No todo es aumento de mamas. Porque hoy queremos hablarte de intervenciones de cirugía plástica corporal que quizá desconocías hasta ahora.

Corrección de un ‘brazo en péndulo’, lifting en… ¡los muslos!, reducción del largo del pezón… Existen operaciones que se realizan para mejorar nuestro aspecto pero que se salen de los cánones más conocidos. Todas conocemos bien -o al menos a grandes rasgos- lo que significa una liposucción o un aumento de pecho. Sin embargo, hay otras que no son tan frecuentes en los quirófanos pero que pueden remodelar notablemente la figura. Porque quizá tu deseo no sea una talla más de sujetador, ni tener menos grasa acumulada, sino rejuvenecer la apariencia de tus brazos o piernas, por ejemplo.

Con los brazos abiertos

Comencemos por el lifting braquial, que tiene como objetivo solucionar el problema denominado ‘brazo en péndulo’. Pero, ¿qué significa esa expresión? Muy fácil: zona de bíceps con piel excesivamente descolgada. Esta realidad afecta sobre todo a mujeres de edad avanzada. O también que han experimentado una brusca pérdida de peso. La parte superior interna de los brazos literalmente se descuelga. Incluso se llega a balancear con el movimiento, creando un efecto antiestético y de envejecimiento. “No siempre aparentamos la edad que tenemos. En muchas ocasiones hay ciertas partes de nuestro cuerpo que nos añaden años. A veces un retoque quirúrgico puede dar un cambio integral al contorno corporal».

Gracias al lifting braquial -de brazos-, se puede solucionar esta problemática. El cirujano retira la piel sobrante y, mediante un procedimiento llamado tracción (en otras palabras, estiramiento) redistribuye la piel que queda. El resultado suele ser una piel más firme, más tersa y más lisa. En definitiva, un brazo más juvenil y redefinido en sus formas.

No al roce entre los muslos

Otra de las correcciones que puede lograr la cirugía plástica es un rejuvenecimiento de tus piernas. Si estas, también por el paso de los años o por un adelgazamiento muy rápido, tienen la piel descolgada en la zona de los muslos, la cirugía plástica puede tener la solución. Hablamos del lifting crural o de piernas. Una operación donde, igual que ocurre en el lifting braquial, el médico especialista extrae la piel descolgada y remodela la zona. Unos muslos con gran cantidad de piel que cae en su parte interna -habitualmente arrugada-, puede hacernos parecer mucho más mayores. Sobre todo en temporadas cálidas, donde a las mujeres nos gusta lucir vestidos, faldas o pantalones cortos.

Paralelamente, en este tipo de lifting no solo nos olvidamos de la piel sobrante. Sino, a su vez, de su grasa interna. Para ello, el cirujano realiza una pequeña liposucción. Y se pierde así el volumen extra tan poco deseado y tan difícil de eliminar por otros métodos.

Lo más preciado de tu pecho

Ahora sí, vamos a un tema más recurrente: los senos femeninos. Pero no para hablar de su tamaño, sino para enfocarnos en su parte más pequeña y sensible: el pezón. Seguro que sabías que podían existir intervenciones de cirugía plástica para retocar esta área. Pero quizá tienes alguna anomalía que se sale de lo común y nunca has pensado en que se pudiera cambiar. Pues bien, “en la senología nos encontramos con casos muy dispares. Partiendo de que cada paciente de por sí es única, hay casos donde el detalle más mínimo es el causante del malestar de la paciente. Y los estudiamos para recomendar la mejor solución”.

Una de esas situaciones (y quizá con alguna te identifiques) es un pezón demasiado largo y fino. Este se puede acortar con cirugía. La causa de que se produzca este extraño crecimiento puede ser la lactancia. Pero también que haya habido una alteración cuando se desarrollaban los senos. En casos más extremos, el pezón puede doblarse y caer hacia abajo. Pero la cirugía propone solventar esta fisonomía para obtener unos pezones más redondeados y atractivos.

Cuando son ellos quienes lo demandan

¿Alguna vez has conocido a un chico que tuviera los pectorales demasiado desarrollados? Y no hablamos de músculo, sino de volumen. Como si su pecho se asemejara más al de una mujer. Puede ser tu hermano, tu novio… Se trataría de una ginecomastia. Esta circunstancia provoca un complejo a veces muy grave. La masculinidad se ve afectada a nivel de autoestima. Para estos casos los profesionales de la cirugía ofrecen la posibilidad de corregir esa ginecomastia. Con esta técnica se puede devolver al hombre la forma natural de su zona pectoral. Y, por descontado, esa supuesta masculinidad perdida.

Habitualmente, y si no hay enfermedades de por medio que provoquen la ginecomastia, los cirujanos se encuentran con dos realidades: un exceso de volumen o que lo que provoca la ginecomastia es que hay demasiada piel. En este segundo supuesto, la apariencia del pectoral es de un acusado envejecimiento. Por ello, en quirófano se retira la piel sobrante, tal como sucede en los lifting’s crural y braquial.

Y si el origen de la hipertrofia se sitúa más en el abultamiento, se extrae la grasa y, si es necesario, una parte de glándula mamaria. Ambas cosas causantes de la inflamación. En cualquier caso, pueden darse ambas realidades y el médico fusionará los dos procesos como considere más adecuado. La finalidad es, como en el resto de operaciones, la recuperación de la autoestima de esa persona.

Y, ¡quién los iba a decir! Pero con el torso masculino finalizamos este repaso por la cirugía plástica corporal que (quizá) desconocías.

 

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