiones es posible que existan complicaciones y riesgos en el postoperatorio que deben de ser discutidos con el cirujano en detalle. En ocasiones, las cicatrices pueden ser llamativas, sobre todo en pacientes fumadores. Para evitar estos problemas, se usan técnicas y materiales de sutura especiales. Es importante que los fumadores dejen de fumar dos semanas antes de la cirugía. En ocasiones, se pueden realizar correcciones de cicatriz a los 6 meses de la intervención.
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