Los expertos coinciden en que una persona con diabetes contagiada por coronavirus se predispone a que el virus se comporte de forma más agresiva en su organismo.
Desde la expansión de la pandemia de coronavirus pudimos conocer que el COVID- 19 se comporta de manera diferentes en las personas dependiendo de la edad, el género y las patologías previas. La diabetes es, por esta razón, una de las enfermedades preexistentes que contribuye a que los síntomas de este virus se acentúen generando cuadros graves cuando se produce el contagio.
La diabetes es una enfermedad que se manifiesta debido a elevados niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Como se conoce tras la ingesta, los azúcares que se ingieren a través de los alimentos son metabolizados en glucosa y esta se desplaza a través del torrente sanguíneo hasta alcanzar las células de diferentes tipos de tejido para proporcionar energía. A la presencia de glucosa en la sangre se le denomina clínicamente glucemia
En el caso de los diabéticos, la glucemia se sitúa por encima de 126 mg/dl en ayunas y de 200 mg/dl dos horas después de las comidas. Esto debido a que la glucosa permanece en la sangre debido a que el páncreas no produce la cantidad de insulina necesaria o simplemente no la tiene para regular sus niveles de manera adecuada y por ello se genera este desnivel que se termina evidenciando en problemas de salud que- en sus casos más graves- desencadenan enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, problemas en los riñones o en los ojos, y una supresión del sistema inmunológico.
Existen dos tipos de diabetes: la tipo 1 y la tipo 2. En la primera de ellas, que suele aparecer en la niñez, el páncreas no elabora insulina y hay que administrarla en forma externa a través de inyecciones; en la diabetes tipo 2 -que se evidencia en la adultez y suele estar asociada a la obesidad- hay una deficiente producción de insulina por un mal funcionamiento del páncreas.
¿Cómo podría agravar el COVID-19 a un paciente con diabetes?
El cuerpo de una persona con diabetes contagiada por coronavirus se predispone a que el virus se comporte de forma más agresiva lo que se puede ver reflejado en un aumento en sus niveles de glucosa hasta el punto de causar una descompensación metabólica.
“En primer lugar, el sistema inmunológico está débil, lo que dificulta combatir el virus, y es probable que lleve a un tiempo de recuperación más largo. En segundo lugar, el virus podría fortalecerse en un medio ambiente elevado de glucosa en la sangre”, escribió la Federación Internacional de la Diabetes para explicar la vulnerabilidad de los pacientes con esa condición.
Usa Today explicó que cuando el coronavirus ingresa al cuerpo, existen cuatro factores que decidirán el resultado: la cantidad total de virus, cuánto se replica el virus, cuánto de esta replicación ocurre en el tejido pulmonar y la cantidad de citoquinas, moléculas que ayudan a coordinar el sistema inmune respuesta.
En el caso de los diabéticos, la respuesta inmune a la infección es retardada. Eso, según explican, puede causar la sobreproducción de citoquinas y por extensión una “tormenta de citoquinas” que podría resultar en una inflamación pulmonar y acumulación de líquido que puede provocar dificultad respiratoria.
¿Cómo prevenir?
Inicialmente es importante que los pacientes con esta enfermedad tomen con responsabilidad las normas de aislamiento y sean conscientes de que son un grupo de riesgo por lo que lo ideal es no salir para evitar contagios.
Los especialistas, además, han agregado recomendaciones vinculadas al el estilo de vida de los pacientes diabéticos por lo que es esencial hidratarse y alimentarse bien. A esto también se le debe agregar el hacer ejercicio, al menos, media hora por día pues esto contribuye a mantener regulados los valores de glucosa en la sangre.
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